Nuevo salto del euro en Colombia: la moneda europea retomó fuerza y presionó el mercado cambiario el 16 de diciembre

La divisa europea cerró la jornada al alza, con un repunte que reflejó la volatilidad del mercado internacional y volvió a poner bajo presión al peso colombiano

Nuevo salto del euro en Colombia, la moneda europea retoma fuerza y presiona el mercado cambiario - crédito Kai Pfaffenbach/REUTERS

El precio del euro en Colombia cerró la jornada del 16 de diciembre de 2025 en un promedio de $4.528,04, lo que representó una subida de 37,60 frente al día anterior, equivalente a una variación diaria de +0,84%. Durante la sesión, la divisa europea alcanzó un máximo de $4.537,74 y un mínimo de $4.483,36, reflejando una volatilidad moderada en el cruce EUR/COP.

Si bien no se registraron máximos históricos, el alza en su valor responde a una combinación de factores internacionales, como las expectativas sobre la política monetaria en Estados Unidos y la inestabilidad en los mercados globales, junto con elementos locales que influyen en la oferta y demanda de divisas. En las casas de cambio, el euro se cotizó en un rango de $4.360 para la compra y $4.530 para la venta.

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El fortalecimiento del euro responde a factores internacionales como la política monetaria de Estados Unidos y la inestabilidad global - crédito David W Cerny/REUTERS

En la última semana, el euro registra un incremento 2,62%, por lo que desde hace un año aún mantiene un ascenso del 5,58%.

Con relación a los cambios de este día con respecto a días pasados, giró las tornas respecto del de la jornada anterior, donde marcó una bajada del 0,29%, sin ser capaz de establecer una tendencia definida. En los pasados siete días la volatilidad fue de 16,63%, que es una cifra sutilmente superior al dato de volatilidad anual (15,79%), por lo tanto presenta mayores alteraciones que la tendencia general del valor.

Narrativa de mercado

La dinámica reciente de los mercados internacionales ha comenzado a reorganizarse alrededor de Europa, donde el euro gana relevancia como termómetro del apetito por riesgo y de la lectura que hacen los inversionistas sobre el ciclo económico global. El denominado “comercio de la paz”, impulsado por la expectativa de un eventual acuerdo entre Rusia y Ucrania, redujo parcialmente las primas de riesgo geopolítico y favoreció una rotación de flujos hacia activos vinculados a la economía real.

En ese contexto, la moneda común se mueve en un entorno de mayor estabilidad relativa, apoyada en un superávit comercial que volvió a ampliarse en octubre y que confirma la fortaleza exportadora de sectores como maquinaria y vehículos, aun cuando persisten señales de desaceleración en socios clave como Estados Unidos y China.

No obstante, el panorama europeo dista de ser homogéneo. La caída del PMI compuesto a su nivel más bajo en tres meses evidencia que la industria manufacturera sigue siendo el principal foco de fragilidad, especialmente por la recesión técnica que atraviesa Alemania. A esto se suma un repunte en los costos de insumos, el más marcado desde mediados de 2024, que introduce tensiones inflacionarias por el lado de la oferta.

La volatilidad semanal del euro frente al peso colombiano alcanzó el 16,63%, superando levemente la volatilidad anual promedio - crédito Antonio Bronic/REUTERS

En este equilibrio delicado, el Banco Central Europeo parece inclinado a mantener una postura de cautela, con tasas estables, priorizando la estabilidad financiera frente a un crecimiento que pierde tracción en servicios. Para el euro, esta combinación limita un fortalecimiento más agresivo, al tiempo que reduce la probabilidad de depreciaciones abruptas.

Este contexto europeo tiene implicaciones directas para monedas emergentes como el peso colombiano. En un escenario donde el euro actúa como ancla de estabilidad dentro del bloque desarrollado, los flujos hacia mercados con mayor rendimiento relativo encuentran espacio para reactivarse, siempre que los fundamentos locales acompañen. En Colombia, los datos de actividad continúan mostrando una recuperación relevante, la producción industrial creció cerca de 2% en octubre, con aportes significativos de la refinación y el sector confecciones, mientras el comercio minorista mantuvo tasas de crecimiento de dos dígitos, impulsado por bienes durables y tecnología. Estas cifras confirman que la demanda interna sigue siendo un soporte clave para la economía.

Sin embargo, el desempeño del peso no puede analizarse de forma aislada del frente fiscal. El deterioro de las cuentas públicas, con un déficit que supera ampliamente las metas oficiales, introduce un factor de vulnerabilidad estructural. La revisión al alza del desbalance fiscal anual y la necesidad de definir el incremento salarial por decreto refuerzan la percepción de que el margen de maniobra del Gobierno es limitado. Para el mercado cambiario, este elemento actúa como contrapeso frente a los datos positivos de actividad, moderando la apreciación del peso colombiano incluso en un entorno externo relativamente favorable.

El superávit comercial europeo y la fortaleza exportadora de maquinaria y vehículos sostienen la estabilidad del euro pese a la desaceleración - crédito Dado Ruvic/REUTERS

A nivel global, la lectura es mixta. Mientras Estados Unidos transita una rotación sectorial y enfrenta expectativas de menor creación de empleo, Asia continúa mostrando señales de desaceleración, con China apoyándose en intervenciones cambiarias y estímulos puntuales para sostener su crecimiento. Japón, por su parte, mantiene al mercado en vilo ante la posibilidad de un ajuste de tasas que profundizaría la divergencia monetaria global. En este contexto, Europa emerge como un punto de equilibrio, y el euro como referencia clave para los flujos internacionales.

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