La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha querido zanjar la polémica que la ha acompañado en los últimos días tras la aparición de su hija en un acto público con un bolso de marca. La controversia surgió cuando madre e hija asistieron al Ballet Nacional, donde la joven Carmela fue fotografiada con un bolso Tote Bag de la marca Marc Jacobs, cuyo precio en la web oficial parte de los 250 euros.
La imagen se viralizó rápidamente y generó un intenso debate en redes sociales, no solo por el coste del accesorio, sino también por el hecho de que lo luciera una menor. Muchos usuarios consideraron inapropiado el gesto y lo interpretaron como una muestra de incoherencia respecto al discurso político de Díaz, que a menudo ha defendido la austeridad y la sensibilidad social.
“El bolso era de mercadillo”
Ante la polémica, la ministra decidió pronunciarse unos días más tarde durante una entrevista en el programa Espejo Público de Antena 3, donde fue preguntada directamente por el asunto. Visiblemente molesta, quiso aclarar lo ocurrido y defender a su hija. “Y fíjese en esta polémica. Me molesta bastante que mi hija que tiene 13 años, que me acompaña a todos los actos y lo voy a seguir haciendo, se ha visto involucrada diciendo una falsedad”, exclamó la vicepresidenta segunda del Gobierno.
Díaz explicó que el bolso en cuestión no era original, sino una copia comprada en un mercadillo durante sus vacaciones familiares. “Como saben, yo veraneo en Bayona, vamos con frecuencia a Portugal, y en este caso las primas de mi hija le regalaron un bolso que cuesta 25 euros en la feria de Vila Nova de Cerveira”, detalló la ministra, desmintiendo así que se tratara de un accesorio de lujo.
La ministra insistió en que la situación le había afectado especialmente por la exposición pública de su hija, quien ha sufrido las consecuencias mediáticas del episodio. “Y se lo han regalado las primitas… Lo que me molesta no es lo que digan de mí. Mi hija hace ballet y ha venido siempre, este domingo no ha querido venir y decía: ‘No quiero porque me van a hacer fotos’”, zanjó Yolanda Díaz, mostrando su preocupación por el impacto emocional que la polémica ha tenido en la menor.
La doble vara de medir con las mujeres públicas
Durante su intervención, Yolanda Díaz aprovechó para expresar su malestar por la desigualdad en el trato mediático que reciben las mujeres frente a los hombres. “Usted y yo somos criticadas por nuestro aspecto físico y por nuestra forma de vestir. Y sus compañeros y mis compañeros, ni una palabra sobre ellos”, lamentó la vicepresidenta segunda. En este sentido, insistió en que la cosificación sigue siendo una realidad en la esfera pública: “Es muy injusto que a las mujeres nos cosifiquen y critiquen de manera permanente. Si usted y yo, probablemente, vistiéramos de otra forma abrirían los informativos diciendo que no representamos o bien a su profesión o yo quizá a la institución a la que represento”, afirmó.
La contradicción con la campaña del Gobierno
Sin embargo, las declaraciones de la vicepresidenta han generado nuevos comentarios en redes, ya que contrastan con una campaña institucional impulsada por el propio Gobierno hace menos de un año.
El 22 de noviembre de 2024, el Ejecutivo lanzó una iniciativa bajo el lema “El daño de las falsificaciones es real”, con el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre las consecuencias de la compra de productos falsificados.
La campaña alertaba sobre los perjuicios económicos, medioambientales y sanitarios de estas prácticas, insistiendo en que adquirir imitaciones afecta a sectores productivos legales, promueve la competencia desleal y puede implicar riesgos para la salud y la seguridad del consumidor.
En este contexto, la aclaración de Díaz sobre el origen del bolso —reconociendo que se trataba de una copia adquirida en una feria portuguesa— ha sido interpretada por algunos usuarios como una contradicción respecto al mensaje gubernamental.