No hubo misterios. No tenían necesidad de esconderse ni vestirse con solemnes mantos de intriga. Claudio Tapia, Marcelo Tinelli y Edgardo Bauza iniciaron el proceso de definición del comando de la selección argentina a la vista de todos.
Según pudo reconstruir Infobae, la cumbre duró casi 2 horas en el comedor del edificio del complejo 2 con almuerzo de por medio. Entre el pollo o la carne al horno con la posibilidad de sumarles una guarnición de papas o zapallo, Tapia, Tinelli y Bauza se "conocieron". No estuvo en la mesa el dirigente del interior Pablo Toviggino –tendrá un cargo ejecutivo en la nueva AFA–, a quien en un principio se lo ubicó como el cuarto integrante.
Fue un día paralizado en el predio que colaboró para un ambiente tranquilo. Apenas unos pocos empleados pudieron sortear el paro para arribar hasta el predio de Ezeiza. La calma del lugar acompañó los 120 minutos de contacto.
El diálogo fue ameno. Sin ánimos de buscar una definición urgente. El rendimiento del equipo fue uno de los tantos temas que se tocó. Cómo está el cuerpo técnico de ánimo, de qué manera se encararán los encuentros venideros, la performance general del proceso y la relación con los jugadores fueron algunos de los tópicos que surgieron en la mesa.
La intención del flamante presidente electo de la AFA fue la de tener un primer contacto oficial con el tambaleante DT del equipo. Ya se conocían. Algunas pocas charlas al pasar a raíz de las frecuentes visitas del Tapia dirigente de Barracas Central al predio de Ezeiza. Nunca habían tenido un mano a mano. Chiqui quería medir su semblante, entender quién es el que tiene el comando del fierro más caliente del fútbol argentino en la actualidad.
"Me voy con una buena impresión de Bauza porque no lo conocía", reconoció el propio Chiqui ante los medios en una breve e improvisada conferencia de prensa en la puerta del predio mientras se iba en el auto con su chofer al mando, que esperó paciente el finalizar del cónclave junto con los otros conductores de los protagonistas.
La única certeza que quedó asentada en esa mesa de trabajo fue el llamado a una nueva reunión la próxima semana para arribar a una conclusión. Tomarán una decisión por sí o por no. El Patón sigue caminando por la cuerda floja por, como máximo, siete días más.
El último domingo había tenido un cara a cara con Tinelli donde el vicepresidente de San Lorenzo y titular de las selecciones nacionales le expresó el mismo apoyo que lanzó en conferencia de prensa el último miércoles.
En ese contexto, el entrenador convocó a su grupo de trabajo para el lunes con la intención de continuar las tareas con normalidad de cara a los partidos de agosto y septiembre ante Uruguay y Venezuela por las Eliminatorias. Mientras tanto, los rumores de que su salida está sellada crecen en los medios.
El técnico se retiró, como siempre lo ven los empleados del predio, con una sonrisa. De buen humor. Y hasta se animó a tirar algún chiste plagado de humor negro sobre su situación, fiel a su estilo. La pelota ahora la tienen los dirigentes.
Tapia se tomará las próximas horas para arribar a una conclusión. Eso sí, será antes del viaje programado para el próximo jueves rumbo a España que servirá para tener contacto con Lionel Messi en pos de resolver su extensa suspensión –¿y con Jorge Sampaoli?–. No quiere que la charla con la Pulga quede emparentado a la decisión que se tomará sobre el DT.
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