
La película Laberinto (Labyrinth, 1986) fue una apuesta a lo grande que contó con la dirección de Jim Henson, el padre de los Muppets, y la producción ejecutiva de George Lucas, ampliamente conocido por crear la franquicia Star Wars. Aunque en el momento de su lanzamiento el musical fantástico protagonizado por David Bowie generó críticas mixtas, con el correr de los años triunfó entre el público y ganó un estatus de clásico.
En los años posteriores se rumoreó la posibilidad del desarrollo de una continuación, pero recién en 2016 se realizó un anuncio oficial con Fede Álvarez, responsable de Alien Romulus, como director. Cuatro años después se conoció que el cineasta uruguayo había abandonado el proyecto y que Scott Derrickson lo sustituiría. Lamentablemente, las ideas no lograron avanzar mucho más allá del papel y el nuevo capítulo de Laberinto quedó enterrado. Ahora el clásico podría tener una nueva oportunidad de la mano otro director emergente: Robert Eggers.
Según Jeff Sneider, de The InSneider, el cineasta detrás de la reimaginación de Nosferatu está en conversaciones avanzadas con Sony y The Jim Henson Company para llevar adelante una nueva versión de la película. Todavía no está claro si la idea es que el proyecto sea una secuela o un remake, pero se espera que Eggers se encargue de la escritura del guion además de dirigir.

La supuesta incorporación de Eggers al nuevo proyecto de Laberinto podría ser lo que dé a la propiedad el impulso que necesita para ponerse finalmente en marcha, dado que muchos críticos han calificado la nueva Nosferatu como una de las mejores películas de género del año. Aun así, hay que reconocer que, si bien Sneider ha proporcionado información precisa y es considerado una fuente confiable en ciertos círculos, también cometió errores y estuvo involucrado en controversias, por lo que este trascendido todavía debería ser considerado un rumor.
Laberinto siguió a Sarah (Jennifer Connelly), una adolescente soñadora y aficionada a las historias de fantasía, que accidentalmente desea que su hermanito, Toby, sea llevado por el Rey de los Goblins, Jareth (David Bowie). Cuando su deseo se cumple, Jareth le da 13 horas para atravesar un laberinto lleno de criaturas extrañas, acertijos y trampas mágicas, y rescatar a su hermano antes de que se convierta en un goblin para siempre. A lo largo del camino, Sarah enfrenta desafíos que la obligan a madurar y a aprender el valor del sacrificio y la responsabilidad.
En caso de confirmarse la participación de Eggers, el director conocido por su habilidad para crear atmósferas inmersivas y su interés por explorar los límites entre lo real y lo fantástico, podría ofrecer una reinterpretación oscura y profundamente visual del clásico de Henson. Por ahora, los fans tendrán que esperar confirmaciones oficiales, pero la posibilidad de ver un Laberinto renovado bajo la visión de talentoso cineasta es emocionante para quienes crecieron con esta historia y para las nuevas generaciones que podrían descubrirla.
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