Una nueva polémica política estalló el domingo 7 de diciembre, cuando el concejal de Bogotá Daniel Briceño —cabeza de lista a la Cámara por el Centro Democrático para las elecciones de 2026— lanzó fuertes acusaciones contra la familia del presidente de la Cámara de Representantes, Julián López, del Partido de la U.
Briceño, reconocido por su oposición al Gobierno nacional de Gustavo Petro y por destapar presuntas irregularidades en contratos y nombramientos, aseguró en su cuenta de X que “este es el decreto con el Petro le regaló una notaría en Cali al papá del representante Julián López saltándose el concurso y la meritocracia. Vendieron la salud y seguridad de los colombianos por una notaría”.
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Daniel Briceño acusa favoritismo y saltarse concurso público en notaría
Junto a su mensaje, Briceño compartió fotografías del decreto oficial que formaliza el nombramiento en interinidad de José Ritter López como notario 22 del Círculo Notarial de Cali. Según el Decreto número 1465, expedido el 10 de diciembre de 2024 por el Ministerio de Justicia y del Derecho, la ministra Ángela María Buitrago Ruiz firmó la designación.
El decreto indica que López Peña —papá del representante— podrá ejercer el cargo de manera interina tras la novedad administrativa sobre la titularidad de la Notaría 22 de Cali, de acuerdo con la normativa, “para posesionarse en el cargo, el designado debe aportar y acreditar ante la Gobernación del Valle del Cauca la documentación y la fe”. La medida asegura la continuidad en los trámites y servicios notariales que presta la notaría.
Esta fue la razón por la que Briceño destapó lo que hay detrás de la familia de López
El pronunciamiento de Briceño se produce en medio de una confrontación política que involucra directamente a Julián López y su partido. El representante a la Cámara protagonizó un conflicto público con la dirigencia de la U, especialmente con Dilian Francisca Toro, líder del partido en el Valle del Cauca.
El presidente de la Cámara creó el movimiento “Nueva U” en el suroccidente del país, acción que la dirigencia interpreta como una disidencia y un intento de división interna.
López, por su parte, sostiene que su iniciativa busca promover democracia interna y renovación política. En entrevista con La W, que él mismo compartió en redes sociales, afirmó: “Quedamos ahora nosotros en libertad. Vamos a hacer política sin el yugo del Partido de la U, sin el yugo de Dilian Francisca Toro, sin los títeres que son Alexander Vega, que es un títere de marca mayor que me tiene muy sorprendido, y Clara Luz Roldán, que es la otra presidenta que ni se diga. Porque aquí sí les vamos a demostrar que si ellos nos cierran las puertas del Congreso, los vallecaucanos y vallecaucanas nos van a abrir las puertas de su corazón y los derrotaremos en octubre del 2027 a toda esa clase mezquina, bandidos y politiqueros que hay en el departamento”.
El enfrentamiento también se centra en críticas de López hacia la gestión de Toro en el Valle del Cauca. El congresista cuestiona los indicadores de pobreza y competitividad del departamento y la calificó como “mala gobernante”, mientras que la dirigencia considera que sus comentarios constituyen ataques internos y posibles expresiones de violencia política hacia mujeres.
Estas tensiones llevaron al Consejo Disciplinario del Partido de la U a imponerle a López una suspensión provisional de tres meses, junto con la pérdida de derechos de voz y voto, por la creación de su movimiento. López denunció la medida como “persecución política” y “vendetta” de Toro y sus aliados. La situación se agravó cuando no recibió aval para las elecciones de 2026, hecho que él interpreta como castigo por su respaldo al Gobierno de Gustavo Petro.
En la misma entrevista mencionada, López confirmó sus aspiraciones políticas: “Sí, nosotros vamos a hacer todo el ejercicio para ir a la gobernación del Valle del Cauca. La gente está lista para derrotar a toda la clase política tradicional de este departamento, a los politiqueros que han usufructuado esto como si fuera un feudo, como si fuera una colonia. Se acabó”.
Después de que el político arremetiera contra los líderes de su propio partido, lo cierto es que provocó en Daniel Briceño la indignación de que, por la forma en que se refería a ellos, no tuviera la moral para acusar a unos, pero a sí mismo no, como de su propio padre que recibió un cargo sin que se respetara un proceso de meritocracia.