El resfriado en gatos es una infección frecuente de las vías respiratorias superiores que suele manifestarse con síntomas similares a los del resfriado humano, como estornudos y secreción nasal. Aunque en la mayoría de los casos se trata de un proceso leve que se resuelve en una o dos semanas, la atención y los cuidados en casa resultan fundamentales para evitar complicaciones y garantizar el bienestar del animal.
De acuerdo con el Centro médico veterinario de Tennessee, los resfriados en esta especie son infecciones provocadas principalmente por agentes como el calicivirus felino y el herpesvirus. Al respecto, Irene Juste, Ayudante Técnico Veterinaria y editora en el portal especializado Experto Animal, señala que estos episodios suelen presentarse con mayor frecuencia durante los meses de invierno, cuando las bajas temperaturas favorecen la aparición de enfermedades.
Sumado a ello, factores como el estrés, una alimentación deficiente, la mala ventilación del entorno y la convivencia con otros animales o personas pueden aumentar el riesgo de que un ejemplar desarrolle un resfriado. La experta subraya que la disminución de defensas, a menudo relacionada con carencias nutricionales, también es un factor determinante en la aparición de estos cuadros.
Los síntomas más habituales incluyen estornudos, moqueo, congestión nasal y, en ocasiones, conjuntivitis. El Centro médico veterinario de Tennessee advierte que los individuos más vulnerables a complicaciones son los gatitos lactantes, los animales mayores y aquellos que presentan otras afecciones que debilitan su sistema inmunológico, especialmente si no han sido vacunados.
En los casos mencionados, se recomienda extremar las precauciones y vigilar de cerca la evolución de los síntomas.
Cuidados en casa para un gato con resfriado
Aunque esta enfermedad no tiene cura directa, existen varias formas de aliviar sus síntomas y hacer que el proceso sea más llevadero para tu mascota. Entre ellas, Juste señala cinco principales:
1. Ayúdale a comer
Durante el resfriado, es común que los animales pierdan el apetito debido a la congestión nasal y el malestar general, no obstante, mantener una buena nutrición es crucial para fortalecer su sistema inmunológico. Algunas estrategias para estimular su alimentación incluyen:
- Ofrecer comida caliente, ya que desprende más olor y puede atraer al minino.
- Usar alimentos con aromas fuertes, como atún enlatado.
- Remojar su comida habitual con caldo de pollo para ablandarla y potenciar su sabor.
- Triturar el alimento si la garganta está inflamada, facilitando la ingestión.
- Acercarle la comida directamente a la boca si no come por sí solo.
- Untar un poco de alimento o miel en su patita para que la lama y se motive a comer.
Además, es fundamental proporcionarle agua fresca y abundante, ya que los procesos virales suelen causar deshidratación con facilidad.
2. Mantén la temperatura adecuada
El calor es un aliado importante para un felino enfermo, así que asegúrate de que el ambiente esté cálido y libre de corrientes de aire.
Coloca mantas donde pueda acurrucarse y dormir tranquilo, lo cual, además de proporcionarle confort, ayudará a su recuperación.
Por último, recuerda mantener una temperatura estable en su entorno para no empeorar su estado.
3. Limpieza de ojos y nariz
La congestión y la secreción nasal pueden dificultar la respiración y la visión del gato, para ayudarlo, limpia estas partes de su cuerpo con frecuencia utilizando gasa esterilizada y suero fisiológico.
Para llevar a cabo esto, Juste señala que es importante usar una gasa distinta para cada ojo y otra para la nariz para evitar posibles contagios.
Si hay signos de conjuntivitis, consulta al veterinario sobre soluciones oftálmicas adecuadas, pues en caso de obstrucción nasal, administrar suero en la nariz puede facilitar la limpieza y el alivio.
Un remedio casero adicional es la infusión de manzanilla, siempre entibiada, que puede humedecer el material de algodón, esto ayuda a mantener la higiene y permite que el animal respire mejor.
4. Uso de humidificador o baños de vapor
Incrementar la humedad del ambiente ayuda a abrir las vías respiratorias y facilita la expulsión de fluido nasal. Si cuentas con un humidificador en casa, úsalo en la habitación donde descansa tu mascota.
Si no tienes uno, los baños de vapor son una alternativa eficaz; para ello, deja correr agua muy caliente en el cuarto, cierra la puerta y ventana, y permite que tu mascota permanezca unos minutos, máximo 15, respirando el vapor. Este método, de acuerdo con Juste, ayuda de manera casi inmediata.
5. Descanso y comodidad
Aunque puede parecer lógico, el reposo es esencial para que el minino recupere sus fuerzas; asegúrate de proporcionarle un lugar cómodo, cálido y tranquilo donde pueda dormir sin interrupciones. Evita forzarlo a jugar o moverse demasiado, ya que necesita concentrar su energía en la recuperación.
Si observas que después de cuatro días no hay mejoría, que el felino tiene dificultad para respirar, fiebre alta, letargo extremo o cualquier síntoma que te preocupe, acude al veterinario de inmediato. Un resfriado persistente puede complicarse y derivar en infecciones más graves, como neumonía, que requieren atención profesional.