Un deslizamiento de tierra ocurrido en la madrugada del 24 de junio en la vereda Granizal, municipio de Bello, Antioquia, ha dejado al menos 10 personas fallecidas, 15 desaparecidas y 10 heridas, según reportes oficiales.
La tragedia, que se produjo en el sector El Pinar, una zona rural limítrofe con Medellín, ha movilizado a múltiples organismos de socorro y autoridades locales, quienes continúan las labores de búsqueda y rescate en condiciones adversas debido a la persistencia de las lluvias.
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“En coordinación con organismos de socorro y @SNGRDColombia atiende emergencia en #Bello, vereda #Granizal, por deslizamiento. 10 cuerpos recuperados y 10 personas atendidas. Seguimos informando...“, se afirmó desde la cuenta oficial de X, antes Twitter, de la Defensa Civil.
La emergencia comenzó cuando un movimiento en masa sorprendió a los habitantes de la vereda Granizal durante la madrugada.
El deslizamiento, atribuido a las intensas precipitaciones que han afectado la región, sepultó varias viviendas y dejó a decenas de personas atrapadas bajo los escombros.
Las autoridades confirmaron la recuperación de 10 cuerpos y el traslado de 8 personas heridas a centros asistenciales. Además, se mantiene la búsqueda de 15 personas que permanecen desaparecidas, lo que mantiene en vilo a la comunidad y a los equipos de rescate.
La respuesta a la emergencia ha involucrado a la Defensa Civil, los bomberos de Bello, personal de la Alcaldía de Bello y de la Gobernación de Antioquia, la Policía, el Ejército y funcionarios del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Medellín.
Estos equipos han trabajado de manera coordinada para identificar a las familias afectadas, establecer perímetros de búsqueda y brindar atención psicosocial a los damnificados.
La magnitud del desastre y las condiciones climáticas han dificultado las labores de rescate, obligando a las autoridades a tomar medidas adicionales para proteger a la población.
Ante la persistencia de las lluvias y el riesgo de nuevos deslizamientos, las autoridades ordenaron la evacuación definitiva de los habitantes de los sectores Altos de Oriente (1 y 2) y Manantiales, áreas consideradas de alto riesgo. En total, 80 personas han sido evacuadas preventivamente y alojadas en cinco albergues temporales habilitados por la Alcaldía de Bello.
Estos albergues, distribuidos en diferentes puntos de la vereda Granizal, buscan ofrecer refugio y atención básica a las familias que lo han perdido todo.
Los cinco albergues habilitados para los afectados son: la Junta de Acción Comunal Regalo de Dios, el Colegio Fe y Alegría Grijelmo, la Piscina de Euclides en Manantiales, la Junta de Acción Comunal Oasis de Paz y la Casa Bethania.
En estos espacios, los damnificados reciben atención médica, apoyo psicológico y suministros básicos mientras se evalúa la evolución de la emergencia y se determina el futuro de las viviendas en la zona afectada.
Autoridades indicaron que van “10 cuerpos recuperados y 10 personas atendidas”.
La solidaridad de la comunidad y de los habitantes de Bello se ha hecho presente desde las primeras horas tras el desastre.
Quienes deseen ayudar a las familias damnificadas pueden donar ropa en buen estado, mantas, implementos de aseo y alimentos no perecederos. Las donaciones se reciben en un único punto habilitado por la Defensa Civil de Bello, ubicado en la calle 45C #58E-57, barrio Salento, diagonal a la Universidad San Buenaventura.
Esta iniciativa busca canalizar la ayuda de manera organizada y eficiente, garantizando que los recursos lleguen a quienes más lo necesitan.
El impacto del deslizamiento ha sido especialmente severo en el sector El Pinar, donde la fuerza de la tierra arrasó con viviendas y dejó a numerosas familias sin hogar.
Equipos de rescate han trabajado sin descanso para remover los escombros y localizar a los desaparecidos, enfrentando dificultades por el terreno inestable y las lluvias constantes.
La presencia de personal especializado en atención psicosocial ha sido fundamental para acompañar a los sobrevivientes y a los familiares de las víctimas, quienes atraviesan momentos de profunda angustia e incertidumbre.
La coordinación entre los diferentes organismos de socorro ha permitido una respuesta rápida y articulada, aunque las condiciones meteorológicas han limitado el acceso a algunas zonas y ralentizado las operaciones de búsqueda. La Defensa Civil y el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres han mantenido informada a la población a través de comunicados oficiales, actualizando el balance de víctimas y las acciones emprendidas para mitigar los efectos de la tragedia.