De ser discriminada por su ropa a llevar la bandera: la primera egresada de Casa Trans

En medio de su cambio de género, Priscilla Robles abandonó la escuela por la discriminación que sufría. Con 41 años, retomó sus estudios y terminó como abanderada

Compartir
Compartir articulo
Priscilla Robles carga la bandera al momento de la graduación
Priscilla Robles carga la bandera al momento de la graduación

Ahora Priscilla puede decir que terminó el colegio. Puede decir con orgullo que incluso se graduó siendo abanderada, que lo logró después de un sinfín de complicaciones, después de intentar y fallar varias veces, que lo logró en base a insistir. Puede decir, también, que es la primera egresada de Casa Trans.

Su trayectoria escolar no fue sencilla ni la ideal. Sufrió los últimos años del secundario y a los 21 decidió abandonar. Más que decidió fue forzada a abandonar, cuenta. "Mi cambio ya se daba hace algunos años y ya en ese momento me vestía como mujer. En el colegio no me dejaron continuar como yo quería", le dice a Infobae.

La discriminación atravesó distintas etapas de su vida. No fue solo en el principio de su cambio de identidad. Ante cada intento de retomar los estudios, había una nueva barrera. "Se me complicaba porque priorizaba el trabajo. La última vez que intenté volver a estudiar, en la escuela me dijeron 'así vestida no'. Me sentí mal y pensé que nunca más iba a poder terminarla", recuerda.

Priscilla junto a la profesora Mariana, que la inspiró a seguir estudiando
Priscilla junto a la profesora Mariana, que la inspiró a seguir estudiando

Ya con 41 años, siempre en contacto con organizaciones que buscan defender los derechos LGBT, Priscilla Inés Robles -tal como figura en su DNI- se acercó a Casa Trans. La iniciativa de la ciudad de Buenos Aires ya lleva dos años y busca ser un espacio de encuentro para la comunidad, de consultorio médico y asesoramiento jurídico. También de aprendizaje. Dentro de sus programas está la terminalidad escolar, que articula con la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural y el ministerio de Educación porteño.

"En un momento la profesora Mariana me preguntó si había terminado mis estudios secundarios. Le respondí que no. Y ella me motivó, me insistió que lo podía hacer. Concretamente me dijo: 'Este es tu derecho. Hoy tenés otras oportunidades'", cuenta.

Desde ese momento, emprendió una búsqueda denodada por el único papel que le pedían: el certificado de título analítico. Nunca creyó que sería tan difícil. Se topó con cuanto obstáculo burocrático hubiera en su camino hasta que finalmente se lo dieron. Cuando lo revisó, se sorprendió: "Debía solo tres materias".

Priscilla ahora estudia para convertirse en enfermera
Priscilla ahora estudia para convertirse en enfermera

Debía solo historia, matemática y literatura. En un cuatrimestre, rindió las tres en el CENS 48 ubicado en el Abasto sin problemas, "con profesores y compañeros excelentes", que la recibieron como una más. Se convirtió en la primera egresada y esa distinción, más sus buenas notas, le valieron llevar la bandera en la ceremonia de graduación. "Sentí una emoción muy fuerte cuando pude terminar. Y a eso se le sumó el orgullo de ser abanderada, de poder llevar mi bandera argentina. Sentí eso: orgullo", dice.

Mientras que sus compañeras siguen cursando en busca de terminar la secundaria, ella se prepara para una nueva vida profesional. Ni bien egresó, empezó a estudiar enfermería, para ayudar, dice. "Estoy en una nueva etapa. Me hace sentir bien seguir formándome para un futuro prometedor. Para poder terminar mi vida y mi vejez dignamente".

Seguí leyendo: