La reciente agresión sufrida a policías en la turística playa Johnny Cay de la isla de San Andrés se da en medio de en una escalada de violencia que responde a retaliaciones de grupos delincuenciales tras operaciones previas de la fuerza pública.
Las autoridades confirmaron que los uniformados, heridos durante el enfrentamiento, se encuentran fuera de peligro y reciben atención médica, mientras la Policía Nacional avanza con las investigaciones para identificar y judicializar a los agresores.
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Según fuentes judiciales consultadas por Semana, en los videos que circularon en redes sociales puede observarse cómo varios individuos persiguen a un policía con la intención de desarmarlo, aunque este logra resistir hasta que sus compañeros llegan en su auxilio.
Según reportó, el incidente se originó como reacción a un procedimiento anterior de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo), antiguo Esmad, que había despejado un bloqueo en el sector de San Luis.
Esta obstrucción, de acuerdo con las fuentes mencionadas, habría sido ordenado por alias Omiel, señalado como un peligroso delincuente que mantiene injerencia sobre actividades ilícitas en la isla. Las autoridades locales han sido percibidas como insuficientemente contundentes en su respuesta a la creciente acción de las pandillas en San Andrés.
Una fuente judicial citada por Semana explicó que: “Las autoridades administrativas son muy pasivas con las acciones que adelantan en contra de estas pandillas o grupos que están haciendo salir de control la seguridad de la isla.”
En este contexto, la violencia reciente refleja la presión de ciertos sectores criminales para que la Policía actúe bajo sus intereses, según lo señalado en la publicación. “Quieren que la Policía se les doblegue y trabaje con ellos, mientras alias Omiel y su combo siguen delinquiendo como si nada ocurriera”, añadió la fuente.
En otro de los videos que se conoció por medio de las plataformas digitales se ve como estas personas tienen sometido al uniformado en un sector de la playa mientras lo continúan agrediendo con palos y piedras a la vista de propios y turistas que alertan solicitan ayuda para proteger la vida de este servidor público.
Ciudadano 1 : “(gritos de multitud) Se formó la guerra mundial entre los de -- ay, Dios mío”.
Ciudadano 2 : “Ese lo ha pagado”.
Ciudadano 2 : “Le dieron un golpe a los tuyos. (gritos y voces de fondo) Bueno, también le partió la cabeza. Le tiene que pagar el precio. (gritos y voces de fondo)”
Ciudadano 1 : “(gritos y voces de fondo) ¡No, no! ¡Ay, no! ¡Déjalo, déjalo, déjalo! ¡Ay!"
Ciudadano 3: “Tiene la culpa”.
Ciudadano 1 : “¡No, no, no! Pues es su familia. Vea como lo mantienen".
Durante la agresión también se registró el robo de un arma de fuego y de un radio, elementos que, de acuerdo con la edición citada, los uniformados lograron recuperar tras el ataque.
En reacción a estos hechos, la Policía de San Andrés emitió un comunicado rechazando los actos de violencia y asegurando que, en coordinación con la autoridad competente, adelantarán “de forma inmediata y rigurosa las investigaciones necesarias para identificar, judicializar y dar con los responsables de este hecho”.
El comandante de la Policía de San Andrés, coronel James Tobón, ha intensificado la vigilancia y los operativos en varias zonas de la isla con el propósito de contener estos episodios delictivos. Desde la institución recalcaron su compromiso con la seguridad y con la restauración del orden, tanto para residentes como para turistas que frecuentan el archipiélago.
Las acciones recientes en Johnny Cay evidencian las dificultades que enfrenta la fuerza pública ante el avance de estructuras delictivas en San Andrés. La respuesta de las autoridades incluye el fortalecimiento de operativos e investigaciones para frenar la influencia criminal y garantizar la protección de la comunidad y los visitantes.