Un total de 746 personas solicitaron la prestación de ayuda para morir en el primer año y medio en vigor de la ley de eutanasia, desde junio de 2021 hasta diciembre de 2022, y a 363 (el 48 por ciento) les fue concedida, pero un tercio falleció antes de que se resolviera su petición.
Según los últimos datos del Informe de Evaluación Anual 2022 sobre la Prestación de Ayuda para Morir que ha publicado este miércoles el Ministerio de Sanidad, el año pasado se registraron 576 solicitudes, de las que acabaron aceptándose la mitad, un total de 288.
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Mientras, en 2021, el primer año de aplicación de la ley de regulación de la eutanasia, se contabilizaron 173 solicitudes y se admitieron 75, si bien hay que tener en cuenta que estas cifras corresponden al segundo semestre, ya que la normativa entró en vigor en junio.
Menos de un 20 % fueron denegadas
La mayor parte de los solicitantes reclamó la administración por parte del equipo sanitario y un 14 % se acogió al programa de donación de órganos de acuerdo al protocolo específico establecido.
Además, según los datos de Sanidad, las prestaciones se han realizado de forma preferente en el ámbito de la Atención Primaria y de la sanidad pública.
El número de solicitudes denegadas fue inferior al 20 %, aunque de ellas un tercio acabó siendo estimada tras las correspondientes reclamaciones ante las comisiones de garantías y evaluación de eutanasia (CGyE), órgano administrativo encargado de verificar el cumplimiento de la ley en su ámbito territorial, así como de autorizar la aplicación de la prestación de ayuda a morir.
Cataluña fue la comunidad autónoma en la que más eutanasias se realizaron: en 2022 hubo un total de 175 solicitudes de las que 91 se llevaron a término (un 52 % del total). Le sigue la Comunidad de Madrid, con 38 eutanasias realizadas sobre 62 solicitadas (61 %), y Andalucía (27 sobre 46 solicitadas, un 59 %). La Rioja y Murcia fueron las regiones en las que esta práctica fue menos común: en ambos casos se solicitaron 5 y se realizaron 4 y 2 respectivamente. En las ciudades autónomas Ceuta y Melilla no hubo ninguna solicitud de eutanasia.
Paciente neurológico u oncológico de 60 a 80 años
El perfil del solicitante de la ayuda a morir es el de una persona de entre 60 y 80 años, con enfermedades graves de tipo neurológico u oncológico.
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Un tercio falleció antes de resolverse su solicitud de eutanasia, mientras que el número de personas que cambian de opinión o que piden un aplazamiento de la prestación es mínimo.
Por último, un 14 % de ellos se acogió al programa de donación de órganos; gracias a su generosidad, 135 pacientes pudieron ser trasplantados.
(Información elaborada por EFE)