Plazos fijos “chacareros”: cómo es el instrumento que relanzó el Banco Central para apurar la llegada de dólares del campo

Se trata de de depósitos que pueden constituirlos las personas y empresas con actividad agrícola. Su rendimiento está relacionado al valor de los cereales u oleaginosas y de la cotización del dólar estadounidense

Compartir
Compartir articulo
El Gobierno, ávido por los dólares del agro.
El Gobierno, ávido por los dólares del agro.

El Directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) mejoró las condiciones de constitución de los denominados Plazos Fijos Chacareros, removiendo límites para la renovación.

Los Plazos Fijos Chacareros pueden constituirlos las personas y empresas con actividad agrícola y su rendimiento está relacionado al valor de los cereales u oleaginosas y de la cotización del dólar estadounidense.

En síntesis, esta herramienta financiera consiste en un plazo fijo convencional en dólares, pero que en el caso de productores y empresas agrícolas ofrecerá tasas variables atadas al valor de los cereales y la evolución del tipo de cambio oficial.

El agro es el sector más superavitario en materia de divisas y el único que garantiza liquidez para que el BCRA sume reservas

La condición establecida es que el monto no supere hasta dos veces el valor total de las ventas registradas este año. Ahora, el BCRA dispuso que se admita la renovación de esas inversiones a plazo existentes a la fecha por hasta el monto a cobrar a sus vencimientos sin tener en cuenta ese límite de manera de mantener el incentivo a la venta de la cosecha.

De esta forma, el Banco Central renovó los “estímulos” para que los productores agrícolas liquiden rápidamente su cosecha y no conserven los silobolsas de soja y maíz en sus campos, como suele suceder ante la incertidumbre cambiaria y la elevada inflación que reina en la economía.

Una mejora en las condiciones de estos depósitos puede ser un aliciente para los productores decidan realizar la venta, en momentos en que los precios internacionales de los granos y los derivados industriales de los mismos dan señales de haber agotado su reciente escalada alcista. Por ejemplo, la tonelada de soja para julio descendió a USD 584 la tonelada esta semana, en sus precios más bajos en cinco meses, mientras que las posiciones con entrega en noviembre, cuando transcurrirá la cosecha gruesa en el hemisferio norte, regresaron a la zona de los USD 520 por tonelada.

Hay que subrayar que en el transcurso de 2022, el Banco Central acumula compras netas en el mercado de cambios por solo unos USD 391 millones, un monto que representa el 6,2% del saldo neto a favor obtenido en el mismo lapso del año pasado, que acumulaba unos USD 6.327 millones al 23 de junio de 2021.

La semana pasada, el presidente del BCRA, Miguel Pesce, afirmó que “la volatilidad en precios internacionales hace que parte de la exportación de soja y subproductos no se haga al ritmo habitual y tenga retrasos. Estimamos unos 2.500 millones de dólares de retraso”, indicó. Además comentó: “Es cierto que el sector primario está exportando más pero eso se debe a maíz y trigo. En la soja hay retraso”, comentó.

Por otra parte, aseguró que desde el Banco Central esperaban recibir unos USD 700 millones más de organismos multilaterales que no se han producido todavía. Sin embargo, se mostró confiado. “Ahora, ambos efectos en algún momento se van a dar y podremos recomponer reservas”, aseguró.

“La tasa de interés sobre el capital invertido se calcula en función de la variación en la cotización del dólar de dos días hábiles previos a la fecha de imposición hasta dos días hábiles previos al vencimiento. Si la variación resultase negativa, se aplicará tasa cero”

Además, la entidad monetaria decidió elevar el monto para el acceso al financiamiento en pesos de las empresas agroexportadoras, destinado a la compra para exportación, a $15.000 millones cuando los controlantes sean residentes en el país.

Según ha explicado el Banco Nación sobre estos vehículos de ahorro, la tasa de interés sobre el capital invertido se calcula en función de la variación en la cotización del dólar de dos días hábiles previos a la fecha de imposición hasta dos días hábiles previos al vencimiento. Si la variación resultase negativa, se aplicará tasa cero. La entidad indicó que el instrumento financiero “permitirá profundizar los beneficios para los inversores del agro”, ya que -desde el comienzo de la operatoria- destinaron $ 25.900 millones. El capital a invertir es en pesos, atado al dólar, y el plazo de colocación mínimo es de 60 días y el máximo de hasta 370 días, por un monto mínimo de 1.500 pesos.

SEGUIR LEYENDO: