¿Hay un cambio de modelo productivo en España? El empleo crece en las actividades técnicas pero desciende en la industria

Los ocupados en actividades profesionales y relacionadas con la información aumentan por encima del 20% en comparación con 2019, aunque el mercado laboral sigue descansando en sectores con productividad media y baja

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Trabajadores en una oficina. (Getty).
Trabajadores en una oficina. (Getty).

Los datos de empleo del segundo trimestre de 2023 publicados por el INE han marcado récords históricos: España supera por primera vez los 21 millones de personas trabajando y la tasa de paro cae al 11,6%, la menor desde 2008. Comparando estos datos con los de 2019, la EPA detecta 1,25 millones de ocupados más y hay una ligera reorganización sectorial en la que ganan peso las actividades técnicas y lo pierde la industria.

Aunque las actividades sanitarias y de servicios sociales, con un peso mayoritariamente de empleo público, son las que más ocupados ganan entre el segundo trimestre de 2019 y el mismo periodo de 2023 (274.600 ocupados), le siguen de cerca las actividades profesionales, científicas y técnicas (224.100) y la rama de información y comunicaciones (144.900). Además, estos dos últimos sectores lideran en tasas de variación: aumentan la ocupación en un 21,96% y en un 23,52%, respectivamente, y destacan las áreas de investigación y desarrollo (58,29%), servicios de información (43,88%), actividades de consultoría y gestión empresarial (38,5%) y programación (37,22%).

El Gobierno y CCOO leen en clave positiva que el empleo aumente en estas actividades porque tienen alto valor añadido y mayor productividad. “Uno de cuatro empleos se genera en actividades de alto valor añadido”, aseguró el Ministerio de Seguridad Social en junio ante los datos de afiliación de dicho mes. Desde CCOO vislumbran “brotes verdes en el cambio de modelo productivo” en un informe publicado recientemente.

Según el sindicato, el empleo neto creado entre el primer trimestre de 2019 y el de 2023 se concentra en un 49% en el sector público, un 28% en servicios tecnológicos y del conocimiento y un 20% en actividades logísticas y de comercio al por mayor. No obstante, el informe señala que España sigue especializada en ramas de productividad “media y baja” y reconoce que estas mejoras tienen todavía “un carácter limitado”, ya que solo el 3% de las horas trabajadas se concentran en trabajos de alta productividad.

Estos datos positivos de actividades técnicas contrastan con la pérdida de ocupados en la industria, sector reclamado históricamente para el necesario cambio del modelo productivo español. Según la EPA, la industria tuvo en el segundo trimestre 38.400 ocupados menos que en el mismo periodo de 2019. En términos absolutos, las mayores pérdidas de empleo se concentran en distintas áreas de la industria manufacturera: artes gráficas (-33.000), confección de prendas de vestir (-16.700) e industria de la madera (13.700).

Aunque sendos fenómenos no tienen relación aparente, fuentes cercanas al ministerio de Asuntos Económicos señalan que ambos podrían estar parcialmente relacionados por un trasvase de trabajadores de ciertos servicios que antes eran contratados directamente en el sector industrial y ahora se subcontratan a empresas externas de servicios.

A falta de un análisis más detallado de los microdatos de la EPA y de sus flujos entre actividades, se aprecia un acusado descenso de la ocupación del 69,57% en las actividades de apoyo a las industrias extractivas ( con 1.600 ocupados menos) si se compara el segundo trimestre de 2023 con el de 2019. No obstante, el sector industrial ha encadenado al menos dos crisis desde 2019, una de suministros y otra energética, que han afectado al empleo.

La industria pierde peso en el PIB

La industria ha sido el dato negativo de la EPA que han resaltado empresarios y algunos centros de estudios. CEOE y Cepyme han considerado “preocupante” la destrucción de empleo en este sector y lo atribuyen al menor dinamismo de su actividad constatado en los indicadores de los últimos meses. Uno de ellos es el índice de producción industrial (IPI), que en mayo cayó un 0,1% interanual corregido de efectos estacionales y de calendario.

Según el informe Barómetro industrial, publicado a finales de 2022 por el Consejo General de Economistas, la industria tuvo en 2021 un crecimiento menor que la economía nacional “especialmente provocado por la evolución de la industria manufacturera”. Esto ha provocado que la industria española pierda peso en el conjunto de sectores de la economía nacional, pasando de suponer el 20,6% del valor añadido bruto (VAB) en el año 2000, al 16,94% en 2021.

En relación al peso del total de la industria en el PIB español, en el año 2000 era el 18,7% y en 2021 el 15,31%, cifra lejana del 20% previsto por la Unión Europea en el Horizonte 2020. La reindustrialización y su transición ecológica figuran entre los objetivos principales de los fondos asociados al Plan de Recuperación, por lo que cabría esperar un repunte del peso de la misma en el PIB si las inversiones tienen el resultado deseado.

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