Discurso sobre el general
“[…] atacar en forma precipitada sin conocer los aspectos favorable y desfavorable es inadmisible”.
Wu Qi dijo:
Quien posea las habilidades militares y civiles podrá ser general. Si es capaz de combinar lo estricto con lo flexible, podrá guiar para hacer la guerra. Las personas comunes y corrientes, a la hora de evaluar a un general, con frecuencia consideran únicamente su coraje y su valor. En realidad, el coraje para un general es solo una de las condiciones necesarias que debe poseer entre tantas otras. Si solamente se basa en el coraje, sin duda atacará al enemigo con precipitación. Atacar en forma precipitada sin conocer los aspectos favorable y desfavorable es inadmisible. Por eso un general debe prestar especial atención a cinco asuntos: el primero se llama li (理); el segundo, bei (备); el tercero, guo (果); el cuarto, jie (戒); y el quinto se llama yue (约).
Li significa: administrar a un numeroso ejército como si se administrara a uno pequeño.
Bei significa: ponerse en marcha tomando las precauciones necesarias, como si se fuera a enfrentar a un enemigo poderoso.
Guo significa: a la hora de hacer la guerra y enfrentar al enemigo, no se puede considerar salvar la propia vida.
Jie significa: aunque se haya obtenido la victoria en la batalla, se debe tener la misma cautela y prudencia que se tuvo al comienzo de la misma.
Yue significa: las leyes y los decretos deben ser concisos y simples y no estar cargados de detalles triviales. Al recibir una orden o misión, de ninguna manera se la rehusará. Una vez vencido al enemigo se podrá hablar del regreso.
Esto es lo que debe hacer un general. Entonces, el día en que se marcha hacia la guerra, el general debe tomar la firme resolución de morir con honor en combate y no de vivir con deshonor por intentar salvar su propia vida.
Wu Qi dijo:
El uso de las fuerzas militares implica cuatro puntos clave.
El primero consiste en conocer íntimamente los altibajos de la moral de los soldados y saber aprovechar su voluntad de combate. Esto depende de una sola persona: el general. A esto lo llamo el punto clave del qi ji (气机).
El segundo es saber utilizar el terreno: usar caminos estrechos y peligrosos, las grandes montañas como puntos estratégicos, de tal modo que diez hombres puedan defender las posiciones propias y mil [enemigos] no puedan cruzar. A esto llamo el punto clave del di ji (地机).
El tercero significa aplicar estrategias. Ser bueno para utilizar espías, despachar tropas con armas livianas que acosen repetidamente al enemigo, dispersar sus tropas, sembrar discordia y enemistad entre sus gobernantes y ministros, generar resentimiento entre generales y soldados. A esto llamo el punto clave del shi ji (事机).
El cuarto es la fuerza. Se trata de gestionar una sólida administración de los carros de guerra, preparar los remos y el lu (楫) para un uso conveniente de las embarcaciones.
Los soldados deben conocer muy bien su posición dentro del campo de batalla, los caballos deben ser expertos en galopar velozmente. A esto llamo el punto clave de li ji (力机).
Si se entienden estos cuatro puntos cruciales, entonces se podrá ocupar el cargo de general.
Su prestigio, carácter moral, benevolencia y valentía deben ser suficientes como para comandar a sus subordinados y estabilizar el numeroso ejército, ser temido por el enemigo y resolver dificultades; para que, al dar una orden, los subordinados no se atrevan a contrariarla; y para que en cualquier sitio donde él se encuentre, el enemigo no se atreva a invadir. Si se consigue un general con estas características, entonces la nación será prospera y poderosa. De no encontrarlo, la nación será aniquilada.
A esto se llama un excelente general.
Wu Qi dijo:
El toque de los tambores y el sonido de los Jin son usados como señal auditiva y las banderas como señal visual para comandar a las tropas. La prohibición y el castigo se aplican para contener la disciplina del ejército.
El oído recibe las órdenes a través de los sonidos, por lo tanto, estos deben ser claros. Los ojos las reciben a través de los colores, por lo que estos deben ser nítidos y distintivos. La moral de los soldados [el corazón de combate, el espíritu de combate] está enmarcada por el castigo, entonces este debe ser estricto.
Si no se establecen estos tres puntos, aunque exista una nación esta será vencida por el enemigo.
De este modo, todas las órdenes emitidas por un general deben ser obedecidas. Cualquiera sea la dirección que el general indique, se deberá ir hacia adelante, arriesgando la vida.
Wu Qi dijo:
En términos generales, esto es lo más importante a la hora de hacer la guerra: ante todo, intentar saber quién es el general enemigo y entender cabalmente cuáles son sus habilidades. De acuerdo con las circunstancias del adversario, formular una estrategia flexible, así el éxito se obtendrá sin mucho esfuerzo. Si el general enemigo es ignorante y cree fácilmente lo que dicen los demás, entonces será factible seducirlo mediante engaños. Si persigue el lucro y hace caso omiso de la reputación, se usarán bienes materiales para sobornarlo. Si cambia con liviandad sus decisiones y no posee una estrategia, se lo acosará hasta fatigarlo. Si los superiores exhiben prosperidad y arrogancia y los subordinados son pobres y están descontentos, convendrá sembrar discordia. Si dudan a la hora de avanzar o retirarse y las tropas no saben qué curso tomar, se tratará de estremecerlas y espantarlas. Si los soldados desprecian a su general y emprenden con ansiedad el camino de regreso a casa, habrá que obstruir el camino llano y fácil de transitar, para obligarlos a marchar por un sendero dificultoso y peligroso; de esta manera, será fácil emboscarlos y eliminarlos. Cuando el enemigo se encuentre en un terreno cómodo para avanzar y un terreno difícil para retirarse, se lo seducirá para que avance y así destruirlo. Cuando el adversario tenga un terreno difícil para avanzar y cómodo para retirarse, será posible aproximarse a él y atacarlo.
Si el sitio donde reside el enemigo es bajo y muy húmedo, el curso del agua acumulada no drena [agua estancada], las lluvias son constantes, se encauzará el agua hacia él para inundarlo. Si se trata de un sitio pantanoso y poblado de maleza, donde la vegetación es densa y los vientos fuertes son frecuentes, entonces se lo atacará con fuego para incendiarlo. Si durante un largo periodo el enemigo ha permanecido estacionado en un mismo lugar, si los generales y los soldados han relajado la vigilancia y el estado de alerta ha disminuido, será fácil atacarlo por sorpresa.
Wu Hou preguntó:
Cuando los dos ejércitos están listos para entrar en combate y no sé cuáles son las habilidades del general enemigo y deseo conocerlas, ¿qué método debo aplicar?
Wu Qi respondió:
Ordénele a algunos subordinados valientes que dirijan a un grupo [tropa] selecto y con equipo liviano. Envíelo a explorar. Esta tropa necesariamente deberá retirarse “derrotada” y no pelear para vencer: solo estará para observar los movimientos de avance y retroceso que efectúa el enemigo mientras la persigue.
Si las órdenes del enemigo para avanzar y retroceder son metódicas, si al perseguir finge no poder alcanzarlos, si al ver la ventaja finge no darse cuenta, eso significa que este tipo de general muestra ingenio y sabiduría; por lo tanto, no haga la guerra. Si el adversario genera alboroto y confusión, sus banderas se muestran desordenadas, los soldados avanzan y retroceden por sí mismos [sin directivas], si sus armas están desorganizadas, si al perseguir por temor no alcanza al perseguido, si al ver la ventaja no la aprovecha por miedo, queda claro que su general es un ignorante y, por más numeroso que sea su ejército, podrá capturarlo.
Comentario
Wu Qi señala la insuficiencia de concebir el coraje como única virtud de un general. Un líder debe poseer, además, instrucción en el arte de la estrategia y en el control de los integrantes del grupo mediante el pleno conocimiento de su conducta. Para Wu Qi, es imprescindible y necesaria la correcta capacitación del líder. La excelente administración; la toma de precauciones; la entrega, cautela y claridad en las leyes y en las órdenes son cuatro virtudes esenciales que todo general debe poseer.
El conocimiento del enemigo no solo implica el abordaje reflexivo de sus modos operativo y táctico: Wu Qi le concede también un significativo grado de importancia a la aproximación psicológica del mismo. El análisis de la conducta del líder enemigo y la consideración del tipo de relación que presenta a nivel social son factores relevantes para elaborar estrategias pertinentes y singulares. Esta constante adaptación, tanto a los terrenos como a las múltiples facetas de la conducta de los líderes enemigos y de sus relaciones sociales, refuerza la importancia de la capacitación del general, ya que las estrategias deben ser elaboradas y variar según la particularidad de los casos.
La relevancia que Wu Qi otorga a la necesidad de conocer profundamente al enemigo queda de manifiesto cuando sugiere que es pertinente enviar una tropa de sondeo si no se conocen las habilidades del enemigo. Esta no debe poseer el ánimo de vencer; por el contrario, debe huir y estudiar los mecanismos que despliega el oponente para perseguirla y atacarla. Como consecuencia, la necesidad de conocerlo llega al punto de considerar el sacrificio de unos pocos soldados, con el fin de desenmascarar su modus operandi.
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