Ser feliz es uno de los principales objetivos de la mayoría de personas. Uno de los factores que más influye en ello es la ciudad en la que vivimos. Pese a que haya muchos municipios en España que destacan por su gastronomía, sus entornos naturales o su clima, hay uno de ellos que se posiciona por encima del resto.
El Spain Happy Index 2025 de Sonneil evalúa una serie de factores determinantes para la calidad de vida. El primer aspecto a considerar es la climatología, que analiza la cantidad de días de sol, la frecuencia de precipitación, los niveles de viento y las temperaturas medias anuales.
Además, la proximidad a aeropuertos y hospitales influye en la valoración, por tratarse de elementos clave en el acceso a servicios, movilidad y gestión de emergencias. La disponibilidad de centros educativos también figura como un elemento esencial, lo que otorga prioridad a ciudades con una amplia variedad en oferta formativa para distintos niveles y edades.
Por otro lado, el hecho de pertenecer a la costa o al interior tiene un gran peso en la puntuación final, destacando el atractivo adicional de los municipios costeros en el bienestar percibido por sus residentes.
Málaga, líder en sol y calidad de vida
La ciudad andaluza se ha consolidado como la localidad más feliz de España de acuerdo con este índice. Según el documento, la ciudad dispone de 310 días de sol al año y temperaturas medias de 18 grados. Estas condiciones favorecen la salud física y el estado de ánimo.
Además, los niveles de viento permanecen en cifras moderadas y solo se registran 49 días de lluvia anuales, lo que contribuye a una sensación climática muy valorada por los habitantes y los turistas.
La proximidad al aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, el cuarto con mayor tráfico de pasajeros en España, permite conexiones internacionales directas, lo que, de acuerdo con el propio informe, resulta ventajoso tanto para quienes viven como para quienes visitan la ciudad.
A estos datos se suma una oferta educativa y sanitaria que abarca desde escuelas infantiles hasta universidades y centros hospitalarios de referencia. El conjunto de factores climáticos, infraestructuras y servicios ha llevado a Málaga hasta la cima del ranking.
Gastronomía local, un valor añadido
Uno de los aspectos que eleva la percepción positiva de Málaga es su propuesta gastronómica. La ciudad tiene una rica tradición culinaria que combina productos frescos del mar y la huerta malagueña.
El pescado frito, los espetos de sardinas y el gazpacho son los platos típicos presentes en restaurantes y bares locales. Esta diversidad gastronómica no solo representa un atractivo para los turistas, sino que también forma parte cotidiana de la vida social de los residentes.
Los mercados municipales y una amplia red de restaurantes facilitan la integración de la dieta mediterránea en la vida diaria. Este acceso constante a productos frescos y recetas tradicionales impulsa la interacción social, fomenta hábitos saludables y contribuye al bienestar general.