De la prehistoria al plato con la cocina contemporánea de cuatro chefs

Celia Agüero Pereda

Santander, 17 abr (EFE).- Cuatro chefs cántabros han acercado a través de su cocina contemporánea alimentos como el ciervo, las frutas, los cereales o el salmón, que formaron parte de la dieta los hombres de la prehistoria y que se mantienen en la alimentación humana desde hace miles de años.

Con un aspecto visual moderno e inspirado en los conocimientos adquiridos durante el congreso "Prehgastro", que ha analizado estos días en Santander la evolución de la dieta de nuestros antepasados, cuatro chefs cántabros han fusionado la dieta prehistórica con la actual.

Alex Ortiz, del restaurante Pan de Cuco en Suesa (Ribamontán al Mar), se ha inspirado en la dieta cárnica terrestre de la prehistoria para elaborar una tosta de ciervo con ciruela y flores, con la que recuerda que antes de que el hombre introdujera la carne en su alimentación, las flores y los frutos eran la base de la comida.

La dieta marina, también presente en la prehistoria, ha inspirado al chef Samuel Fernández, del restaurante El Remedio, en Ruiloba, para preparar un taco de salmón, emulsión de tuétano con avellanas al mortero y espárragos silvestres.

La comida vegetal, en este caso de la mano de Miki Rodríguez, del restaurante Umma de Santander, ha estado representada en un moderno concepto donde la manzana ha servido de cuenco para beber un caldo de setas silvestres con aceite de pino, acompañado de una rodaja de manzana con cereales, raíces, un miso de avellanas y tierra de cereza.

Tampoco han faltado los lácteos, uno de los alimentos sobre los que se ha debatido en "Prehgastro", con una tapa de cuajada de ráspanos con galleta de mijo del restaurante Romy de Bádames (Voto), a cargo de la chef Tamara Zubillaga.

Estas cuatro tapas han sido elaboradas en directo en el evento "Cocina viva", de este congreso, que ayer, martes, y este miércoles ha contado con conferencias y mesas de debate sobre la alimentación humana desde la Prehistoria.

Una propuesta gastrocientífica que ha unido la investigación prehistórica y la experimentación gastronómica, a través de un recorrido por el paladar de nuestros ancestros.

También han permitido conocer esa evolución las evidencias arqueológicas descubiertas en el destacado patrimonio rupestre de Cantabria, una de las regiones del mundo con más cavidades con vestigios prehistóricos por habitante.

Cantabria cuenta con once cuevas, entre ellas Altamira, declaradas Patrimonio de la Humanidad por las pinturas u otros vestigios de la Prehistoria que atesoran. EFE

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