Soteras, presidente de la Catalana: "Si quieren que dimita, conmigo lo tienen muy mal"

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Francisco Ávila y Víctor Martí

Barcelona, 12 abr (EFE).- Pocas semanas después de que los Mossos d'Esquadra registraran la sede de la Federación Catalana de Fútbol (FCF), su presidente, Joan Soteras, se defiende al asegurar, en una entrevista con EFE, que no tiene "nada que esconder" y envía un mensaje a todos los que quieran que dimita: "Conmigo lo tienen muy mal".

El máximo dirigente federativo del fútbol catalán arremete contra el todavía secretario general de la institución, Oriol Camacho, quien, según su versión, está detrás de la denuncia que ha llevado a un juzgado de Sabadell a investigar la FCF por delitos de falsedad en documento público y privado, así como administración desleal.

"La denuncia de Camacho tenía que ver con todo lo que él sabía como secretario general. Tenemos la suficiente documentación para demostrar que en todo lo que ha denunciado falta a la verdad. Él lo ha dicho de palabra y nosotros vamos a aportar documentación", asevera.

Y es que, según Soteras, detrás de esta última denuncia y la impugnación por irregularidades en el censo electoral de las elecciones que ganó en mayo de 2022, y que se repitieron en febrero de 2023 con el mismo resultado, está la sombra del expresidente de la FCF Andreu Subies, salpicado por el Caso Soule.

La Audiencia Nacional está investigando al expresidente por supuestas irregularidades en adjudicaciones de obras en la Federación Catalana de Fútbol.

En este sentido, el actual máximo mandatario de la Catalana sostiene que su antecesor, el secretario general (Oriol Camacho), Juanjo Isern, "responsable de obras" bajo la presidencia de Subies y rival de Soteras en los dos últimos comicios, y el administrador Domingo Valls aprobaban la adjudicación de dichas obras.

Soteras expone que, ante las pruebas que Camacho presentó a la Audiencia Nacional, la actual dirección general de la FCF entregó un informe al tribunal con toda la documentación que demostraría que "ni una sola obra" fue aprobada por la junta directiva de entonces.

"Cuando (Camacho) se entera de que hemos hecho esta aportación a la Audiencia Nacional, nos dice que le hemos dejado con el culo al aire. No ha sido así, hemos dicho la verdad y lo más grave es que ahí empezó todo hasta que el 2 de febrero Oriol Camacho nos denuncia a los Mossos para intentar sacarnos de aquí, porque no le conviene ni a él, ni al señor Isern, ni al Señor Subies que estemos dentro de la Federación", argumenta.

Otro de los frentes abiertos en la FCF y que sí afectan directamente a Soteras es el referente a las presuntas irregularidades en el censo del último proceso electoral.

El máximo dirigente de la Catalana niega que desde su candidatura se falsificaran votos y precisa que lo único que se hizo fue tramitar el acta notarial de los presidentes de aquellos clubes que todavía no estaban registrados -"por lo que sea", puntualiza- en la Secretaria General del Deporte Catalán.

"Muchos clubes catalanes me han pedido a mí personalmente que les hiciera el trámite del acta notarial. Yo me he curado en salud y todas esas peticiones pidiéndome que hiciera el acta notarial, tenían que venir precedidas de un documento firmado por el presidente del club pidiéndome que yo confeccionara el acta notarial", revela Soteras.

Y, en este sentido, añade: "Cuando esas actas, que he pagado yo y no la FCF, han sido confeccionadas se entregan a cada presidente que las ha pedido. El presidente va a la mesa de votación y se decide por uno de los tres candidatos. El voto es secreto y yo no sé a quién van a votar. Lo que no es cierto es que haya votado yo o un amigo mío. Todo eso son mentiras".

La tercera vía de conflicto que tiene abierta Soteras es con el Govern de la Generalitat de Cataluña, que pidió su dimisión el pasado mes de septiembre al considerar que "no era la persona" adecuada para ser el máximo dirigente de la FCF por sus posicionamientos sobre el beso del por aquel entonces presidente de la RFEF, Luis Rubiales, a la futbolista Jennifer Hermoso en la final del Mundial.

Soteras recuerda que, pocas horas después de la asamblea en la que Rubiales se aferró al cargo, pidió su dimisión y lamenta que la Generalitat todavía no le ha explicado "por qué" debería dimitir.

"Somos una entidad privada y a mí solo me pueden echar los presidentes de los clubes, que son los que me han votado", puntualiza el máximo directivo de la Catalana, quien calificó de "muy lamentable" que la mayoría de partidos pidieran su dimisión en sede parlamentaria.

Pese a ello, Soteras está abierto a normalizar las relaciones con el ejecutivo catalán, al que recientemente ha mandado una carta poniéndose a su disposición para desgranar todos los conflictos abiertos en el seno de la FCF.

"Si ellos (los políticos) quieren ir de la mano de la Federación, iremos de la mano, sino no iremos de la mano. Nosotros seguiremos nuestro camino y ellos el suyo", zanja. EFE

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