¿Puedo asfixiarme al comer semillas de chía en seco?

Este riesgo poco conocido de la chía puede evitarse si se consume de la forma correcta

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La chía es considerado un superalimento por su elevado contenido de antioxidantes (Imagen Ilustrativa Infobae)
La chía es considerado un superalimento por su elevado contenido de antioxidantes (Imagen Ilustrativa Infobae)

La chía es uno de los alimentos que se consideran más saludables entre los especialistas en nutrición debido a que aportan una gran cantidad de nutrientes, entre los que destacan su elevado contenido de omega 3, por lo que su consumo siempre será recomendado por médicos y nutriólogos.

Sin embargo, algunos especialistas ha comenzado a alertar sobre un posible riesgo poco conocido de este alimento, el cual, a pesar de ser altamente benéfico para la salud, podría incluso representar un riesgo para la vida.

Y es que cuando se habla del consumo de este alimento, muchos especialistas suelen sugerir que la mejor forma de hacer es remojándolo previamente en algún líquido, como agua o leche u otro alimento con esta consistencia, como es el caso del yogurt.

La recomendación suele basarse en que de esta forma se previene que la semilla se rompa y se pierdan sus nutrientes (lo cual ocurre más fácilmente con la semilla seca) debido a que estos se encuentran al interior de la semilla; sin embargo, al parecer, dicha indicación podría tratarse de una precaución para evitar un riesgo desconocido de la chía.

Las semillas de chía pueden incrementar hasta 12 veces su tamaño cuando se humedecen (Imagen Ilustrativa Infobae).
Las semillas de chía pueden incrementar hasta 12 veces su tamaño cuando se humedecen (Imagen Ilustrativa Infobae).

A saber, el riesgo del que alertan es que consumir una gran cantidad de chía seca puede provocar riesgo de asfixia al tragar. Esto se debe a que al mojarse la chía puede incrementar hasta 12 veces su tamaño, por cual, sino no se calcula cuánta expansión tendrá la cantidad de chía que se ingiere al momento de ingresar a nuestro cuerpo y mojarse con la saliva, esta podría generar un bloqueo antes de lograr bajar por el esófago.

Sin embargo, es importante mencionar que este riesgo se enfoca prácticamente de manera exclusiva a personas que presenten alguna condición que les genere problemas para tragar o que dificulten su proceso de deglución, la cual es conocida como disfagia y puede presentarse como síntoma de otras enfermedades, tales como tumores, acalasia, anillo esofágico, entre otros.

Para ellos, la mejor forma de consumir la chía será siempre remojándola previamente siempre que se desee consumirla.

Si bien para los especialistas esta es la mejor forma de consumirla para todos, quienes no padecen estos problema de salud pueden consumir la chía en seco sin riesgo, obteniendo los mismos beneficios, aunque remojarla ayuda a prevenir otros efectos secundarios como la hinchazón o los gases, los cuales se deben a su elevado contenido de fibra y cuyo efecto disminuye cuando se consumen remojadas.

El riesgo antes mencionado es para personas que presenten problemas para tragar (Imagen Ilustrativa Infobae).
El riesgo antes mencionado es para personas que presenten problemas para tragar (Imagen Ilustrativa Infobae).

Para que se aprovechen los beneficios de la chía, es recomendable consumir entre 10 y 15 gramos de semillas diariamente, lo cual equivale a dos cucharadas.

Algunos beneficios del consumo de chía son:

Las semillas de chía son reconocidas por mejorar la digestión, respaldado por investigaciones que indican su capacidad para facilitar la absorción de nutrientes en el intestino, promover la proliferación de flora intestinal beneficiosa y combatir el estreñimiento gracias a su alto contenido en fibra.

También juegan un papel importante en la regulación del peso corporal; el consumo de estas semillas en agua puede ayudar a disminuir la sensación de hambre al expandirse en el estómago.

En cuanto a la prevención de enfermedades crónicas, la evidencia sugiere que las semillas de chía tienen efectos positivos en la salud cardiovascular, la diabetes y la obesidad, los cuales son dados por su elevado contenido de omega 3, siendo este uno de los alimentos que lo aportan en mayor cantidad.

Se sabe que su consumo ayuda a reducir el riesgo de desarrollar diabetes (Imagen Ilustrativa Infobae)
Se sabe que su consumo ayuda a reducir el riesgo de desarrollar diabetes (Imagen Ilustrativa Infobae)

Adicionalmente, se han destacado por su potencial para reducir la inflamación, estabilizar los niveles de azúcar en sangre y disminuir los triglicéridos.

Por su parte, su elevado contenido de antioxidantes también se asocian a la prevención del envejecimiento prematuro.