Tasas vs precios: la aceleración de la inflación premia más a los ahorristas que el rendimiento de los plazos fijos

Por el aumento de expectativas de inflación, los plazos fijos UVA van a aumentar su rendimiento nominal mucho más que el plazo fijo tradicional

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El Banco Central respondió con una suba de tasas al mal dato de inflación de febrero. Foto: REUTERS
El Banco Central respondió con una suba de tasas al mal dato de inflación de febrero. Foto: REUTERS

El dato de inflación de febrero sorprendió hasta a las proyecciones más pesimistas de analistas y fondos de inversión. Tan esa así que las proyecciones de inflación para los próximos meses se movieron hacia arriba en forma generalizada dado el nuevo piso que fijó el 4,7% que marcó el Índice General de Precios (IPC) del Indec en el segundo mes del año.

El Banco Central respondió con una suba de tasas para que los ahorristas compensen mejor la erosión que causa en sus tenencias el avance de los precios, pero como el salto en la inflación futura es aún mayor las inversiones indexadas premiarán mucho más que una simple suba de dos puntos porcentuales a los rendimientos de los depositos.

Todavía no se publicaron las nuevas encuestas de expecttivas de mercado posteriores a la publicación del IPC de febrero. Cuando se publiquen el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central y el Consensus Forecast de Focus Economics, dos de las más usadas, seguramente muestren que toda la curva de expectativas futuras de precios se haya movido hacia arriba.

Pero antes de que los analistas den a conocer sus cálculos, el mercado de bonos ajustó en forma inmediata sus expectativas de inflación futura. Por ejemplo, la mediana de estimaciones del medio centenar de especialistas que respondió al REM de febrero indicó una expectativa del 3,9% para el dato de ese mes. Al final fue del 4,7%.

La mediana de estimaciones del medio centenar de especialistas que respondió al REM de febrero indicó una expectativa del 3,9% para el dato de ese mes. Al final fue del 4,7%

Para marzo, esas previsiones también quedaron anticuadas, ya que se esperaba 4,1% y, ahora, los bonos en pesos y ajustados por CER se mueven en precios consecuentes con una inflación mensual del orden del 4,8% al 4,9% mensual. Lo mismo para abril: se esperaba 4% y ahora se espera otro número apenas por debajo del 5%, siempre según las expectativas implícitas en bonos en moneda local.

La entidad conducida por Miguel Pesce respondió a esto subiendo la tasa de los plazos fijos a 30 días para minoristas del 41,50% nominal anual al 43,50 por ciento. O sea, que en términos mensuales la movió de un rendimiento del 3,45% cada 30 días al 3,62%. Todo comparado con inflaciones mensuales que rozan el 5%. No hay cnahces de conservar el poder de compra de los ahorros a ese ritmo (aunque, vale destacar, mientras continúa la calma en los tipos de cambio paralelos, si hay chances de ganarle al dólar).

Pero el mal dato de inflación hizo algo mucho más contundente con los depósitos que se pueden suscribir en bancos. Dado que todos ellos ofrecen la posibilidad de colocar plazos fijos UVA a tres meses de plazo y que ese índice sigue al dato de inflación, mayores registros presentes y futuros del índice de precios prometen un aumento mucho mayor del resultado de colocar dinero en esos instrumentos indexados.

Para ponerlo en números, quien coloca un plazo fijo a 30 días con la tasa actual del 43,5% por $100.000 de capital inicial, vencido el plazo recibe $3.625 de intereses por sobre lo colocado. Antes de la suba de tasa, ese premio era de $3.458. La diferencia es de unos 166 pesos.

Pero mayores registros de inflación se traducen en mayores pagos nominales en el caso de los plazos fijos UVA. Claro que esos resultados se obtienen recién a los 90 días, pero al menos la diferencia en este caso es mucho más sustancial.

Por ejemplo, con las previsiones de inflación previas al dato de febrero, quien colocaba $100.000 a plazo fijo UVA y a una tasa del 1% anual podía aspirar -si las expectativas de precio se cumplían con exactitud- a percibir $13.381 en intereses al final de los 90 días.

Ahora, con estimaciones de inflación que se mueven al orden del 4,8% mensual para los próximos meses y el 57% anual para los proximos doce meses, los intereses que se percibirían saltarían a $14.953, es decir, $1.572 más.

El presidente del Banco Central, Miguel Pesce
El presidente del Banco Central, Miguel Pesce

Los cálculos de Agustín Vega Olmos, Head Strategy Analyst de ConoSur Investments, se basan en las expectativas de inflación implícitas en el mercado de deuda en pesos.

Claro que hay una injusticia en la comparación. Para sopesar para a par un plazo fijo tradicional con otro UVA hay que tomar un período de 3 meses en los dos casos. Entonces, si el ahorrista que colocó $100.000 a 30 días renueva dos veces su plazo fijo, tanto capital como intereses, por efecto de la tasa compuesta percibiría al final del período de 90 días $11.274 en intereses.

O sea, $3.679 menos que con un plazo fijo UVA. Aún a 90 días.

Tasa versus dólar

Lo que Pesce no promete, una tasa que rinda más que la inflación, sin embargo está siendo dejado de lado por buena parte del mercado. El esquema del BCRA, según lo leen operadores, sigue otras variables. La entidad no quiere subir a las tasas por encima de la inflación para que los intereses que paga por Leliq y pases pasivos no crezcan en términos reales. Es decir, que vayan licuándose al crecer a un ritmo menor que la inflación. Así, busca que el Central coloque cada vez más deuda, pero que deba cada vez menos.

“Ha disminuido el apetito por tomar coberturas dollar linked y se ha incrementado la cobertura contra la inflación” (Quinquela)

En cambio, la lógica del BCRA parece ser la de mover la tasa de interés a un ritmo apenas superior al que le imprime a la suba del dólar oficial en sus intervenciones diarias en el mercado cambiario. Así, entiende, los exportadores no tendrán motivos para guardar la cosecha: si el esquema se mantiene, conviene cambiar los dólares por pesos y hacer tasa.

Hasta ahora, y con USD 9.800 millones del FMI a punto de sumarse a reservas más la cosecha cerca de empezar a embarcarse, el mercado parece creerle. No hay expectativas de que calme los precios. Pero tampoco de que el dólar se escape.

“Este reordenamiento de los incentivos está generando cambios de comportamiento en los inversores. Ha disminuido el apetito por tomar coberturas dollar linked y se ha incrementado la cobertura contra la inflación. Esto obedece a la menor probabilidad de salto discreto del tipo de cambio y a ritmos nominales que hoy muestran a los precios un escalón por arriba”, analizó un informe de Quinquela.

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