Qué le pasa al cerebro cuando llega la menopausia: ¿es verdad que crece el riesgo de Alzheimer?

En su nuevo libro, “Encendidas”, la argentina Mariana Carbajal explica todo lo que hay que saber de este proceso, desde cómo controlar los síntomas más comunes (sofocos, niebla mental, insomnio) hasta los chips sexuales.

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"Encendidas", de Mariana Carbajal, un "viaje íntimo por la menopausia" y una “guía para anticiparse y transitarla mejor”. (Shutterstock)
"Encendidas", de Mariana Carbajal, un "viaje íntimo por la menopausia" y una “guía para anticiparse y transitarla mejor”. (Shutterstock)

Aunque en los últimos años el tabú que existía alrededor de la menopausia empezó a ceder ante la naturalización del tema, todavía sigue siendo algo difícil de abordar para muchas. Es por eso que, al atravesarla y vivir en carne propia la desinformación que todavía existe al respecto, la escritora y periodista argentina Mariana Carbajal decidió investigar para escribir Encendidas, un libro con el que busca ayudar a mujeres como ella a perderle el miedo a esta nueva etapa de sus vidas.

“Este libro, amiga, es para vos -escribe la autora en la introducción-. Sí, para vos, que empezaste a llevar un abanico en la cartera, que lidiás con noches de insomnio, que perdés los anteojos y no recordás el título de la última serie que viste. Para vos, que a veces te ponés triste y no sabés por qué. Para vos, que te pasan estas cosas, pero al mismo tiempo te sentís en el mejor momento de la vida: madura, deseante, hermosa y segura”.

Desde los mitos y prejuicios que todavía existen alrededor de la menopausia hasta cómo este proceso afecta al cerebro de las mujeres -como puede leerse en el fragmento al final de esta nota-, Carbajal explica, paso a paso, todo lo que hay que saber en este “viaje íntimo” que sirve como “guía para anticiparse y transitarla mejor”.

¿Menopausia es igual a descenso de la libido? ¿Es cierto que crece el riesgo de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas? ¿Son preocupantes aquellos síntomas como los sofocos y la niebla mental? ¿Pueden evitarse? ¿Qué dietas se recomiendan para este periodo? ¿Sirven los chips sexuales? Todo esto y mucho más en Encendidas, de Mariana Carbajal.

“Encendidas”, de Mariana Carbajal (fragmento)

"Encendidas", de Mariana Carbajal, editado por Grijalbo.
"Encendidas", de Mariana Carbajal, editado por Grijalbo.

¿Qué le pasa a nuestro cerebro?

Hablemos también de los olvidos o la niebla mental que llegan con la menopausia. Juro que temí que podía estar empezando a desarrollar demencia o algún tipo de enfermedad neurodegenerativa cuando tomé conciencia de que no retenía nombres —nunca había sido mi fuerte, debo decir—, o no sabía si había tomado o no una vitamina, apenas un segundo después de haberla tomado. Nos enfrentamos, amiga, a un montón de estas escenas que ponen en jaque nuestra memoria.

La niebla mental de la menopausia es un grupo de signos que incluye: dificultad para recordar palabras y números, alteraciones en la vida diaria (extraviar elementos como llaves), dificultad para concentrarse (distracción, perder el tren de pensamiento, tendencia a estar dispersa), dificultad para cambiar de actividad, olvidar el motivo al hacer algo y no recordar citas y eventos. Los estudios de investigación encuentran que, de hecho, la memoria de las mujeres cambia en la menopausia, por lo que estas quejas son reales, no están en nuestra imaginación. La niebla mental es normal y común en la mediana edad.

Estas son las malas noticias. Pero hay buenas.

Estos cambios tienden a ser temporales. Y a menos que estés genéticamente predispuesta, desarrollar demencia en la mediana edad es extremadamente raro. La otra buena noticia es que hay pasos que se pueden seguir para mantener o mejorar la cognición y la salud en general.

Mariana Carbajal: "La memoria de las mujeres cambia en la menopausia, por lo que estas quejas son reales, no están en nuestra imaginación".
Mariana Carbajal: "La memoria de las mujeres cambia en la menopausia, por lo que estas quejas son reales, no están en nuestra imaginación".

Todo, amiga, otra vez, tiene que ver con la caída en la producción de estrógenos. Aunque lo más frecuente es considerarlo como una hormona sexual, el estrógeno también juega un papel crucial en el mantenimiento de nuestra salud cognitiva. Con receptores dispersos en todo el cerebro, el estrógeno influye en las regiones involucradas en la cognición, incluido el hipocampo y la corteza prefrontal. “Los investigadores de Mayo Clinic plantean la hipótesis de que la pérdida de estrógeno desactiva estos receptores y provoca cambios en el cerebro asociados con la menopausia”, explica Brent Bauer, médico de la Clínica Mayo, de EE.UU. en un artículo muy interesante de su autoría titulado “Menopausia y niebla mental (y lo que puede hacer al respecto)”, del 1 de febrero de 2023, que me recomendó Guido Dorman, médico neurólogo de la Clínica de la Memoria de INECO y docente adscripto a la cátedra de Neurología de la Facultad de Medicina de la UBA.

Pero el cerebro es adaptable. Por ejemplo, una pérdida de estrógeno conduce temporalmente a un menor metabolismo de la glucosa en el cerebro, del cual dependen las células para obtener energía. En cambio, el cerebro usa trifosfato de adenosina (ATP) como fuente alternativa de combustible. Durante estos períodos temporales de adaptación, es cuando nosotras tenemos esos efectos secundarios, como los sofocos y problemas para dormir que llegan con el climaterio. Estos signos corporales, a su vez, nos cuenta Bauer, afectan nuestro cerebro por derecho propio, y provocan cambios de humor y problemas cognitivos. Está todo encadenado.

Aunque la investigación continúa sobre los efectos de la Terapia de Reemplazo Hormonal en la cognición de las mujeres menopáusicas, es importante tener en cuenta que ninguna asociación médica importante u organización profesional actualmente recomienda que las mujeres tomen TRH para la salud del cerebro, dice Bauer. Nos puede beneficiar o no en otros aspectos. Pero no hay una relación comprobada de que sea mejor para nuestra salud cognitiva.

El cerebro antes, durante y después de la menopausia.
El cerebro antes, durante y después de la menopausia.

¿Hay relación entre la menopausia y el Alzheimer?

Esa es otra pregunta que me hice. La demencia tipo Alzheimer tiene una prevalencia del 7,1% en mujeres y un 3,3% en hombres de más de 55 años. Es decir, las mujeres tenemos el doble de riesgo de desarrollar este tipo de deterioro cognitivo respecto a los hombres. ¿La caída de estrógenos a partir de la menopausia tiene algo que ver?

El médico neurólogo Guido Dorman me dijo que después de la menopausia, cuando los niveles de estrógenos disminuyen significativamente, se ha observado que algunas mujeres experimentan cambios en la función cognitiva y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. “Esto ha llevado a especulaciones sobre una posible relación entre la falta de estrógenos después de la menopausia y el aumento del riesgo de desarrollar Alzheimer. No obstante, es importante destacar que la relación exacta entre la menopausia y el Alzheimer aún no está completamente comprendida y sigue siendo objeto de investigación”, aclaró.

Es decir, se requieren más estudios para determinar si la disminución de los niveles de estrógenos después de la menopausia es un factor de riesgo independiente para el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer o si hay otros factores involucrados.

Me parece importante destacar que la menopausia por sí sola no tiene una relación directa con la posibilidad de que una mujer desarrolle Alzheimer o problemas cognitivos. Existen mujeres que pasan por la menopausia sin experimentar cambios significativos en la función cognitiva, y otras que desarrollan Alzheimer antes de llegar a la menopausia. La investigación sobre la relación entre la menopausia y el Alzheimer está en curso, y se necesitan más estudios para comprender mejor esta asociación. Si tenés preocupaciones sobre tu salud cerebral y el riesgo de Alzheimer, es recomendable consultar a un o una especialista en la materia, quien va a poder brindarte, amiga, una evaluación individualizada y recomendaciones basadas en tu situación específica.

Sí hay acuerdo, me decía Dorman, en que es fundamental para esta etapa que nos centremos en mantener un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada —recomendó puntualmente la llamada dieta mediterránea—, ejercicio regular, estimulación cognitiva y controles médicos adecuados.

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