El Ejército Nacional de Colombia emitió una declaración pública en respuesta a las recientes denuncias sobre supuestas irregularidades administrativas y malos tratos en el Batallón de Sanidad SL José María Hernández, ubicado en el Cantón Militar de Puente Aranda, Bogotá.
La institución aclaró que activó protocolos internos para investigar los hechos señalados al interior del Basan y reiteró su compromiso con la transparencia y el bienestar de sus integrantes.
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El comunicado del Comando de la Brigada Logística N.° 1 en Apoyo General sostiene que el bienestar de los hombres y mujeres en proceso de recuperación tras el conflicto armado constituye una prioridad institucional.
Para ello, se dispuso un equipo interdisciplinario encargado de mejorar las condiciones de vida de los miembros afectados. La institución subrayó que, ante los señalamientos recientes, una comisión inspectora asumirá la tarea de determinar la veracidad de los hechos y tomar las acciones legales y administrativas correspondientes.
Contexto de la denuncia
La polémica se originó tras la publicación de una denuncia en redes sociales por parte de Alexander Chala Sáenz, sargento retirado y activista, que expuso acusaciones sobre presuntos malos tratos, abuso de autoridad y posibles fallos administrativos dentro del batallón.
Según la comunicación difundida por Chala Sáenz, el mayor Aldemar Cataño Gómez, segundo comandante y ejecutivo de la unidad, es señalado como responsable de un ambiente laboral negativo y de prácticas que estarían afectando la disciplina y moral de soldados y personal de salud.
El testimonio recogido por Chala Sáenz incluye afirmaciones de denunciantes internos que describen un clima institucional deteriorado bajo la gestión del oficial mencionado.
“El Mayor CATAÑO GÓMEZ ALDEMAR Ejecutivo de la Unidad se ha caracterizado por ser un oficial déspota, grosero, altanero impartiendo maltrato a los soldados que estamos en tratamiento médico, escalando a los suboficiales de la unidad así como a los oficiales, en especial al personal de oficiales femeninos que integran la unidad (sic)”, señala el documento.
Acusaciones sobre el manejo administrativo y ambiente interno
Los denunciantes internos sostienen que las actitudes atribuidas a Cataño no discriminan entre el personal, y aseguran que su trato despectivo se extiende tanto a soldados como a profesionales de la salud.
Según su relato, las recomendaciones médicas son desautorizadas y el trato hacia los especialistas se describe como altanero y grosero. El documento denuncia un ambiente cargado de autoritarismo y conflicto, en el que el mayor justifica sus acciones aludiendo a supuestos respaldos dentro del mando.
Además de los señalamientos personales, la denuncia expone problemas de disciplina, control interno y supuesta permisividad hacia prácticas como el tráfico de drogas, venta de permisos y la ausencia reiterada de personal asignado a la unidad.
Entre las acusaciones administrativas destacan las relacionadas con la gestión de fondos y alimentación. Los denunciantes afirman que “los pagos de las devoluciones de alimentación por permisos no las cancelan”, y que la falta de reporte adecuado afecta el acceso de los soldados a estos recursos.
El mismo documento plantea dudas sobre el destino de los fondos y la transparencia en los consumos, indicando que “los partes de alimentación en el Rancho de Tropa se pasan inflados y no sabemos para qué fin”.
Protocolos de denuncia y canales institucionales
En respuesta, el Ejército Nacional recordó la existencia de la línea 152, un canal de transparencia disponible para la ciudadanía, destinado a recibir denuncias sobre actos de corrupción o violaciones de derechos humanos dentro de la institución.
El comunicado oficial subraya que la activación de estos mecanismos busca fortalecer la confianza entre los integrantes del Ejército y la sociedad civil.
El Ministerio de Defensa Nacional mantiene habilitada la línea 157, un canal anticorrupción que permite reportar de forma anónima cualquier irregularidad en el sector defensa, incluidos los hechos que involucren al Ejército Nacional.
Solicitudes de cambio en el liderazgo
El documento de los denunciantes solicita la salida del mayor Cataño Gómez para mejorar el clima interno del Basan y elevar la moral de los soldados y cuadros de mando. Sostienen que un relevo en la dirección permitiría implementar nuevas estrategias y encauzar la disciplina en una unidad que consideran compleja debido a la naturaleza de sus funciones.
El Ejército Nacional, por su parte, instó tanto a sus integrantes como a la ciudadanía a emplear los mecanismos oficiales de denuncia para garantizar una acción oportuna y eficaz ante situaciones similares.
La institución castrense aseguró que la investigación en curso determinará las responsabilidades y permitirá tomar las medidas necesarias para preservar la integridad y el funcionamiento adecuado del Batallón de Sanidad de Puente Aranda.