La muerte de una niña de 4 años de edad durante una actividad recreativa en el restaurante campestre La Tinaja Restaurante, situado en la zona rural de Palmira, Valle del Cauca, ha causado consternación entre los habitantes y visitantes de la región.
El sábado 27 de diciembre, la menor participaba en un paseo a caballo dentro del establecimiento, acompañada por su familia, cuando ocurrió el trágico accidente.
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Durante el recorrido, el caballo en el que iba montada la niña se alteró repentinamente. El guía encargado perdió el control del animal, lo que resultó en que la pequeña cayera al suelo y quedara expuesta.
El animal la pisó en repetidas ocasiones, ocasionándole graves lesiones, según el relato de los presentes.
Testigos y empleados del lugar actuaron con rapidez y trasladaron a la menor a un centro asistencial en Palmira, aunque los profesionales de la salud confirmaron que la niña ya no presentaba signos vitales al momento de su ingreso.
Frente al impacto del accidente, La Tinaja Restaurante difundió un comunicado en sus redes sociales, afirmando: “Con profundo dolor lamentamos el trágico incidente ocurrido el día de ayer en el Restaurante La Tinaja. Expresamos nuestra solidaridad y condolencias a las familias y personas afectadas. Acompañamos su dolor y nos unimos al sentimiento de tristeza en este momento tan difícil”.
La administración del establecimiento aseguró que desde el primer momento ha colaborado plenamente con las autoridades encargadas de la investigación, reiterando: “Desde el primer momento estamos colaborando de manera plena y transparente con las autoridades en la investigación de los hechos. Agradecemos a la comunidad su respeto, comprensión y sensibilidad mientras avanzan los procesos correspondientes”.
La noticia de lo sucedido generó una ola de reacciones en redes sociales y en la propia comunidad, despertando preocupación por las condiciones de seguridad en los espacios recreativos rurales y el uso de animales en actividades destinadas a menores.
Numerosos usuarios expresaron sus condolencias a la familia, mientras que otros señalaron la necesidad de replantear la presencia de caballos en espectáculos infantiles, argumentando que su uso puede representar peligros y que deberían ser protegidos para evitar tragedias semejantes.
El fallecimiento de la menor en un establecimiento público de Valle ha llevado a las autoridades a desplegar una investigación oficial por parte de la Policía departamental.
El coronel Pedro Pablo Astaíza, como subcomandante del Departamento de la Policía del Valle, confirmó al diario El Tiempo que se encuentran enfocados en esclarecer los pormenores de lo ocurrido. Tal como reconoció Astaíza, “Sucedió en un establecimiento abierto al público, se presentó este lamentable hecho en el que una menor de edad murió tras su caída del semoviente, los hechos son motivo de investigación por parte de la sección criminal de la Policía”, dijo el oficial al diario El Tiempo.
En este escenario, la sección criminal del organismo policial ha asumido el análisis e interpretación de las circunstancias que rodearon el incidente, según reiteró el coronel Pedro Pablo Astaíza al diario mencionado. Las autoridades continúan evaluando las pruebas y recabando testimonios para determinar las causas exactas de la tragedia que ha conmocionado a la comunidad del Valle.
Muerte de caballo en cabalgata de San Gil desata indignación
La muerte de un caballo durante la tradicional cabalgata de las ferias y fiestas de San Gil, en el departamento de Santander, desató un profundo malestar social y reavivó el debate sobre el uso de animales en celebraciones públicas.
El incidente, ampliamente difundido a través de videos en redes sociales, mostró cómo el equino, que ya presentaba signos evidentes de agotamiento y enfermedad, colapsó en plena calle, comenzando a sangrar por la boca y la nariz ante la mirada de la multitud.
El evento, que contaba con los permisos requeridos para su realización, puso nuevamente bajo la lupa la permisividad de las autoridades frente a espectáculos que involucran animales, reactivando las críticas sobre la continuidad de este tipo de actividades en la región.
La preocupación central gira en torno a la falta de control y vigilancia durante el desarrollo de la cabalgata, lo que, según los denunciantes, facilita episodios de maltrato. “Pese a las evidentes señales de sufrimiento, estos no atendieron la emergencia y continuaron con el recorrido entre la multitud sin tomar ninguna acción para salvar al caballo”, recoge la denuncia ciudadana difundida en redes.