Vox resiste en el País Vasco con un escaño y coge aire de cara a las catalanas y las europeas

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Vox ha logrado este domingo revalidar su escaño en el Parlamento de País Vasco y el resultado cosechado supone para el partido un balón de oxígeno de cara a las próximas elecciones catalanas y europeas, tras el fiasco de las gallegas. En concreto, con un 96% escrutado, los de Santiago Abascal han conseguido más de 20.000 votos, un 2,03% de los apoyos, un resultado algo superior que en los anteriores comicios autonómicos de 2020, cuando lograron más de 17.000 votos, cerca del 2%. El porcentaje más alto de votos se ha registrado en Álava, la provincia por la que retiene el escaño, con un 3,6%. En 2020, lograron en la provincia un porcentaje ligeramente superior, un 3,81%, pero no ha supuesto diferencia. En Vizcaya y Gipúzcoa, los de Santiago Abascal han logrado 1,9% y un 1,5%, respectivamente. Estas cifras son más altas que las conseguidas en 2020, cuando lograron un 1,87% y un 1,34%. Vox mantiene una leve tendencia de incremento de voto en País Vasco, tierra natal de Santiago Abascal, aunque es una autonomía históricamente complicada para el partido. La primera vez que Vox concurrió a las elecciones en País Vasco fue en 2016, donde únicamente presentó lista por Álava y encabezada por Santiago Abascal Escuza, padre del actual líder del partido. El apoyo logrado fue muy marginal: 771 votos, el 0,51% de los apoyos. Ya en 2020, las cosas mejoraron para Vox. En el caso de las elecciones generales, el resultado de Vox también ha sido ascendente, pero sin sobrepasar nunca el 3 por ciento. En las generales de 2016 también cosecharon un apoyo muy residual, 947 votos, el 0,08%, en toda la autonomía, pero los de Santiago Abascal sobrepasaron el 2% de los votos en las dos generales de 2019: 2,23% y 2,46%, respectivamente. Y el 23J también aumentaron sus votos respecto a los anteriores comicios, logrando 30.519 apoyos, el 2,66%. No obstante, nunca han conseguido escaños en elecciones generales. EXPECTATIVA: RESISTIR Las expectativas de los de Santiago Abascal para estas elecciones autonómicas no eran ambiciosas y se concretaban en mantener el asiento por Álava en el Parlamento, de ahí que el líder se haya volcado en esta provincia, donde ha celebrado la mayoría de los actos de campaña. Un segundo asiento en la cámara vasca habría significado un resultado magnífico para Vox, según reconocía el partido. Pero las posibilidades eran limitadas, según admitían desde la formación. Vox ha fiado su estrategia de campaña, diseñada por el propio Abascal, a denunciar lo que el partido considera "problemas reales" de la ciudadanía vasca, con énfasis especial en la inmigración "masiva y descontrolada" y la, a su juicio, "inseguridad" que este fenómeno trae aparejada. El partido se congratula de haber colocado el asunto de la inmigración en la agenda y considera que PP y PNV han prestado atención a este tema a su rebufo. Tampoco han querido dar protagonismo a la banda terrorista ETA, a la que han dedicado muy pocas menciones. Sin embargo, el partido de Abascal ha quedado algo desdibujado en la foto general de unas elecciones en la que los partidos no nacionalistas partían ya desde la idea de una derrota segura, siendo PNV y EH Bildu los grandes favoritos. Vox no podía condicionar gobierno alguno. A diferencia de lo ocurrido el 18F en Galicia, PP y Vox, socios de gobierno en cinco autonomías, no han confrontado en la campaña electoral de País Vasco. Los de Santiago Abascal han enfocado sus ataques, sobre todo, contra el PSOE y EH Bildu, mientras que al PNV le ha afeado no haber solucionado los problemas de los vascos tras años en el Gobierno autonómico. AFIANZARSE EN LOS TERRITORIOS Pero el resultado cosechado este domingo permite a Vox respirar y alejar el fantasma de los malos resultados electorales después de las elecciones del 18F en Galicia, donde aún son extraparlamentarios. Eso sí, el partido es consciente de que les queda trabajo para afianzarse en los territorios, aunque creen que juega a su favor que su discurso es consistente y no varía. Para las próximas elecciones de este ciclo electoral, las catalanas y las europeas, Vox tiene mejores perspectivas. En el caso de las autonómicas, las encuestas pronostican a los de Santiago Abascal una horquilla de entre nueve y once escaños, lo que significa que también resistirían en la cámara catalana. Pretenden explotar la oposición a la amnistía a los líderes en el 'procés' pactada entre PSOE y Junts a cambio de la investidura de Pedro Sánchez, pero ya están enarbolando uno de sus temas bandera, la inmigración. En el caso de las elecciones al Parlamento Europeo, los sondeos publicados hasta el momento sugieren que Vox mejorará notablemente su representación en esta Cámara, pasando de tres diputados a, según las encuestas, hasta siete. A la espera de cerrar la lista, Vox ha querido estimular a su electorado potencial con el fichaje del exdirigente de Ciudadanos de Juan Carlos Girauta, una de las caras más visibles de la oposición a Pedro Sánchez y con experiencia en la Eurocámara.