Marruecos vuelve a aceptar la devolución de sus nacionales adultos interceptados en situación irregular en Ceuta

La delegada del Gobierno en Ceuta, Cristina Pérez, ha comunicado este jueves al secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en la ciudad autónoma, Rachid Sbihi, que desde las autoridades marroquíes ya aceptan de nuevo la devolución y entrega a través del paso fronterizo del Tarajal de los nacionales adultos del país vecino que son interceptados en situación irregular en la localidad española. Fuentes de la Delegación del Gobierno han confirmado a Europa Press que el cambio de postura de Marruecos, que mantenía su negativa a esos retornos desde finales de enero, se ha materializado "desde este miércoles" gracias a las gestiones realizadas por el Ejecutivo de Sánchez a través, entre otros, del Ministerio del Interior, así como a las peticiones de la propia Pérez. La negativa del país vecino a aceptar la devolución de sus ciudadanos mayores de edad llevó al Gobierno de España a aceptar la entrada en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) local de súbditos marroquíes que ya hubiesen solicitado asilo o se comprometieran a hacerlo. De esta forma se buscaba evitar que tuviesen que pernoctar en las calles. En un comunicado, Sbihi ha valorado que "la colaboración entre países es clave para minimizar los graves episodios que se producen en los espigones fronterizos 'de la muerte' y 'la vergüenza', agravados más si cabe por el cierre de la frontera hace cuatro años". El número de intentos de entrada irregular en Ceuta se multiplica cuando empeoran las condiciones meteorológicas, ya que las Fuerzas de Seguridad marroquíes retiran las embarcaciones con las que vigilan su litoral. Solo durante el pasado fin de semana accedieron a la ciudad autónoma alrededor de cien inmigrantes irregulares desde el país vecino, una parte menores de edad no acompañados. El Centro de Realojo Temporal de La Esperanza ya alberga a más de 250 niños migrantes solos, en su inmensa mayoría jóvenes marroquíes con 16 o 17 años de edad, casi el doble de su capacidad máxima operativa incluso en situaciones de emergencia (132).