El Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas (Ipse) presentó su balance de gestión de 2025, en el que destacó un avance significativo en el acceso a la energía eléctrica para miles de familias colombianas que residen en zonas históricamente apartadas del país.
La ceremonia de cierre se realizó en Isla Grande, en el Archipiélago de San Bernardo —en el Caribe colombiano—, un lugar simbólico para esta gestión, donde se destacó el trabajo realizado con energías renovables y sostenibles.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel
Según el reporte, más de 17.500 usuarios recibieron acceso a energía eléctrica en diferentes regiones del país, gracias a una serie de intervenciones, entre las cuales se incluyen soluciones solares, sistemas híbridos y el mejoramiento de las redes eléctricas existentes.
Estas acciones beneficiaron a comunidades ubicadas en departamentos como Valle del Cauca, Antioquia, César, Magdalena, Cauca, Bolívar, Atlántico, Chocó, La Guajira, Guaviare, Vichada, Vaupés y Casanare, muchas de ellas con acceso limitado o nulo a la electricidad durante años.
Isla Grande, que estuvo sin electricidad durante más de dos siglos, fue escogida como sede para este evento debido a su representación del impacto social que tuvieron las políticas energéticas del Gobierno nacional. Además, la isla alberga una granja agrovoltaica —es la combinación de actividades agrícolas y ganaderas con la producción de energía solar fotovoltaica en un mismo espacio— que se convirtió en un modelo nacional de transición energética y soberanía energética.
Transformación social a través de la energía
El director del Ipse, Danny Ramírez, expresó ante los medios de comunicación con satisfacción el alcance de estos logros y la importancia de la energía eléctrica como un motor de cambio para las comunidades más aisladas.
“La Navidad es tiempo de familia y de esperanza. Para miles de colombianos, este año también llega con algo que nunca habían tenido: la energía”, comentó Ramírez, que destacó cómo el acceso a la electricidad transforma no solo la calidad de vida de los habitantes, sino sus oportunidades de desarrollo económico y social.
Las intervenciones del Ipse se centraron principalmente en soluciones sostenibles que respetan el medio ambiente: “La energía no solo es una necesidad básica, sino una herramienta de cambio”.
El director, que destacó que la conexión a la electricidad permite a las comunidades mejorar su educación, salud, productividad agrícola e incluso el turismo local. Además, añadió que estos avances han sido posibles gracias a la colaboración estrecha entre la entidad, el Ministerio de Minas y Energía, liderado por Edwin Palma, y las comunidades beneficiadas.
“Hoy los usuarios pagan cerca de $6 billones al año por el cargo por confiabilidad, lo que representa alrededor del 15% de la tarifa. La pregunta es clara: ¿por qué deben seguir pagando los usuarios ese costo? Nuestra apuesta es aliviar el bolsillo de la gente”, sostuvo el ministro de Minas.
Edwin Palma recordó que, antes de implementar el proyecto, la comunidad dependía de más de 3.000 galones de diésel, un sistema caro y muy contaminante, pero con los avances en esta materia, lograron “descarbonizar” la isla, al proteger el ambiente y reducir los costos.
El Gobierno impulsó la energía sostenible en Colombia
En 2025, Colombia consolidó su apuesta por las energías renovables, transformándolas de proyectos experimentales en pilares fundamentales de su matriz energética. Este año, el país logró importantes avances en la implementación de fuentes no convencionales de energía renovable (Fncer), destacándose la solar fotovoltaica, la eólica, la biomasa y el hidrógeno verde, entre otras.
El Gobierno nacional, bajo la estrategia de “Transición energética justa”, impulsó varios proyectos clave. Uno de los más destacados es el programa ‘Colombia solar’, con una inversión de $4,2 billones, que permitió la electrificación de más de 17.500 hogares en zonas apartadas como Isla Grande y el Chocó, como se mencionó anteriormente, además de beneficiar a más de 1.000 pequeños negocios de la economía popular.
El objetivo del programa es que las comunidades no solo consuman, sino que también puedan producir y vender su propia energía. En términos de capacidad instalada, Colombia superó los 2 Gigavatios (GW) en proyectos solares y eólicos, al alcanzar casi el 10% de la matriz eléctrica nacional, un avance significativo comparado con el 1,5% registrado en 2022.