Liderar con el ejemplo: bases para la gestión de equipos en la cadena de abastecimiento

Gregorio Ruiz, director de supply chain en una compañía multinacional de consumo masivo, presenta su experiencia como líder de equipos logísticos y analiza la actualidad del sector

Gregorio Ruiz es director de supply chain en una compañía multinacional de consumo masivo (Foto: Movant Connection)

En los últimos años, las cadenas de abastecimiento fueron mutando hacia procesos mucho más complejos y completos. Según Gregorio, “hay empresas donde ya se habla de ‘cadena de valor’ en lugar de ‘cadena de abastecimiento’”. En este contexto de cambios, el rol del líder también se transforma. Hoy en día, liderar exige compromiso humano, adaptación constante y decisiones claras.

¿Qué impacto tiene la cadena de abastecimiento en el rubro alimenticio?

Es un rol clave. Lo más crítico hoy tiene que ver con la vida útil corta de los productos y con la inmediatez que requiere su distribución, desde que salen de planta hasta que llegan al punto de venta. Son operaciones que no paran: trabajan 24/7, no reconoce feriados, lluvias o inundaciones. Siempre tenés que estar, porque es un producto esencial para la alimentación de la población. Te mantiene en movimiento constantemente.

¿Cómo es abastecer un país tan extenso como este?

Es un desafío enorme, pero a la vez apasionante. Queremos que los productos lleguen a todos los rincones, con la mayor frecuencia posible. Y eso tiene un costo que también hay que cuidar. Todos los días pensamos cómo hacerlo mejor, más eficiente, más sustentable.

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En la empresa en la que me desempeño actualmente, solo desde las plantas a los centros de distribución, al mes los camiones dan dos vueltas al mundo. El objetivo es que cada camión llegue a destino sin incidentes y cumpliendo el servicio. Ese es el indicador clave: entregar lo que el cliente pidió, en tiempo y forma.

¿Cómo cambió el perfil del consumidor y cómo impacta en tu trabajo?

Todos somos consumidores. Y hoy hay una necesidad clara: la inmediatez. Lo que antes parecía impensado, como las entregas en menos de 24 horas, hoy ya es un estándar. Además, el consumidor es más exigente, y eso complejiza todo: más productos, más innovación, más demanda. Incluso con más tecnología, tenemos más cosas para resolver. Es un gran desafío.

¿Qué herramientas considerás esenciales para sostener este nivel de operación?

Yo dividiría las herramientas esenciales en tres pilares. Número uno, la gente: tener a la persona correcta en el lugar indicado es clave. Número dos, los procesos: confiables, simples y sobre todo a prueba de fallas. Y, por último, la tecnología: hoy se habla mucho de inteligencia artificial, pero en logística todavía estamos lejos de eso, más en nuestro país.

Por eso es fundamental que cada persona entienda lo importancia de su tarea, comprometerla con su rol (desde quien descarga el camión hasta el chofer que maneja desde Buenos Aires hasta Tucumán) y ayudarlos desde procesos simples y eficientes. Todos son parte del servicio que se le promete al cliente.

¿Cómo transmitís ese compromiso a tus equipos?

Liderar con el ejemplo no es solo una buena forma de liderar, sino la única. Creo mucho en eso. También valoro la justicia y la integridad. Ser cercano no significa no exigir resultados. Se trata de tener claros los objetivos, pero también de reconocer las necesidades del otro. Me interesa el desarrollo del equipo. Para mí, un líder tiene que elevar, potenciar. La autoridad real no se impone, se valida desde el equipo. Y además de eso, por supuesto es fundamental tener conocimiento técnico. Para resumir: Integridad, conocimiento técnico, justicia y ejemplo.

¿Qué lugar ocupa la comunicación en esa forma de liderar?

Creo mucho en la comunicación cara a cara. Ahí ves los gestos, el tono, la postura. Eso genera empatía. Obviamente usamos mucho los mensajes de texto y mails, pero hay cosas que se entienden mejor hablando. Incluso con las videollamadas, prefiero eso antes que un texto. Y si hay una mala interpretación, aclararla en el momento. Es algo que valoro y trato de sostener.

¿Qué buscás en las personas que liderás?

La proactividad, sin dudas. Aunque no siempre es fácil de detectar en una entrevista, se nota en el día a día. Y también la resiliencia. Es algo que no se aprende en ningún lado, se va formando desde chicos. Me gusta el concepto de “antifragilidad”, eso de salir fortalecido de las adversidades. En nuestro rol, todos los días se resuelven problemas. Valoro mucho cómo una persona se enfrentó a una dificultad y qué hizo con eso.

El otro día leía algo que me quedó grabado: se habla mucho del estrés postraumático, pero poco de cómo ciertas experiencias traumáticas también pueden potenciarte, dejarte habilidades que en otras circunstancias no hubieras desarrollado. Me parece clave entender eso, porque muchas veces lo que vivimos nos termina fortaleciendo si sabemos aprovecharlo.

¿Te desafían las nuevas generaciones?

Sí, pero no solo ellas. Todas las generaciones nos desafían. Las nuevas tienen una capacidad increíble de resolver con tecnología. Me impresiona. Aunque también me preocupa cómo impactan nuevas tecnologías como las redes sociales que nos hacen compararnos todo el tiempo. Hay mucho que trabajar ahí. En cuanto a la comunicación, creo que puede haber una diferencia en las formas de comunicarnos, pero son formas. Todo se puede aprender y adaptar.

¿Qué tendencias ves que están marcando el rumbo del sector?

Supply chain dejó de ser solo logística para convertirse en algo mucho más amplio. Hoy abarca compras, planificación, transporte, atención al cliente. Incluso hay empresas donde ya se habla de “cadena de valor” en lugar de “cadena de abastecimiento”. Las áreas se integran más y eso hace que tengamos que adaptarnos constantemente, porque interactuamos con todas. Es clave poder moverse bien en diferentes contextos.

Para Gregorio, "liderar con el ejemplo no es solo una buena forma de liderar, sino la única" (Foto: Shutterstock)

¿Sentís que este rol está ganando peso dentro de las organizaciones?

Sí, cada vez más. Ya no es un área operativa solamente. Es planificación, es ejecución, es estrategia. Alguien decía que es como la sangre de la compañía. Yo creo que también es el músculo, porque empuja, y la cabeza, porque piensa nuevas alternativas constantemente. Tiene un poco de todo. Por eso hay que tener siempre planes A, B y C. Estar preparado para lo peor y trabajar por lo mejor.

¿Qué lugar ocupa la sustentabilidad en todo esto?

Creo que es una responsabilidad. Desde el packaging reciclable hasta elegir insumos más sostenibles. Es parte de pensar en un entorno mejor, en una ciudad mejor, en una planta mejor. Eso tiene que ver con el rol que asumimos en la sociedad.

¿Pensás en el legado que querés dejar como líder?

Sí, lo pienso. Ojalá me recuerden por algo bueno. Pero más allá de eso, lo importante es hacer las cosas bien por uno mismo. Porque eso es lo que te hace bien. No hay que hacer las cosas para gustarle a otros. Si queda una operación más sólida, más sustentable, más confiada, ya es un montón. Pero no lo hago buscando un reconocimiento. Como muchos dicen, en el pasado radican nuestros miedos y mirar hacia delante genera ansiedad; yo prefiero vivir el presente.

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