Bajo cero y con hambre: el milagroso rescate de un gato negro en Canadá

El felino sufrió heridas tras una pelea con un animal callejero, llegó a una casa en búsqueda de alimento y encontró un lugar seguro donde no volviera a ser atacado

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Cuando fue rescatado el felino tenía cortes en sus patas, los ojos llorosos y no quería acercarse a ninguna persona (Instagram comrescuemontreal)
Cuando fue rescatado el felino tenía cortes en sus patas, los ojos llorosos y no quería acercarse a ninguna persona (Instagram comrescuemontreal)

Balth es un gato negro que estaba caminando por las calles de Montreal en Canadá hasta que llegó a las escaleras de una casa en una noche fría. El felino pasó toda la noche afuera en espera de que alguien lo encontrara y esta decisión le cambió la vida, pues encontró el alimento necesario para recuperar sus fuerzas.

Celine, la dueña de la casa, regularmente deja un plato con croquetas para que los gatos callejeros puedan comer un poco y una mañana se percató que el alimento que deja en la terraza desapareció por completo, a lado del plato había unas manchas de sangre, así que comenzó a investigar la situación.

La mujer dueña del refugio Chatons Orphelins Montreal explicó en entrevista para el blog Love Meow que al ver las manchas de sangre sabía que uno de los gatos callejeros estaba en problemas, así que ideó un plan para capturar al felino herido.

Una segunda oportunidad

Balth durante su proceso de sanación. El gato logró recuperar mucho peso gracias a los medicamentos y sus alimentos altos en nutrientes (Instagram comrescuemontreal)
Balth durante su proceso de sanación. El gato logró recuperar mucho peso gracias a los medicamentos y sus alimentos altos en nutrientes (Instagram comrescuemontreal)

Celine explicó al mismo medio que la primera noche que apareció el animal para acabarse las croquetas las temperaturas estaban bajo cero y era muy probable que Balth no sobreviviera mucho tiempo si el clima continuaba igual. “Poco después, escuché que se cerraba la puerta y vi una bola de pelo en la trampa que hice. El gato tenía tanta hambre que fue directo a buscar comida”, relató sobre cómo capturó al gato.

La rescatista detalló que las heridas del felino fueron provocadas por una pelea con otro callejero, la criatura estaba tan espantada que cuando entró a la casa de la mujer se acurrucó en un rincón que después adoptaría como su nueva habitación. Balth parecía que estaba huyendo de alguien y se escondió de inmediato.

“Estaba asustado y flaco. Tenía una herida en la pierna, ojos llorosos y dio positivo a virus de inmunodeficiencia felina (FIV+). La rescatista lo acogió de inmediato y decidió llamarlo Balth porque cuando estaba siendo atendido en la veterinaria se acurrucó sobre el lavabo.

El tratamiento hizo efecto rápido, el felino gradualmente se curó de sus heridas gracias al medicamento y a la abundante comida nutritiva que le dieron. “No conocía a los humanos antes de llegar con nosotros y comenzó a socializar hasta que llegó a sus casa temporal”, comentó Celine.

El gato que abrió su corazón

El felino dio positivo al virus de inmunodeficiencia felina y fue enviado a una casa temporal (Instagram comrescuemontreal)
El felino dio positivo al virus de inmunodeficiencia felina y fue enviado a una casa temporal (Instagram comrescuemontreal)

Balth se refugió debajo de una cama y solo salía cuando no había nadie cerca, le costó mucho trabajo adaptarse a su nueva casa de acogida, en sus ojos se reflejaba que estaba actuando con cautela y comenzó a escabullirse entre las sombras de la casa para evitar el contacto humano.

Después de convivir varios días con sus adoptantes temporales, el félido entendió que ya estaba lejos de peligro y que las personas sólo querían su bienestar. Una noche se aventuró a salir cuando había gente en su casa, comenzó a explorar los alrededores y cuando agarró más ánimo se acurrucó sobre las piernas de su cuidador.

El gato se enamoró del sonido de las latas de atún cuando se abren. A la hora de la comida sale del lugar en el que está escondido en cuanto el sonido del metal comienza a escucharse en la habitación.

La rescatista explicó que Balth ya no se tendrá que volver a preocupar sobre el origen de su comida. “Con una rutina y el cuidado gentil de su familia adoptiva, aprendió a confiar e incluso encontró su ronroneo”, comentó la rescatista. “Es un alma amable con patas enormes y rechonchas. Ha salido de su caparazón y ahora anhela afecto, empezó a jugar y a disfrutar los cariños”, concluyó la mujer.

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