Quizás Tini Stoessel nunca había sido tan intensamente Tini como la mañana en que se animó a convertirse en Audrey Hepburn y su inolvidable Holly Golightly, de la película Desayuno en Tiffany's.
"Siento que voy a volver a cuando era chica…", comentó ansiosa mientras contemplaba el vestuario que le permitió encarnar al personaje. Es que su juego favorito cuando era nena consistía en escabullirse al vestidor de su mamá y usar su ropa para recrear personajes.
Pero éste no fue un disfraz más. Ella misma eligió a Audrey Hepburn, cuya biografía atesora. "La admiro como mujer". Cuando el collar de perlas ya había dado varias vueltas sobre su cuello, hubo algo que pareció haber dejado de ser un juego. Ante las vidrieras con joyas, mientras tomaba el café con una medialuna, se adueñó de la mítica escena. Acaso fue el último juego de una niña que ya le abrió paso a sus sueños de mujer…
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