“Que la gente se vaya con la sensación de haber disfrutado la comida refleja todo el trabajo logístico que hay detrás”

Entrevistado por Movant Connection, Jonathan Devesa, Gerente de Supply Chain de una reconocida cadena internacional de comidas rápidas, nos brinda detalles del estrecho vínculo que existe entre la gestión de la cadena de abastecimiento y la satisfacción de los clientes.

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Jonathan Devesa, Gerente de Supply Chain
Jonathan Devesa, Gerente de Supply Chain

Con la flexibilidad operativa y la mejora continua como pilares, Jonathan nos cuenta cómo desde la gestión de la cadena de abastecimiento se han adaptado a los diversos contextos económicos que presentó el país en los últimos tiempos, donde la gestión de los proveedores resulta un factor clave.

¿Qué desafío presenta la cadena de abastecimiento del sector de comidas rápidas?

La Argentina es un mercado muy dinámico en el que la industria del “fast food” tiene sus desafíos, parte de los cuales vienen de los últimos años, donde tuvimos dos hitos muy fuertes.

Uno fue la pandemia, que afectó a todas las industrias, pero que también hizo que salieran a la luz muchas oportunidades, relacionadas con el desarrollo tecnológico.

En este rubro no todas las empresas o proveedores están tecnificados, pero la pandemia hizo que la digitalización esté más cercana. Si bien las empresas más grandes, con mucha más estructura, ya tenían la capacidad de desarrollar sistemas, la pandemia mostró que también es posible hacerlo con menos inversión, ya que la tecnología está más cerca.

Por otro lado, el 2023 también presentó desafíos para todas las industrias en el país, debido al contexto político económico que hizo que determinadas áreas tuvieran que trabajar mucho.

La disminución de la cantidad de importaciones nos trajo el desafío de desarrollar proveedores locales y hoy contamos con muy buenos proveedores.

En lo que refiere a la producción de alimentos, somos muy buenos productores de materia prima en Argentina, si bien todavía se puede seguir creciendo en el valor agregado de los productos.

No solo en el campo lo que hacemos es muy fuerte, sino que también tenemos oportunidades de seguir desarrollando los productos.

¿Cuáles son los orígenes de las materias primas y productos de los cuales se abastecen?

Todo lo que respecta al alimento en sí, ya sean hamburguesas, el pan, la panceta y el pollo son de origen nacional. El 97% de lo que gestionamos es de producción local y apostamos a seguir desarrollando a estos proveedores.

La industria de la comida rápida trabaja bajo "altísimos estándares de calidad" - (Imagen Ilustrativa Infobae).
La industria de la comida rápida trabaja bajo "altísimos estándares de calidad" - (Imagen Ilustrativa Infobae).

Creo que una enseñanza que nos dejó el 2023, es que para el área logística es muy bueno contar con proveedores locales.

La otra pata de lo que se ve en cualquiera de nuestros restaurantes cuando te sirven es el packaging. También ahí hay mucho para trabajar, si bien hay muy buenos proveedores hay margen para seguir desarrollando el mundo del packaging.

Ese sector tiene hoy la necesidad de generar economías sustentables, de recircular, de repensar la materia mínima que se están utilizando para empezar a entender cómo ese packaging se puede reutilizar.

¿Cómo ha impacto en tu trabajo el cambio de rumbo para el comercio exterior planteado por el gobierno?

Los últimos seis meses quizás fueron un poco caóticos, ya que siempre los cambios de gobierno demandan cierta flexibilidad y capacidad de adaptación.

Los cambios en las principales variables económicas generaron mucha incertidumbre y nos encontramos trabajando con muchos proveedores que, a veces, no sabían de qué manera venderte.

Eso nos hizo repensar mucho en la estrategia referente a las compras, los niveles de stocks y las relaciones con los proveedores.

Veníamos de un año pasado complicado, teniendo que llevar adelante stocks de seguridad cada vez más altos para el abastecimiento de los locales.

Hoy tenemos un contexto tal vez un poco más claro y con menos saltos en lo que respecta a las variantes económicas, lo que te permite reducir tu nivel de stocks y también repensar cómo vas a trabajar en ese sentido.

Esto permite hacer una apertura de proveedores dentro de un mismo rubro, entre locales y extranjeros, para ser más estratégico y competitivo, también en lo que respecta a cada uno de los proveedores que trabajes en cada categoría.

¿Cómo describirías las características particulares de la operación logística que está bajo tu gestión?

Para lo relacionado con el comercio exterior, nos manejamos con transporte terrestre y marítimo. El aéreo lo utilizamos solo en caso de alguna necesidad o una urgencia muy puntual, que generalmente no se da.

Localmente, contamos con un centro de distribución muy optimizado desde el que hacemos la distribución, punto por punto, de cada uno de los productos con los que trabajamos, con los que cubrimos tres segmentos en cuanto a temperatura: refrigerados, congelados y secos.

Desde ahí, llegamos con una dinámica de dos visitas semanales hacia nuestros locales. Esto nos permite mantener un stock sano entre lo que almacenamos en el centro de distribución y la dinámica de los locales para que puedan funcionar de manera adecuada.

¿Cuáles son los “puntos de dolor” que identificas en la logística de esta industria?

Cuando tenés escenarios de incertidumbre, por ejemplo, te “aprieta el zapato” en los depósitos, donde empezás a almacenar más producto por cuestiones de seguridad, porque no sabes cuándo te puede llegar el proveedor y sufrir faltantes.

En estos casos, “estresas” operativamente un centro de distribución en ocupaciones. Pero cuando volvés a escenarios más tranquilos, ahí ya no impacta tanto el riesgo de desabastecimiento, pero sí la rotación de los productos. Entonces podés planificar y tener un equipo de abastecimiento que esté atrás de la planificación para realizar las correcciones necesarias en lo que respecta al abastecimiento, con frecuencias más optimizadas.

También se pone mucho foco en el transporte, si la carga de los vehículos tiene una ocupación óptima o no. Se exige mucha eficiencia en la distribución y en este sentido el transporte es súper importante.

De todas formas, hablamos de un trabajo integral, que va de “punta a punta” y que arranca con los proveedores, de qué manera te van a entregar, de qué manera te van a cumplir.

En cuanto a la planificación, se trabaja con todos en el cumplimiento de lo planificado para alcanzar un excelente nivel de servicio.

¿Te gustaría dejarle un mensaje desde la logística a los consumidores de comida rápida?

Sí, que lo primero con lo que te encontrás cuando entrás a esta industria, más allá de que está muy bien armada y profesionalizada, es que hay un nivel altísimo de calidad en los productos con los cuales se trabaja.

En nuestro caso, trabajamos con certificaciones a nivel internacional lo que nos “levanta la vara”, y nos permite asegurarle a la señora que compra el balde que está comiendo una pieza del mejor pollo.

Gracias a la trazabilidad que nosotros tenemos de la cadena de frío, cada punto está garantizado. Así como el packaging con el cual trabajamos, todo es apto, hasta el agua con la cual se sirve cualquiera de nuestras bebidas. Todo está garantizado y tiene trazabilidad en términos de calidad de producto.

Es súper importante lo que brindamos como experiencia. Que “doña Rosa” vaya, se siente, coma con rico sabor, con la temperatura que buscaba, con la bebida fría como la quería, todo en su punto. Que se vaya con la sensación de haber disfrutado la comida. De esta forma, se refleja todo el trabajo logístico que hay detrás.

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