La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calificado a las cucarachas como “carroñeros antihigiénicos en los asentamientos humanos”, debido a que están en todos lados, incluyendo excrementos y cadáveres de diversos animales.
Se reproducen con rapidez, pues cada una deposita una ooteca, que es una especie de masa o cápsula donde se conservan los huevos de este insecto, también se los denomina estuche.
Resistencia
Estos molestos bichos reaparecen con la primavera y el verano, y este año lo están haciendo con más fuerza que nunca debido, entre otras cosas, por el cambio climático y la creciente resistencia de las cucarachas a los insecticidas.
Sin duda, el calor acelera su ciclo metabólico, especialmente a las denominadas “rubia” o “germánica”, la más comunes en nuestros hogares y establecimientos de comida, lo que contribuye a su rápida reproducción y a que sean más voraces.
Las mutaciones genéticas que han sufrido es consecuencia de la resistencia a los químicos, las hacen inmunes a los insecticidas que antes las eliminaban: cada vez es más difícil controlar las plagas de cucarachas, una amenaza para la salud pública.
El calentamiento global ha transformado el clima de México y varios países del mundo, haciéndolos más subtropicales o tropicales, lo que significa que las estaciones cálidas son más largas y las frías son más cortas, creando paraísos para su reproducción, las plagas comienzan antes y duran más tiempo.
Sin respeto
Estos bichos son omnívoras, cualquier desecho orgánico sirve para su alimentación, incluso existe el canibalismo entre ellas, la coprofagia, la emetofagia y la necrofagia entre ellas, es decir, las adultas llegan a comerse a las pequeñas y las pequeñas se alimentan del excremento de las adultas o las mayores y adultas se alimentan de los cadáveres de otras cucarachas.
Sugerencia
Sin duda alguna, la mejor solución sigue siendo mantener unas buenas condiciones de salubridad e higiene en casa, negocios, oficinas, centros recreativos, etcétera.