Milei también le habló a los mercados: promesa de déficit cero, reformas estructurales y acuerdo político

En Wall Street le creen al Presidente cuando habla de ajuste, pero la preocupación se centra en las peleas con el Congreso y las provincias. El Pacto de Mayo sería el camino para sanar heridas, pero se espera un enérgico rechazo de Kicillof. ¿Hay que acelerar el ritmo de devaluación en marzo?

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Milei también le habló a los mercados: promesa de déficit cero, reformas estructurales y acuerdo político
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Milei también le habló a los mercados: promesa de déficit cero, reformas estructurales y acuerdo político Reuters

El presidente Javier Milei empezó con su fuerte discurso del viernes a transitar el arduo camino hacia un acuerdo político que el brinde un mayor margen de maniobra. Los inversores, que volvieron a mirar a la Argentina después de muchos años, ya se convencieron que el ajuste de las cuentas públicas va en serio. Pero las dudas compartidas entre los bancos y fondos de inversión de Wall Street hacen referencia al escaso volumen político de la Libertad Avanza y los obstáculos que eso significa para llevar las reformas adelante.

El accidentado arranque con el Congreso, en particular con una Ley de Bases que tuvo que ser retirada ante la falta de acuerdo, no hizo más que aumentar esa incertidumbre. El escaso apoyo político quedó expresado en una mayoría legislativa que le dio la espalda y en un grupo de gobernadores fuertemente combativos. Y no solo los peronistas.

Pero la preocupación creció todavía más en Wall Street cuando empezaron a resonar rumores sobre la posibilidad de un juicio político contra el Presidente, aunque sin mayor asidero. Al mismo tiempo, empezó a resonar la posibilidad de un rechazo legislativo al DNU de fines de diciembre. Para eso se requiere que ambas cámaras voten en contra, algo que nunca sucedió desde que existe este instrumento.

El discurso de ayer claramente buscó tender puentes de negociación política, de cara a llegar a un “Pacto de Mayo”. En resumen, la propuesta es insistir con la aprobación de la ley Bases, pero al mismo tiempo ofrecer a las provincias un “alivio fiscal” y al mismo tiempo la posibilidad de abrir la discusión a un nuevo acuerdo de coparticipación federal. La idea sería dejar de lado las transferencias discrecionales por parte del Gobierno, una práctica que ya cortó Milei, y discutir sobre bases reales cómo se dividirán los ingresos fiscales, un pedido largamente reclamado por los gobernadores.

Los grandes fondos de inversión volvieron a mirar a la Argentina, pero por ahora son pocos los que se animaron a invertir. Por eso sigue latente la posibilidad de un fuerte repunte adicional tanto en bonos como en acciones, en caso que las “manos grandes” de Wall Street aumenten su apuesta en activos argentinos

Las dificultades para lograr consensos políticos obligaron al Gobierno a exagerar con el ajuste fiscal, logrando un fuerte superávit financiero en enero, que seguramente se repetirá en febrero. Pero es difícil sostener semejante reducción del rojo fiscal licuando a jubilados o a costa de una inflación que destruyó el poder adquisitivo.

Wall Street quiere ver las chances de éxito de las reformas de Milei
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Wall Street quiere ver las chances de éxito de las reformas de Milei Reuters

Hacia adelante, la “motosierra” necesariamente deberá ganar protagonismo para que la reducción de gasto pase por achicar el tamaño del Estado. Así lo explicitó el viernes el propio Milei, quien habló de reducir su presencia a solo 25% del PBI, es decir volver al estado de cosas anterior a la gestión kirchnerista.

La política en todos sus estratos (nacional, provincial, municipal) tendrá que avanzar hacia un ajuste histórico. De lo contrario, el proyecto del libertario naufragará. Sin equilibrio fiscal la credibilidad del Gobierno caería estrepitosamente.

Más apoyo político

Pero además serán necesarias otras correcciones que requieren el apoyo legislativo. La más urgente es la de la actual fórmula previsional. Si se deja como está, la actualización de haberes en junio deberá reflejar en buena medida la inflación del período diciembre-febrero. Eso significa una súbita mejora de las jubilaciones que obligaría a un fuerte aumento del gasto, haciendo tambalear el equilibrio fiscal.

Es posible que este cambio de fórmula sea lo más acuciante que debe enfrentar el Gobierno en los próximos meses. Y para lograrlo precisa llevar adelante una amplia negociación política.

El primero en respaldar la convocatoria a un acuerdo fue el gobernador cordobés, Martín Llaryora, quien venía manteniendo una serie de fuertes intercambios con el Presidente. Ahora sería el anfitrión del Pacto de Mayo. Pero también se manifestaron a favor de avanar en una negociación los mandatarios de provincias históricamente dominadas por el peronismo, como Tucumán y Catamarca.

Por supuesto que falta el pronunciamente del gobernador más importante del peronismo, Axel Kicillof, que prometió dar una respuesta el lunes en la inauguración de las sesiones de la legislatura bonaerense. Se descuenta una respuesta enérgica y muy dura.

El Pacto de Mayo, más allá de 10 puntos con buenas intenciones y casi imposibles de refutar, es una excusa para sentar a los gobernadores en una mesa de negociación. Varios mandatarios peronistas ya aceptaron la convocatoria, lo que le permitiría a Milei revertir el fracaso inicial en el tratamiento de la ley de Bases

El contundente apoyo de Mauricio Macri a la firma del Pacto de Mayo representó otro dato clave, en medio de rumores sobre un alejamiento entre ambos. Crece así la idea postulada en público por el propio Milei, quien sueña con una coalición de centro derecha para combatir en las legislativas del año que viene, liderada por La Libertad Avanza y el Pro.

El Presidente reconoció que la situación económica es dramática y prefirió no hacer grandes promesas. Solo hizo referencia a la caída de la inflación que, dijo, se profundizará en los próximos meses, permitiendo el levantamiento del cepo cambiario. “Les pido paciencia y confianza”, fue la frase que resonó.

Febrero fue un mes de contrastes. Se profundizó la caída de la actividad económica y del consumo, pero la inflación tuvo una caída significativa (terminaría en menos del 15%), al igual que el dólar. La brecha cambiaria volvió a niveles de apenas 20% y Domingo Cavallo sugirió que es el momento para que el Gobierno acelere el ajuste del dólar oficial para evitar un atraso cambiario.

Sorprendió a todo el mercado la abrupta baja de los dólares financieros en febrero. Para Milei es un indicador de una aceleración en el proceso de baja de la inflación, que en febrero quedaría por debajo del 15%. Además, el Presidente aseguró que se acerca la fecha para salir del cepo, aunque evitó comprometer una fecha

La hoja de ruta hasta junio consiste en seguir licuando pasivos en pesos (podría esperarse una baja de tasas del Central si la inflación se mantiene en baja), fortalecer al Banco Central con mayor acumulación de reservas y cerrar un nuevo acuerdo con el FMI, posiblemente con el desembolso de fondos frescos.

Aunque la cosecha no tendrá el volumen esperado igual llega con un aumento significativo en el ingreso de dólares en relación a 2023. Es esperable, por lo tanto, que para mediados de año también se regularice el régimen de importaciones, que hoy se pueden pagar a 120 días en cuatro cuotas iguales y consecutivas.

La estabilidad cambiaria, la disminución de la inflación y la reactivación económica son variables centrales para consolidar a Milei y darle un impulso adicional para negociar exitosamente su paquete de leyes. Tiene 90 días para lograrlo.

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