La migración anual de decenas de millones de cangrejos rojos, conocidos científicamente como Gecarcoidea natalis, se dirige hacia el océano en la Isla de Navidad, donde una pequeña comunidad humana los apoya utilizando sopladores de hojas y rastrillos de jardín para facilitar su paso.
Alexia Jankowski, administradora interina del Parque Nacional de la Isla de Navidad, informó a The Associated Press (AP) que en este pequeño territorio insular australiano del Océano Índico habitan hasta 200 millones de ejemplares, de los cuales aproximadamente la mitad migra desde sus madrigueras en el bosque hasta la costa para reproducirse.
El inicio de las lluvias de verano en el hemisferio sur fue el desencadenante de este fenómeno. Según la mujer, “los cangrejos buscan sombra durante el mediodía, por lo que su desplazamiento más intenso ocurre en las primeras horas de la mañana y al final de la tarde, cuando avanzan lentamente en grandes filas a través de caminos y jardines rumbo a la costa”.
La migración y la convivencia con los ciudadanos de la isla
Los 1,200 habitantes de la isla suelen hacer todo lo posible por despejar las carreteras de la alfombra roja que forman los cangrejos durante la migración: “Algunos podrían verlos como una molestia, pero la mayoría de nosotros consideramos un privilegio vivir esta experiencia. No discriminan; cualquier obstáculo que encuentren para llegar a la orilla lo atravesarán. Y si dejas la puerta de tu casa abierta, volverás y encontrarás un montón de cangrejos rojos en la sala”, comentó Jankowski para AP.
Durante la migración, los crustáceos cubren por completo muchas zonas, lo que convierte el tránsito en un desafío para los conductores, por lo que quienes necesitan salir en coche por la mañana deben rastrillar primero para evitar dañar a los animales que se cruzan por las calles.
Esta convivencia única entre humanos y cangrejos ha llevado a la comunidad a adoptar medidas de respeto y protección durante la migración anual. Además de despejar las vías, los residentes ajustan sus actividades diarias para minimizar el impacto sobre los crustáceos, demostrando así un profundo compromiso con la conservación de esta emblemática especie y el equilibrio natural de la isla.
Reproducción y ciclo de vida de los cangrejos rojos
En las orillas, los cangrejos machos excavan madrigueras donde las hembras permanecen durante dos semanas, depositando y incubando sus huevos, mientras que en el caso de las hembras se espera que libren sus huevos al océano con la marea alta, alrededor del 14 o 15 de noviembre, coincidiendo con el cuarto menguante.
Las crías pasan aproximadamente un mes navegando en las corrientes oceánicas como diminutas larvas antes de regresar a la costa entre 3 y 4 semanas después de la liberación de huevos, con posibles retornos adicionales en febrero, dependiendo de las condiciones del mar.
“Cuando son pequeños, solo la mitad del tamaño de una uña, no podemos rastrillarlos porque los aplastaríamos. Así que usamos sopladores de hojas”, dijo Jankowski.
Características de la especie
La mayoría de los más de 100 millones de cangrejos rojos de la Isla de Navidad habitan principalmente en selvas tropicales húmedas, aunque también pueden encontrarse en terrazas costeras y hasta jardines domésticos.
Su alimentación es predominantemente herbívora, consumiendo hojas caídas, frutas, flores y plántulas. Sin embargo, su dieta no es exclusiva, ya que también se alimentan de cangrejos muertos, aves y del caracol gigante africano introducido en el ecosistema.
Además, esta especie juega un papel vital en la salud de la selva tropical, ya que al consumir plantas selectivamente, limpiar la hojarasca y remover el suelo, fertilizan el terreno con sus excrementos, favoreciendo la regeneración y la vitalidad del ecosistema.