La demanda de dólares no cede: importaciones, turismo y pagos de deuda al exterior

La intervención oficial en los tipos de cambio financieros aparenta a seguir por bastante tiempo para tratar de contener las cotizaciones

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Foto de archivo: Un billete de 100 pesos argentinos sobre billetes de 100 dóalares. REUTERS/Agustin Marcarian/Illustration
Foto de archivo: Un billete de 100 pesos argentinos sobre billetes de 100 dóalares. REUTERS/Agustin Marcarian/Illustration

Febrero comenzó de la peor manera. El Banco Central siguió vendiendo dólares a cuentagotas a los importadores e interviniendo en la plaza cambiaria a través de un programa de recompra de bonos que puede entrar en conflicto tras trascender una advertencia del FMI de que “no arriesgue las escasas reservas” en ese plan. Hoy al FMI habrá que pagarle USD 710 millones.

Cabe recordar que en lo que va del año las reservas cayeron USD 3.230 millones y están en 41.376 millones tras la caída de USD 36 millones de ayer después de haber vendido USD 42 millones en la plaza mayorista. Una parte de esas reservas deberán ser reintegradas por el FMI, pero no alcanzarán para disimular la violenta caída tras el último plan de “dólar soja”.

La venta de dólares puede ser una constante hasta fines de marzo porque no se avizoran entradas de divisas y si las hubiera serían mínimas. Lo que no faltará será la demanda de dólares por parte de importadores, empresas y turismo, además de los pagos de deuda al exterior.

Las liquidaciones del agro siguieron en baja, mientras los precios de la carne amenazan con complicarle el futuro al equipo económico.

“Hay una recomposición de precios en el sector ganadero. Había un fuerte atraso de los precios de la hacienda desde mayo hasta la fecha. Pero comenzaron a fortalecerse a partir de la segunda semana de enero. Lo llamativo es que entre mayo y diciembre mientras la inflación era de 58,3%, los precios del ganado no aumentaron porque en la invernada, ante la imposibilidad de ofrecerles alimentos por la sequía, tuvieron que rematar y sobre liquidar la hacienda para poder mantener el giro comercial”, señaló el analista financiero y experto en agronegocios, Salvador Vitelli.

La recuperación del precio de la carne llega en el momento menos oportuno. En enero subió 40%, lo que casi equivale al incremento ocurrido a lo largo de 2022 con una inflación de casi 100%.

La inflación de enero anticipa señales de alerta. En el Gran Buenos Aires el alza de precios fue de 6,4%. La carne va a influir en los índices de febrero, marzo y abril contra la voluntad oficial de pactar subas de precio de 3% mensual.

Los bonos que ajustan por CER no reflejaron el temor a la mayor inflación, porque el miedo de los inversores está en que el Tesoro no los pueda cancelar a su vencimiento. Por eso el TX23 subió tan solo 0,17% con ayuda del Banco Central que fue comprador de estos bonos. Los que vencen en 2024 perdieron 0,04%.

En la plaza cambiaria, continuó la intervención sobre los dólares financieros, al tiempo que se convocaron a manos amigas para aumentar la oferta de dólares y lograr bajarlo $4 en el “blue” a $377.

“En el último minuto de la rueda el Banco Central colocó una orden de USD 1,6 millones que terminó de impactar en el MEP y, en menor medida, en el contado con liquidación. Las dudas que tiene el mercado, es si el Banco Central se queda con los bonos GD30D que paga en dólares o los recoloca en el mercado”, señaló Vitelli.

El MEP terminó la rueda $1,11 (-0,3%) abajo a $353,70 y el contado con liquidación cedió 41 centavos a $367,07.

El costo de contener al dólar con el programa de recompra de bonos ya supera levemente los USD 400 millones a los que hay que sumarle los USD 230 millones vendidos en el mercado mayorista.

La contracara de este programa es el impacto negativo en las reservas donde las líquidas quedaron reducidas a USD 175 millones y en oro hay USD 3.416 millones.

Los bonos de la deuda externa terminaron con leves bajas y alzas, por eso el riesgo país tuvo una suba casi neutra de 3 unidades a 1.820 puntos básicos.

La Bolsa comenzó la rueda con la intención de reafirmar el alza de la rueda anterior, pero después del mediodía comenzó a caer y sobre el final aceleró su derrumbe. Con un bajo monto de negocios de $3.421 millones, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, bajó 0,98% en pesos y 0,9% en dólares.

Los inversores en ADRs -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- mostraron cautela. Se operó un magro volumen de $4.915 millones y el cierre fue mixto. Lo más destacado pasó por IRSA que subió poco más de 5%.

Tras esta rueda, que sirvió de muestra de lo que se puede venir, en el mercado se preguntaban si el Banco Central no subiría la tasa de interés que se puede volver negativa ante la mayor inflación esperada.

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