La indefinición de la negociación de la deuda soberana también influyó en la plaza cambiaria, con un importante repunte en las cotizaciones alternativas, es decir aquellas ajenas a las duras restricciones oficiales.
El dólar blue ascendió tres pesos o 2,4% en un reducido mercado marginal a 127 pesos para la venta. Amplió así la brecha a 82% respecto del oficial mayorista. El precio del dólar paralelo acumula un incremento de 68,8% en lo que va de 2020.
La paridad bursátil contado con liquidación, implícita en la compraventa de acciones y bonos que cotizan en simultáneo en el mercado local y en el exterior, avanzó unos dos pesos y se estabilizó cerca de los $110, en sintonía con el reacomodamiento de precios de los activos argentinos.
Los dólares bursátiles se mantienen alejados de sus precios máximos, en medio de las restricciones impuestas por el BCRA y la Comisión Nacional de Valores para estas operatorias, y ante la expectativa de un acuerdo por la reestructuración de la deuda.
En la plaza formal, el dólar mayorista subió siete centavos, a 69,74 pesos. El monto operado en el segmento de contado (spot) sumó unos 177,4 millones de dólares.
“En otra rueda de reducidas dimensiones, la autoridad monetaria quedó con un leve saldo a favor por su intervención”, señaló Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio.
Destacó este jueves el salto cambiario que se produjo en Brasil, donde el billete verde ganaba un 2,3%, a 5,35 reales, después de una fuerte rebaja de las tasas de referencia (Selic) dispuesta por el Banco Central brasileño.
El miércoles, las reservas internacionales del BCRA aumentaron apenas dos millones, para finalizar en 43.173 millones de dólares.
El mercado sigue atento a las novedades sobre la negociación de la reestructuración de la deuda pública. Vencidos los acuerdos de confidencialidad entre los acreedores y el gobierno, el Ministerio de Economía difundió su nueva propuesta y las contra-ofertas de dos grupos de bonistas y del Bondholder Group.
Si bien las propuestas acercan posiciones, el Gobierno comunicó que “Argentina no puede comprometerse de manera razonable” con algunos de los ajustes propuestos. Por su parte, un grupo de acreedores manifestó que “dado el fracaso de las negociaciones”, están “considerando todos los derechos y recursos legales disponibles”.
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