Viajar al pasado a través de las calles de uno de los pueblos más bonitos de Ciudad Real

Francisco de Quevedo escribió sus últimos versos en esta localidad

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Entre las puertas de la arquitectura barroca y renacentista, un pueblo de la provincia de Ciudad Real ofrece a los visitantes la posibilidad de realizar un viaje en el tiempo, concretamente al Siglo de Oro Español. Se trata de Villanueva de los Infantes, considerado uno de los municipios más hermosos de la provincia.

La capital del Campo de Montiel se distingue de otros municipios de la región por la excelente preservación y diversidad de su patrimonio arquitectónico. Además, el municipio también cuenta con múltiples edificios religiosos que aportan a este rincón manchego un carácter inconfundible. Así, a la ermita del Cristo de la Familia y a la iglesia de la Trinidad, se le suma el Convento de Santo Domingo, un lugar conocido por ser el edificio en el que murió Quevedo. A día de hoy aún se conserva la celda en la que escribió sus últimos versos.

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La historia de Villanueva de los Infantes

La historia de Villanueva de los Infantes se remonta a la época romana, aunque también hay indicios de un posible origen judío. En el siglo XIII, pasó a formar parte del dominio de la Orden de Santiago, mientras que en el siglo XV adquirió estatus de villa independiente, adoptando su nombre actual en 1491. En 1573, Felipe II la designó como la capital del Campo de Montiel y le otorgó el título de ciudad en 1895. Finalmente, en 1974, fue declarada Conjunto Histórico Artístico, consolidando su importancia histórica y cultural.

Por otro lado, Villanueva de los Infantes es un testimonio vivo del esplendor del Siglo de Oro español. De hecho, sus calles están impregnadas de historia y poesía. Por el interior de sus entrañas caminaron figuras tan destacadas como Bartolomé Jiménez Patón o Lope de Vega, quien la recordó en uno de sus escritos “llámese Villanueva de las Musas / y no de los Infantes Villanueva”. Además del ya citado Francisco de Quevedo.

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Además, Villanueva de los Infantes también cuenta entre sus visitantes con Miguel de Cervantes, quien, según un grupo de estudiosos de la Universidad Complutense de Madrid, eligió esta ciudad como punto de partida para su obra Don Quijote. En este sentido, mientras que su protagonista se adentraba en desafíos y aventuras, el autor recorría el célebre Campo de Montiel.

Qué ver en Villanueva de los Infantes

La vida en este municipio gira en torno al conjunto monumental de la Plaza Mayor, que data de principios del siglo XVII. Al sur de la plaza, se destacan las balaustradas de madera sostenidas por zapatas, mientras que los otros dos lados están adornados con arquerías de medio punto. En el extremo norte, la iglesia de San Andrés y la Casa Rectoral, ponen el broche arquitectónico a la zona.

Villanueva de los Infantes continúa desplegando sus encantos en cada esquina. Un ejemplo es la calle del General Pérez Ballesteros, que evoca tiempos pasados. Por otro lado, entre las construcciones civiles más destacadas, se encuentra el Hospital de Santiago, de origen medieval y datado en el siglo XVII y la Casa del Arco, que destaca por su cautivadora portada. La Casa de los Estudios, el palacio del Marqués de Entrambasaguas, el Tribunal de la Inquisición, la Plaza de San Juan y la calle Cervantes, son otros de los puntos más destacados de la localidad. A las afueras de Villanueva de los Infantes se encuentra el santuario de la Virgen de la Antigua.

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