Con una suerte de "yo les avisé", Federico Sturzenegger, titular del Banco Central, señaló que los comunicados del Banco Central de diciembre del año pasado fueron indicios de que la baja de tasas estaba próxima a suceder, pero que el mercado no supo interpretar esas señales.
Específicamente, el titular de la entidad monetaria dijo que el organismo "ya venía advirtiendo la visible caída en la inflación núcleo, lo cual anticipaba en cierta forma la probabilidad de una reducción de tasas en los meses subsiguientes", pero que cuando se llevó eso a la práctica, hubo una lectura errónea de la política monetaria. "El cambio de metas dio aún más espacio para implementar estas bajas, pero, cuando las llevamos a la práctica, el mercado las interpretó de una manera diferente a la nuestra, y las leyó como el preludio de un relajamiento excesivo de la política monetaria", aseguró Sturzenegger en el discurso de apertura de Expo EFI.
El cambio de metas dio aún más espacio para implementar estas bajas, pero el mercado las interpretó de una manera diferente a la nuestra
Según Sturzenegger, esas reducciones llevaron al nivel actual de 27,25%, nivel que el economista considera "adecuado".
Las razones para esa conclusión son 4:
1) "La política monetaria ostenta un sesgo más contractivo que el observado durante la mayor parte del año pasado", refiriéndose a la contracción de la base monetaria en la última mitad del año pasado, aunque la misma haya reflejado crecimiento en los últimos datos.
2) "Las negociaciones salariales están pactándose en línea con la meta del 15%", lo cual es cierto en la mayoría de los sindicatos claves, con algunos todavía en negociaciones.
3) "La corrección de precios regulados se frenará fuertemente después de este mes", en línea con el anuncio de los aumentos de energía y transporte como entre los últimos del año.
4) "El nivel actual del tipo de cambio real y la propia acción del BCRA nos conducen a no esperar, en los próximos meses, depreciaciones significativas del peso".
Financiando con inflación
En línea con sus comentarios por la inflación, el titular del BCRA afirmó que "la presión inflacionaria que se origina por el financiamiento monetario al Tesoro está a punto de desaparecer por completo". Apuntó la reducción gradual que viene ocurriendo en las transferencias al Tesoro, pasando de los $160.000 millones en 2016, a los $150.000 millones en 2017, a la proyección para 2018 de 140.000 millones de pesos.
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