¿Existen tantas personas con problemas de salud mental porque hay más conciencia sobre el tema o porque estamos exagerando? Algunos expertos —que reconocen que la primera parte de la frase anterior es cierta— afirman ahora que el sobrediagnóstico tiene mayor importancia del que se creía. Por ejemplo, en Gran Bretaña, según acaba de revelar una investigación de BBC News, cientos de médicos de familia han señalado su inquietud acerca de la medicalización excesiva a los pacientes: “Que la vida sea estresante no es una enfermedad”, declaró uno de los médicos consultados por el medio público.
En concreto, son 442 médicos de familia que han participado en un sondeo de BBC y han señalado el sobrediagnóstico como una preocupación relevante: “Como sociedad, parece que hemos olvidado que la vida puede ser dura: un corazón roto o el duelo son dolorosos y normales, y tenemos que aprender a sobrellevarlo”, ha comentado otro de los especialistas. Además, un médico subrayó que poner etiquetas como ‘ansiedad’ o ‘depresión’ “medicaliza en exceso la vida y las dificultades emocionales”, lo que a su juicio desvía recursos de los casos con necesidades más graves.
Más allá del debate sobre la frecuencia de los diagnósticos, los médicos expresaron su preocupación por la falta de apoyo disponible para los pacientes. Un profesional llegó a calificar la situación como “una tragedia nacional”, mientras que otro ejemplificó la gravedad del problema: “Un niño literalmente tiene que estar sosteniendo un cuchillo para que lo tomen en serio y, en cuanto deja el cuchillo, los servicios se desentienden”.
El desafío para los profesionales es doble: mientras observan un aumento sostenido en la demanda, deben decidir entre prescribir medicación en ausencia de alternativas o esperar la disponibilidad de tratamientos como las terapias de conversación. La respuesta más frecuente, de 447 encuestados, fue que recetan antidepresivos de forma rutinaria. Un médico resumió: “Me encuentro recetando antidepresivos con regularidad, sabiendo que solo pueden ayudar a corto plazo y que no evitarán recaídas”.
¿Todo el mundo tiene déficit de atención?
A este panorama se suma el incremento en los diagnósticos de trastornos como el TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad). Según información recogida por la revista Nature, muchos pacientes “reciben una consulta de 15 o 20 minutos y se realiza el diagnóstico”, alertó Stephen Hinshaw, de la Universidad de California, Berkeley. El especialista en TDAH Jeremy Didier complementó: “Escucho a mucha gente hablar de que el TDAH es un don y un superpoder, y lo aplaudo. Pero no quiero restarle importancia al impacto que el TDAH puede tener en la vida de una persona cuando no se diagnostica o no se controla adecuadamente”.
La profesora Victoria Tzortziou Brown, presidenta del Royal College of GPs, advierte en un informe de que “debemos tener cuidado, como sociedad, de no medicalizar toda la gama de sentimientos y comportamientos normales y asegurarnos de que los médicos de cabecera no se vean presionados a hacer diagnósticos que contradigan su juicio clínico”. No obstante, matizó: “Debemos evitar descartar preocupaciones genuinas de salud mental como ‘sobrediagnóstico’, lo que podría desanimar a las personas a buscar ayuda”.