La última rueda operativa de la semana estuvo signada nuevamente por la presión cambiaria, con un dólar libre que llegó a operarse a un máximo de $295 y las paridades bursátiles que alcanzaron loa zona de los 300 pesos. Fue el epílogo de una serie de medidas oficiales que incrementaron la incertidumbre y también las expectativas negativas sobre la economía, que sufre por la espiralización inflacionaria y la debilidad política de la coalición de Gobierno.
Termómetro de la inestabilidad financiera es el nivel de la brecha cambiaria, ya establecida en el 130%, una tasa que solo fue superada -por escasos días- en la última semana de octubre de 2020, cuando tocó el 150 por ciento. Para encontrar una brecha mayor hay que retroceder hasta abril de 1989, a las puertas de la hiperinflación.
El dólar libre cerró negociado con alza de cuatro pesos este viernes, a $293 para la venta. Pasadas las 14:30 llegó a operarse a $295 un nuevo máximo nominal. La divisa “blue” anota una ganancia en 2022 de de 40,9 por ciento. Asimismo, en el transcurso de julio sube 55 pesos o un 23,1 por ciento.
En cuanto a las paridades bursátiles, treparon 2,3%, a nuevos máximos. El “contado con liquidación” cerró en récord de $301,49 a través del Global 30 (GD30C), mientras que el MEP terminó a $291,31 con el Bonar 30 (AL30D).
El dólar mayorista aumentó 25 centavos, a $128,25, para anotar un incremento de 24,9% en 2022, más de diez puntos debajo de la inflación del período.
“Se reactiva el reacomodamiento en los dólares financieros, a modo de reacción a las últimas medidas cambiarias junto a la incertidumbre externa e interna, lo que sigue inclinando a los agentes económicos hacia la búsqueda de refugio, y dicha demanda por cobertura se refleja en la elevada ‘brecha’”, dijo a Reuters un economista.
Un aumento del impuesto aplicado a las compras en dólares con tarjeta a proveedores de bienes y servicios en el exterior y la modificación en la fijación de tasas de interés de referencia por parte del Banco Central amplificaron las dudas de los operadores.
”El BCRA decidió no elevar las tasas de referencia para mantener el apetito por los instrumentos del Tesoro, asumiendo el costo de profundizar el valor negativo de las tasas reales”, refirió en un reporte el agente de compensación y liquidación Cohen.
Fuerte rebote del Merval: 3,7%
Los índices de Wall Street repuntaron entre 1,8% y 2,2% este viernes, en un rebote que también ayudó a sostener a las alicaídas valuaciones de las acciones argentinas.
Entre los ADR y acciones argentinos operados en dólares en Nueva York se impusieron las ganancias moderadas,. Encabezaron Mercado Libre (+6,6%) y Banco Francés (+2,8%). Sin embargo, los títulos privados de la Argentina aún arrastran una pérdida promedio de 6% en el transcurso de julio.
El S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires subió un 3,7% en pesos, a 104.222 puntos. Este referencial alcanzó un récord histórico nominal en pesos por encima de los 106.000 puntos el viernes de la semana pasada. En dólares “contado con liquidación”, el S&P Merval anota una pérdida de 16% en lo que va de 2022.
En cambio, los bonos de la deuda argentina volvieron a operar ofrecidos, lo que imprimió nuevas caídas en sus valores a renovados niveles mínimos, en una plaza que no encuentra piso ante el desinterés inversor pese a sus abultados retornos.
Los bonos soberanos en dólares operaron con pérdidas marginales de 0,3% en promedio, según la referencia de los Globales con ley extranjera. El riesgo país medido por JP Morgan alcanzaba para la Argentina los 2.754 puntos básicos a las 17:15 horas, después de haber tocado los 2.774 puntos al mediodía, un récord desde el 22 de mayo de 2020, antes de la reestructuración soberana.
Las crecientes dudas sobre el futuro de la economía doméstica inducen desarmes de posiciones en activos en búsqueda de coberturas en dólares, lo que provoca una mayor presión sobre el mercado cambiario, afirman operadores.
El saldo del mes de julio luce preocupante para los bonos Globales que se hunden en cada rueda que pasa. Las pérdidas en lo que va del mes alcanzan el 16%, y en el año asciende hasta 45 por ciento.
Esta semana, la ministra de Economía, Silvina Batakis, anunció una serie de medidas que apuntan a reducir el elevado déficit fiscal y calmar a los mercados financieros, en medio de una creciente escalada inflacionaria.
En este marco, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó el jueves que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 5,3% en junio, acumulando un alza del 36,2% en lo que va del año y del 64% en los últimos doce meses, la tasa más alta desde 1991.
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