Soziedad Alkohólika: “Los conciertos de Metallica se han convertido en un circo para pijos”

Se quejan de las consecuencias que eso trae para los “verdaderos seguidores” de esos artistas: “Unos precios de entradas que muchísimos no se pueden permitir”

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James Hetfield, izquierda, y Kirk Hammett de Metallica durante su presentación en el Festival Global Citizen el 24 de septiembre de 2022, en Central Park en Nueva York.  (Foto Evan Agostini/Invision/AP, archivo)
James Hetfield, izquierda, y Kirk Hammett de Metallica durante su presentación en el Festival Global Citizen el 24 de septiembre de 2022, en Central Park en Nueva York. (Foto Evan Agostini/Invision/AP, archivo)

Tras años en los que no fue fácil disfrutar en vivo en la capital española de su música, los siempre corrosivos Soziedad Alkohólika saltan este viernes a lo grande al escenario del Wizink Center como protagonistas de un festival en defensa y reivindicación de la autenticidad del trash metal.

“Algunas bandas de metal se han hecho muy populares, como Metallica o AC/DC, y sus conciertos se han convertido en eventos o una especie de circo para pijos”, lamenta Juan Aceña, miembro de este grupo fundado en 1988 en Vitoria, sobre una motivación “más de postureo” de estos tiempos que atrae a un sector amplio de población a todo tipo de shows, no solo de pop.

En una entrevista con EFE, se queja de las consecuencias que eso trae para los “verdaderos seguidores” de esos artistas: “Unos precios de entradas que muchísimos no se pueden permitir, pero donde van a dejarse ver y a hacerse los modernos, la élite social y política de la ciudad donde actúan, porque se han convertido en algo cool para la sociedad de bien”.

Frenta a ello, S.A. (el acrónimo por el que también se conoce a esta formación) promueve un evento como Kaos Zone Fest en el que, por 35 euros cada entrada, podrá disfrutarse de su música y de la de algunos grupos referencia del trash: Angelus Apatrida, Hamlet y Crisix.

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“Hay que revindicar que hay otras escenas que siguen vivas, que son importantes y que tienen un peso cultural, aunque desde los medios generalistas se ninguneen”, señala Aceña sobre esta apuesta, tras destacar que “hay un resurgir de bandas jóvenes que practican el trash al viejo estilo, pero dándoles su toque personal”.

Su juicio por enaltecimiento del terrorismo

Resulta difícil imaginar a “gente de bien” en un concierto de S.A., la banda que vivió un proceso judicial por supuesto enaltecimiento del terrorismo en sus canciones, un proceso del que fue absuelta por el Tribunal Supremo en 2007, lo que no evitó manifestaciones en contra de sus conciertos o que el Ayuntamiento de Madrid prohibiera uno en 2015 para evitar “posibles” incidentes.

"Por esa regla de tres, no se debería celebrar ni un partido de fútbol. En nuestros conciertos jamás ha pasado nada reseñable en ese aspecto, pero la mentira, la exageración y la manipulación son el arma de los reaccionarios para intentar callar voces que les molestan", denuncia, tras citar casos como los de Pablo Hasel, Valtonic o Fermín Muguruza.

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Soziedad Alkólika volvió a tocar en Madrid el año pasado, justo un lustro después de su último concierto en la ciudad, pero no creen que haya mejora en términos de libertad en un país en el que un sector "usa a sus jueces para acabar con la disidencia".

"En España desde luego no hay libertad. La judicatura española está parasitada por gente muy rancia y muy facha. Las asociaciones de jueces conservadores tienen una mayoría absoluta, por lo que si cantas o te posicionas contra los pilares que defienden los retrógrados y algún tarado te denuncia, tienes muchas papeletas de acabar condenado o vetado", señala.

Por “la indefensión de los músicos ante estas persecuciones y prácticas mafiosas”, aplaude “cualquier medida” que ayude a la libertad de expresión, como la recién anunciada Dirección General de Derechos Culturales, aunque expresa sus dudas de que sirva contra “la censura más extendida y más injusta: la censura previa”.

"Es la que se aplica desde el momento en que a muchísimos artistas se les pone en listas negras y no se les contrata o se les ponen mil trabas para actuar desde ayuntamiento concretos por su ideología o posicionamientos políticos", afirma por experiencia propia.

Siete años después de la publicación de ‘Sistema antisocial’, su anterior trabajo de estudio, en parte por la pandemia, en parte porque faltaban “las energías y las ganas necesarias para remar todos a una”, el próximo 10 de mayo lanzarán Confrontación, del que en su concierto de este viernes se podrá escuchar algún anticipo como Colapso final.

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“Estamos muy muy contentos con cómo han quedado los temas y cómo suena el disco”, presume Aceña al destacar las mezclas de Haritz Harreguy, el técnico habitual en sus directos, en un álbum que se mueve entre hardcore, metal, punk y rock, con “cierta evolución” en “matices y sonidos más actuales” para acompañar sus conocidas letras “de carácter social y políticos”.

En ese sentido, apuntan a una urgencia fundamental: el acceso a la vivienda. "Es una barbaridad que personas con sueldos de 1.200 euros en el mejor de los casos tengan que dedicar 800 o más al alquiler de una casa o a una hipoteca. Se tendría que prohibir especular con un bien de primera necesidad como este", opina, decidido a "acabar con el capitalismo y la especulación".

¿En alguna ocasión Soziedad Alkohólika se ha arrepentido de algo que haya dicho y/o cantado? “Con el paso del tiempo hay cosas que te planteas que habría sido mejor hacerlas o explicarlas de otra manera”, concede Aceña, antes de matizar que “cuando estás sufriendo unas circunstancias políticas o sociales es normal que actúes de una manera más contundente o visceral que cuando no las sufres”.

"Pero no se puede juzgar ni definir a una persona de 50 años por lo que decía o hacía con 20", concluye. EFE

Por Javier Herrero para la Agencia EFE