Cuál fue la primera ciudad mexicana atacada por los españoles

Este enfrentamiento es recordado por sus consecuencias a largo plazo en la historia de México

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La llegada de Hernán Cortés a México marcó un antes y un después en la historia (Archivo)
La llegada de Hernán Cortés a México marcó un antes y un después en la historia (Archivo)

Aunque España ya sabía que México existía, no fue hasta 1519 cuando Hernán Cortés hizo suya la misión de explorar el largo y ancho de aquellas tierras, además de conquistarlas y convertirlas en una colonia española. Esto lo logró hasta 1521, cuando la Gran Tenochtitlán cayó tras una sangrienta guerra que terminó con una de las civilizaciones más importantes de la historia de la humanidad: los mexicas.

Pero antes de aquel definitivo enfrentamiento, Hernán Cortés y sus fuerzas libraron muchas otras batallas con diferentes pueblos mesoamericanos y en distintas ciudades de México. La primera de ellas es conocida como La Batalla de Centla, un evento histórico que ocurrió el 14 de marzo del año 1519, apenas unos pocos meses del arribo español a nuestro país. Esta batalla marcó un punto de inflexión en la conquista española del territorio mexicano.

Según los registros históricos, Hernán Cortés desembarcó en la costa de Tabasco y, tras establecer un campamento, pronto se encontró con la resistencia de los grupos indígenas locales. Los mayas-chontales, liderados por sus caciques, no estaban dispuestos a aceptar la dominación extranjera sin luchar. La batalla que siguió fue intensa y, para los estándares europeos de la época, extraordinariamente sangrienta.

Hernán Cortés y sus fuerzas triunfaron en la Batalla de Centla  (Ilustración: Steve Allen)
Hernán Cortés y sus fuerzas triunfaron en la Batalla de Centla (Ilustración: Steve Allen)

Los españoles, aunque superados en número, contaban con ventajas tecnológicas significativas, como armaduras, caballos (que nunca habían sido vistos por los indígenas antes) y armas de fuego, que jugaron un papel crucial en el resultado del enfrentamiento. La caballería, en particular, impresionó y aterrorizó a los guerreros indígenas, que luchaban principalmente con armas bastante más rudimentarias.

La Malinche: entregada a Cortés tras ganar la batalla

La victoria española en la Batalla de Centla se consolidó con la captura de los líderes indígenas. Como símbolo de su derrota y sumisión, la cacica local, conocida como la Malinche o Malintzin, fue entregada a Cortés. Malintzin desempeñaría un papel crucial como consejera y eventualmente amante de Cortés, facilitando la comunicación y las alianzas con otros grupos indígenas.

La Malinche dominaba varios idiomas indígenas y aprendió rápidamente el español, lo que le permitió actuar como intérprete entre Cortés y los pueblos indígenas. Su habilidad lingüística fue vital para las negociaciones de Cortés con varias civilizaciones, incluyendo la liderada por el emperador Moctezuma en Tenochtitlán.

La Malinche fue entregada a Cortés tras ganar la batalla  (Foto: INAH)
La Malinche fue entregada a Cortés tras ganar la batalla (Foto: INAH)

La figura de la Malinche es compleja y ha sido interpretada de diversas maneras a lo largo de la historia. Para algunos, representa la traición, al haber asistido a los invasores españoles en contra de su propio pueblo. Sin embargo, revisiones históricas recientes la consideran una víctima de sus circunstancias, que utilizó su inteligencia y habilidades lingüísticas para sobrevivir en un periodo de grandes turbulencias.

Tras idas y venidas, triunfos y derrotas, Hernán Cortés y su ejército lograron terminar con siglos de poderío de los mexicas y se instauró en La Gran Tenochtitlan una nueva colonia para la corona española: Nueva España. Hoy, la mezcla de ambas culturas y el sincretismo de dos mundos tan diferentes forman parte de nuestra identidad como mexicanos.

La Batalla de Centla simboliza el inicio de la conquista española del territorio mexicano, una empresa que llevaría al establecimiento del dominio español sobre gran parte de América Latina durante los siguientes siglos. Este evento es un reflejo de las complejas interacciones entre europeos e indígenas, marcando el comienzo de una era de cambios profundos, conflictos y mestizaje cultural que daría forma a la identidad mexicana.