Being Charlie, película estrenada en 2015, marcó una etapa singular en la carrera de Rob Reiner y su familia, específicamente de su hijo Nick Reiner.
Conocido por dirigir clásicos como When Harry Met Sally y Stand by Me, el cineasta abordó en esta ocasión una producción inspirada en las vivencias de su hijo Nick y su lucha contra la adicción y el desarraigo.
El film se centra en la historia de un joven de 18 años que enfrenta un proceso de recuperación por consumo de drogas, tras pasar por diversas instituciones y periodos de vida en la calle.
El guion fue coescrito por Nick Reiner y Matt Elisofon, un amigo que conoció durante el proceso de rehabilitación. La dirección estuvo a cargo de Rob Reiner, quien destacó durante su promoción que “fue muy personal”.
“No es un secreto, pero mi hijo Nick, quien es uno de los guionistas, tuvo problemas de abuso de sustancias”, expresó para TODAY. “Estuvo en numerosos programas de rehabilitación entre los 15 y los 19 años”.
En el desarrollo de la película, Nick Reiner relató que la decisión de abandonar el consumo se debió a un hartazgo propio.
“Me cansé de eso. Vengo de una familia acomodada, no se supone que tuviera que estar en la calle, en albergues para personas sin techo”, sostuvo.
Las dificultades familiares también emergieron durante el rodaje: Rob Reiner reconoció que parte de ese trabajo implicó “entender más profundamente lo que estaba viviendo Nick”, y que el proceso “no buscaba ser catártico o terapéutico, pero terminó siéndolo… Hubo desacuerdos y momentos muy duros”.
Para Nick, el trabajo en común tuvo aspectos abrumadores pero abrió una vía de contacto: “A veces se volvía demasiado para mí”.
El vínculo entre padre e hijo se fortaleció durante la producción. Rob Reiner aseguró en declaraciones para AOL Build Series que se acercaron gracias a la película.
“Fue durante un año, resultó intenso y difícil en ocasiones, pero a la vez fue la experiencia creativa más satisfactoria que tuve”, detalló.
En una entrevista publicada por Los Angeles Times en 2015, el director explicó: “Cuando Nick nos decía que no le estaba funcionando la rehabilitación, no le escuchamos. Estábamos desesperados, y porque la gente tenía diplomas en la pared, decidimos escucharles en lugar de a nuestro propio hijo”.
Michele Singer Reiner, esposa de Rob y madre de Nick, añadió entonces: “Nos dejábamos influenciar por esas personas. Nos decían que nos mentía, que quería manipularnos. Les creímos”.
Being Charlie escenifica también el punto de vista parental, representado por un padre hollywoodense en campaña para gobernador, rol interpretado en el largometraje por Cary Elwes.
Durante el proceso de escritura, Rob Reiner intervino para aportar una dimensión más personal y emotiva.
“Comenzaron escribiendo una comedia sobre la vida en rehabilitación. Cuando lo vi, les dije que era gracioso pero que el tema iba más allá, que hacía falta elevar el costado emocional. Así llegamos al guion definitivo”.
En la promoción de la película, el director puntualizó su propósito social: “Ojalá ayude a visibilizar el tema de la adicción. No hay límite socioeconómico para esto. No se trata solo de la adicción, sino de los conflictos internos que llevan a buscar alivio en sustancias, juegos o cualquier otra cosa”, recordó el cineasta para TODAY.
Insistió además en la necesidad de abordar las adicciones desde la empatía: “No debemos castigar a quienes atraviesan situaciones así, sino ayudarles”.
A raíz de los acontecimientos recientes, la entrevista conjunta entre Rob Reiner y Nick Reiner en 2016 volvió a circular en redes sociales.
El pasado 14 de diciembre, Nick Reiner fue retenido y puesto en custodia en Los Ángeles tras el presunto homicidio de sus padres, Rob Reiner y Michele Singer Reiner, quienes fueron hallados sin vida en su vivienda de Los Ángeles.
La última aparición pública de Rob Reiner junto a Nick Reiner y sus hermanos Jake y Romy tuvo lugar en septiembre de este año durante el estreno de Spinal Tap II: The End Continues.