A lo largo de los últimos días, la familia real británica ha iniciado los preparativos para el tradicional almuerzo de Navidad, una cita que cada año congrega a numerosos miembros del clan Windsor en la residencia de Sandringham, situada en el condado de Norfolk. Bajo la invitación del rey Carlos III, la mesa se llena de exquisitas elaboraciones propias de estas fechas tan señaladas.
La jornada navideña de la familia real británica comienza con la asistencia de todos los miembros al oficio religioso matinal en el pueblo de Sandringham, del que regresan a la casa familiar para dar paso al esperado almuerzo. Los detalles concretos de este menú han salido a la luz gracias al testimonio de Darren McGrady a la revista británica Hello!. Se trata del chef que durante años ha formado parte del equipo culinario de la casa real británica.
McGrady define la comida de Navidad como “aburrida”, con lo que busca remarcar la ausencia de sorpresas en la selección de platos, fieles cada año a una tradición invariable donde el pavo al horno, con sus característicos rellenos y guarniciones, ocupa el papel principal. El pavo que sirve la familia real se rellena con ingredientes como “salvia, cebolla y castañas”.
Como acompañamiento, la mesa navideña no falta a su cita con los indispensables: “patatas asadas, puré de patatas y coles de Bruselas”, ha precisado el chef al citado medio. Una parte de estos ingredientes proviene directamente de los huertos de Sandringham, gestionados por el propio rey Carlos III, lo que permite incorporar alimentos orgánicos a los menús. Esta preferencia por los productos de proximidad coincide con la inclinación de la propia Kate Middleton por los alimentos ecológicos en sus platos.
Las bebidas del almuerzo de los Windsor
El apartado de bebidas encuentra también espacio en el banquete de los Windsor, aunque moderado. Grant Harrold, exmayordomo real, ha relatado al mismo medio que los miembros de la familia no beben en exceso y mantienen la firme costumbre de evitar cualquier signo de embriaguez en este tipo de reuniones festivas: “Puedo decir con toda sinceridad que nunca he visto a un miembro de la familia real borracho. Si hablamos del personal, ¡es otra historia!”.
En cuanto a la selección de vinos, Harrold ha puntualizado que la costumbre es servir “vinos blancos tradicionalmente con el entrante, y luego los tintos”. Además, de la presencia ocasional de un vino de postre o champán rosado para acompañar el final de la comida.
El desayuno previo
La familia real británica preserva una costumbre gastronómica peculiar que llega antes incluso que el almuerzo: el desayuno se celebra por separado entre hombres y mujeres, con menús diferenciados. McGrady ha explicado a Hello! que las mujeres optan por desayunos ligeros, compuestos por yogur, fruta y tostadas, mientras que los hombres eligen opciones más contundentes, como huevos, beicon y carne a la parrilla. En el caso concreto de Kate Middleton, su elección le ayuda a no llegar hinchada al almuerzo.