El interés por aprender inglés después de los 60 crece de manera sostenida en la generación silver. Las alternativas para quienes deciden asumir este desafío son cada vez más variadas, tanto en el país como en el extranjero, y los beneficios reportados por investigaciones recientes incluyen mejoras cognitivas y una mayor integración social.
Esta tendencia responde a factores como el envejecimiento poblacional, la búsqueda de bienestar y la necesidad de adaptarse a entornos globalizados y digitales.
La demanda de cursos de idiomas ha aumentado en los últimos años, impulsada por el deseo de mantenerse activos, viajar o comunicarse con familiares en el exterior.
Instituciones públicas y privadas ofrecen programas universitarios y comunitarios para adultos mayores y ampliaron su oferta de inglés, adaptando los contenidos y metodologías a las necesidades de este grupo etario.
Por su parte, se observa un crecimiento en la participación de mayores de 50 años en programas de inmersión en el extranjero, lo que refleja una apertura a nuevas experiencias educativas y culturales.
Opciones locales para arrancar el 2026
En el país, las alternativas para cursos de inglés para adultos mayores incluyen propuestas presenciales, universitarias, privadas y online, con programas especialmente diseñados para este segmento.
El Centro de Idiomas de Buenos Aires (CIBA) ofrece clases presenciales dos veces por semana, con niveles estructurados y certificación oficial al completar cada etapa. La Universidad Católica de Córdoba y otras instituciones provinciales desarrollan programas de extensión universitaria que contemplan niveles básico, intermedio y de conversación, orientados a la tercera edad.
Las academias privadas adaptan sus horarios y ritmos a las necesidades de los estudiantes mayores, con opciones grupales o individuales y un enfoque flexible.
El British Council brinda cursos online y tutorías individuales con docentes acreditados internacionalmente, lo que permite estudiar desde casa y acceder a certificaciones reconocidas. Además, existen plataformas públicas y gratuitas impulsadas por Buenos Aires Ciudad que facilitan el aprendizaje virtual con certificación en niveles básicos e intermedios.
Desde las instituciones se recomienda priorizar cursos que incluyan práctica oral y conversación, ya que el enfoque comunicativo resulta especialmente beneficioso para quienes se inician en el idioma en la adultez.
Experiencias en el extranjero
Para quienes buscan una inmersión en Inglaterra o en otros destinos, hay varias opciones.
Las escuelas acreditadas en ciudades como Londres, Oxford, Brighton y Cambridge ofrecen programas para adultos y seniors, con clases formales, actividades culturales y sociales, y grupos internacionales. Los cursos pueden durar desde una hasta seis semanas para quienes prefieren una experiencia breve, o extenderse hasta 24 semanas para un aprendizaje más profundo.
Existen programas específicos para mayores de 40 o 50 años, con actividades sociales y tiempos de descanso adaptados. El curso 50+ pone énfasis en la conversación y la integración de la historia y cultura. Las opciones de alojamiento incluyen residencias, familias anfitrionas y hoteles, lo que facilita la adaptación y la inmersión lingüística.
El Oxford International Study Centre (OISC) ofrece programas durante todo el año para estudiantes de 40 años en adelante, con grupos internacionales, actividades culturales, excursiones y acceso a bibliotecas universitarias. Los cursos contemplan desde niveles elementales hasta avanzados, y se adaptan a las necesidades individuales mediante pruebas de nivel previas al inicio.
Beneficios cognitivos y emocionales
La evidencia científica respalda los beneficios cognitivos de aprender un idioma en la tercera edad. El aprendizaje de una lengua extranjera y la participación en juegos mejoraron las habilidades cognitivas generales en adultos mayores.
En su tesis doctoral presentada en 2024 en la University of Groningen, la investigadora Floor van den Berg analizó cómo la experiencia multilingüe influye en la función cognitiva en adultos mayores.
El estudio combinó datos poblacionales con un experimento en el que adultos mayores que aprendieron inglés mostraron mejores resultados en tareas de flexibilidad cognitiva y memoria tras participar en un curso de idioma, lo que sugiere que desafiar al cerebro con aprendizaje lingüístico puede contribuir a mantener capacidades mentales en la vejez. Esta investigación aporta evidencia académica sólida sobre la relación entre el aprendizaje de nuevas lenguas y la preservación de funciones cognitivas en adultos mayores.
La tesis Estudio de caso: aprendizaje del inglés como segunda lengua de adultos mayores argentinos en Mar del Plata, Buenos Aires, de Xiomara Fabiola Cristina Sánchez Díaz (Maestría en Lenguas Extranjeras, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, 2025), exploró en profundidad la experiencia de jubilados argentinos que cursan inglés en entornos virtuales.
Desde una perspectiva andragógica, el trabajo resalta cómo estrategias educativas adaptadas pueden influir positivamente en la motivación, participación y resultados de aprendizaje de estudiantes mayores, al tiempo que fortalece su integración social y emocional.
La investigación pone en evidencia la importancia de modelos pedagógicos específicos para potenciar el aprendizaje de idiomas en la tercera edad.
Un estudio publicado en Nature Aging revela que hablar varios idiomas puede desacelerar el envejecimiento cerebral, un proceso caracterizado por descensos graduales en la velocidad de procesamiento, la atención y otras funciones cognitivas.
Al analizar datos de encuestas de más de 86.000 personas sanas de entre 51 y 91 años en 27 países europeos, los investigadores encontraron que quienes usan regularmente más de un idioma tienen la mitad de probabilidades de mostrar signos de envejecimiento biológico que quienes hablan solo uno.
“Lo que encontramos es que vivir en sociedades multilingües en realidad retrasa el deterioro cognitivo y funcional que suele acompañar al envejecimiento”, dice Lucía Amoruso, psicóloga del Basque Center on Cognition, Brain and Language y una de las autoras del estudio. “Todos envejecemos y, a medida que lo hacemos, empezamos a perder funciones cognitivas y a perder independencia”.
Los investigadores señalan que el multilingüismo puede fortalecer las redes del cerebro al ejercitarlas de manera constante, un efecto que parece volverse aún más potente cuando las personas entrenan estos “músculos” al sumergirse en entornos y culturas diversas.
Un idioma puede incrementar la motivación intrínseca y favorecer la integración social, aspectos clave para el bienestar emocional en la vejez. La Universidad de Valladolid, a través de un trabajo académico, propone combinar el aprendizaje del inglés con el uso de herramientas digitales, como blogs de viajes, para potenciar la motivación y la participación activa.
Recomendaciones y consejos prácticos
Varias ofertas coinciden en la importancia de elegir cursos con enfoque comunicativo, clases pequeñas o personalizadas y un ritmo flexible que respete el proceso individual de aprendizaje. Recomiendan participar en grupos de conversación, intercambios de idiomas y actividades sociales para ganar confianza y practicar el idioma en contextos reales.
El aprendizaje de inglés en la tercera edad representa una oportunidad real para quienes buscan nuevos desafíos y bienestar. La experiencia muestra que, con la combinación adecuada de clases y práctica diaria, los adultos mayores pueden avanzar con éxito en el dominio del idioma y acceder a nuevas experiencias culturales y sociales.