El viernes pasado se formalizó una noticia previsible: CTERA convocó a un paro por 48 horas que imposibilitaría el normal comienzo de clases el lunes y martes en todo el país. El primer día de la medida de fuerza pasó con un acatamiento dispar. Según datos oficiales, entre el 30% y el 35% en todo el país. En el segundo, confían en que la adhesión bajará y habrá más docentes en las aulas.
Pasadas las horas, como suele suceder, los gremios y los gobiernos no se ponen de acuerdo sobre el nivel de acatamiento del paro. La discrepancia se hace más notoria en la provincia de Buenos Aires. Roberto Baradel, secretario del mayoritario SUTEBA, asegura que la huelga alcanzó al 85% de las escuelas públicas. El gobierno bonaerense, por su parte, sostiene que fue de solo un 47%.
Durante el fin de semana, desde la administración de la Provincia, sospechaban que la medida tendría bajo acatamiento. Entendían que el giro de los $4.500 por presentismo efectuado el 2 de marzo a los 35 mil maestros que no habían faltado durante 2017 torcería la decisión de muchos. Eso sumado a la ratificación, tras el anuncio del paro, de que les descontarían el día a quienes se ausentaron ayer.
Los registros oficiales materializaron la sospecha: según ellos, el acatamiento fue más bajo de lo esperado. De 12 mil establecimientos públicos, solo cerraron sus puertas 346. En el turno mañana, en las escuelas públicas hubo un ausentismo del 47%, mientras que en las privadas fue del 2,8%. "Más de la mitad de los docentes estuvieron frente al aula", celebraron en la gobernación.
Una vez terminada la movilización de los docentes desde el Congreso hasta el Ministerio de Educación, Baradel advirtió sobre un nuevo paro: "La semana que viene, si no tenemos novedades, volveremos a convocar y decidirán los docentes".
Cuando finalice la medida de fuerza, se espera que el gobierno de María Eugenia Vidal vuelva a convocar a los gremios. Por el momento, el conflicto parece difícil de destrabar. Pese a que la oferta sería superadora, los separan 5 puntos de aumento y la inclusión de la cláusula gatillo.
Negociaciones aparte, tanto en la Provincia de Buenos Aires como en otras jurisdicciones, ante la consulta de Infobae, todos los gobiernos son optimistas: "La adhesión al paro va a ser incluso menor mañana", aseguran.
La apuesta se apoya en los datos que surgen de los últimos paros de 48 horas. En general, las huelgas pierden fuerza. En los segundos días tienen menor nivel de acatamiento que en los primeros.
En la Ciudad de Buenos Aires, el paro que convocó UTE y al que adhirieron otros sindicatos minoritarios como Ademys, provocó un 36% de ausentismo en las aulas y solo 14 escuelas cerradas en todos los niveles, según el gobierno porteño. Otra vez las diferencias son abismales: de acuerdo a UTE, alcanzó entre el 85% y el 90% de los docentes de instituciones públicas.
En Mendoza apenas se sintió. El presentismo alcanzó el 94,18% en las escuelas públicas, mientras que en las privadas no se registraron ausencias, en gran parte gracias al control de asistencia que ejercen con el Ítem Aula. En Córdoba también fue bajo este lunes: tan solo del 9,97%.
Las provincias que más sintieron la ausencia de los maestros fueron Chaco, Río Negro y Santa Fe; todas por encima del 50% de acatamiento. En Chubut, la adhesión fue del 39%, en Tierra del Fuego del 30% y en Jujuy hubo disparidad entre los niveles: en primaria solo el 20% acató, mientras que en secundaria llegó hasta el 50%.
En las únicas siete provincias que cerraron paritarias -Salta, Tucumán, San Luis, San Juan, Santiago del Estero, Misiones y Corrientes- hubo clases con normalidad. Solo en San Luis hubo paro de los privados.
De hecho, el único gremio nacional que se plegó al paro de CTERA fue SADOP, que optó por cese de actividades solo por el lunes y ya hoy retorna a las aulas; otro dato que alimenta la suposición de que se disipará la medida, más allá de que la adhesión de los docentes privados a los paros suele ser baja.
Los otros tres gremios con presencia en todo el país -UDA, AMET y CEA- se manifestaron en contra del rechazo a la paritaria nacional, pero decidieron por ahora no convocar huelgas. "El Estado nacional tiene la máxima responsabilidad de garantizar el comienzo de las clases, pero nosotros tenemos un plan de lucha progresivo. Si hacés un paro ahora, ¿qué queda para después?", dijo Sergio Romero, titular de UDA.
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