Rags, el perro héroe de guerra que ayudó a cientos de soldados durante la Primera Guerra Mundial

El departamento de prensa del ejército popularizó la historia de Rags y provocó que The New York Times escribiera múltiples artículos sobre sus heroicas hazañas

Rags se convirtió en la mascota de la 1ra división de infantería de EEUU durante la primera guerra mundial. (Dominio público/Wikicommons)

En julio de 1918, James Donovan y George E. Hickman, soldados de la primera división de infantería de Estados Unidos, se encontraban celebrando el Día de la Bastilla en un bar en Montmartre, París, cuando a lo lejos avistaron lo que ellos creyeron se trataba de un montón de trapos.

Al llegar al andrajoso montículo, cayeron en cuenta de que se trataba de un pequeño terrier que estaba durmiendo plácidamente en la acera, lo adoptaron y decidieron llamarlo Rags o “Trapos”, luego de confundirlo con un bulto de harapos.

Donovan formó parte del desfile del Día de la Bastilla y se había retrasado en volver a su unidad, para evitar ser acusado de deserción, el soldado le mintió a la Policía Militar, diciendo que Rags era la mascota desaparecida de la primera división de infantería y que él formaba parte del grupo de búsqueda.

Desde entonces, el perro se convirtió, de verdad, en la mascota del pelotón estadounidense. Los soldados notaron que Rags era increíblemente bueno para levantar la moral del equipo, pero también tenía otra cualidad. El perro sirvió como un “sistema de alerta” para la gente en el campo de batalla pues, cuando el can escuchaba el sonido de un ataque entrante de mortero, inmediatamente se agazapaba y se quedaba pecho tierra.

Un mensajero que salvó miles de vidas

Rags sirvió junto a Donovan como mensajero de los Signal Corps. (National Archives)

La labor de Rags no era únicamente alertar a los soldados, Donovan era parte del Signal Corps, división del ejército encargada de crear y gestionar sistemas de comunicación e información dentro del campo de batalla, su tarea principal era reparar los cables telefónicos de campaña que resultaran dañados por los bombardeos constantes. Para hacerlo, los miembros de esta rama de las fuerzas armadas debían correr por el frente y con frecuencia resultaban heridos o muertos.

Donovan entrenó a Rags para que llevara mensajes escritos en papel pegados a su cuello y, en julio de 1918, 42 hombres, junto al terrier y su dueño, fueron aislados y rodeados por los alemanes. El can entregó con éxito un mensaje que resultó en un bombardeo de artillería que terminó en el rescate de todos los hombres.

Las hazañas del perro no se detuvieron ahí, en septiembre del mismo año, Rags y Donovan participaron en la última campaña estadounidense en la Primera Guerra Mundial, el can llevó un mensaje del primer batallón del veintiseisavo regimiento de infantería al séptimo batallón de artillería de campaña, que provocó un bombardeo que, a su vez, logró que el ejército asegurara la carretera de Very-Epinonville.

El condecorado mensajero y su pérdida

Tras su fallecimiento a los 20 años de edad, Rags fue enterrado con honores y en su epitafio recibió el título de héroe de guerra. (Dominio público/Wikicommons)

El 9 de octubre de 1918, un mes antes de que terminara la Primera Guerra Mundial, Rags y Donovan fueron bombardeados por los alemanes. El perro sufrió heridas en las piernas, quedó ciego de un ojo y perdió la audición en un oído, no obstante, su dueño resultó gravemente herido a causa del ataque con gas.

Ambas víctimas fueron llevadas a varios hospitales, donde recibieron atención médica. Rags se curó rápidamente de sus heridas, no así Donovan. El miembro de los Signal Corps tuvo que ser llevado en barco desde Brest, Francia, hasta Fort Sheridan, Chicago, pero siempre acompañado de su leal perro.

Una vez en Estados Unidos, Donovan fue internado en el Fort Sheridan Base Hospital, que se especializaba en heridas provocadas por ataques de gas, pero a inicios de 1919 el soldado murió. Algunos miembros del batallón del fallecido dueño de Rags llevaron al perro a la cama donde se encontraba su amigo, el animal olfateó el lecho de muerte y entendió lo que había sucedido.

El héroe de guerra permaneció tumbado en el suelo y sin comer durante una semana completa, hasta que un día, aparentemente superó la pérdida de Donovan.

Durante un despliegue militar en Nueva York, el departamento de prensa del ejército popularizó la historia de Rags, quien de inmediato se convirtió en una celebridad. The New York Times publicó numerosos artículos sobre él, recibió múltiples cintas y medallas y en 1928 marchó por Broadway, Nueva York, con las tropas de la primera división de infantería.

Desde 1928, Rags vivió con la familia del mayor Raymond W. Hardenbergh, hasta que falleció en 1936, a los 20 años de edad. Fue sepultado con honores militares y se erigió un monumento en su honor en el Aspin Hill Memorial Park en Silver Spring, Maryland.