En una alocución transmitida el martes 23 de diciembre de 2025, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció la inclusión del salario vital en el decreto del salario mínimo, asegurando que la medida se fundamenta en parámetros internacionales y en la legislación nacional.
El mandatario insistió en que la nueva política busca garantizar condiciones de vida dignas para los trabajadores y sus familias, distanciándose de criterios adoptados en gobiernos previos.
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Durante su intervención, Petro afirmó: “Nosotros estamos subsidiando a los ricos de Colombia, ¿Cierto? Porque nuestra sociedad sí está enferma de tantas décadas de violencia”.
El presidente señaló que el cálculo del nuevo salario mínimo no replica decisiones de administraciones anteriores y subrayó la importancia de ceñirse a la Constitución.
“El salario mínimo debe garantizar condiciones de vida digna”, remarcó, y propuso que el ajuste debe contemplar variables económicas relevantes.
El jefe del Ejecutivo citó la jurisprudencia nacional y una sentencia específica, la T-426, destacando el derecho a conservar el poder adquisitivo del salario.
“Esto es, que suba al menos como la inflación. Es, y no lo hizo Duque, estuvo por debajo”, expresó Petro, en referencia a la gestión del exmandatario Iván Duque.
Según detalló, el concepto de “salario vital” será incorporado en el nuevo decreto, lo que representaría una novedad en la historia reciente del país.
La propuesta del Gobierno toma como referencia lineamientos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo que, explicó el presidente, considera indispensable establecer un nivel salarial que permita una vida digna a los trabajadores y sus familias.
“Nivel salarial necesario para proporcionar un nivel de vida digno a los trabajadores y sus familias. El salario familiar, no individual. Y eso va en el decreto. Salario vital por primera vez en Colombia”, puntualizó.
Petro se refirió al método de cálculo utilizado para definir el nuevo valor. Según el mandatario, se analizaron datos sobre la “canasta mínima vital de una familia” y el número promedio de personas que trabajan por hogar.
“Esos datos están, ese se aplica. Y nos da el salario mínimo que vamos a decretar. Cambio. Cambio. Pero basado en la OIT, en la Constitución y en la jurisprudencia”, sostuvo.
El presidente también resaltó el crecimiento reciente en los indicadores de educación, utilizando cifras actualizadas para respaldar sus declaraciones.
La postura oficial generó respuesta de Luis Gilberto Murillo, exministro de Relaciones Exteriores, quien manifestó su posición a través de la red social X.
“Este debate es el que yo he venido dando: el salario debe permitir vivir con dignidad, pero cuidando el empleo y a las empresas. El equilibrio es clave. Salarios reales, sí; empresas fuertes y más trabajo formal, también. Colombia avanza cuando ese balance se hace bien”, publicó el exfuncionario.
Luis Gilberto Murillo ya había hablado del salario mínimo
El exembajador de Colombia en Estados Unidos y también exministro, Luis Gilberto Murillo, provocó amplia discusión en plataformas digitales tras declarar que el salario mínimo no constituye un debate ideológico, sino humano.
El mensaje, difundido mediante la red social X, surgió en un contexto donde la discusión sobre el ingreso básico y el poder adquisitivo de los colombianos ocupa un lugar central en la agenda nacional.
Durante su intervención, el actual precandidato presidencial subrayó la relevancia de que el salario mínimo brinde condiciones adecuadas para una vida digna y tranquila, sin descuidar la estabilidad de las empresas.
“El salario mínimo tiene que alcanzar para vivir con dignidad”, expresó Murillo, destacando el componente social de su posición.
En su publicación, el exministro enfatizó la necesidad de buscar un balance entre los intereses de los trabajadores y el fortalecimiento del tejido empresarial en el país.
“Empresas fuertes y más empleo”, señaló, planteando avanzar mediante consenso nacional.
Además, presentó cifras que revelan la magnitud del desafío: solo 2,4 millones de personas perciben salario mínimo, mientras más de 11 millones reciben menos de esa cantidad.
Murillo también respaldó la política del Gobierno Nacional de fortalecer el ingreso real de quienes dependen exclusivamente de su empleo.
En regiones como Chocó, remarcó, el salario debe garantizar tranquilidad y dignidad ante las brechas regionales. Expresó preocupación por el aumento de quienes subsisten en la informalidad, fenómeno conocido popularmente como “rebusque”. “Eso no lo podemos ignorar”, puntualizó.
Al proyectar su aspiración presidencial, Murillo afirmó que priorizará un “equilibrio entre salarios reales apropiados, empresas fuertes y más empleos dignos”.
Las afirmaciones coinciden con la inminente negociación anual del salario mínimo, proceso en el que sindicatos, empresarios y Gobierno Nacional determinarán el ajuste para el próximo año.
El exministro concluyó que el verdadero avance se logra cuando trabajadores, empresas y comunidad progresan de manera conjunta.