En un video que pone fin a un largo conflicto judicial en el Congreso de la República, los senadores Jonathan Ferney Pulido Hernández, conocido públicamente como Jota Pe Hernández (Partido Verde), y María José Pizarro (Pacto Histórico) alcanzaron una conciliación formal ante la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia.
Esta audiencia, celebrada el lunes 9 de junio de 2025, concluyó con la decisión de ambas partes de retirar las denuncias penales que habían interpuesto mutuamente por los delitos de injuria y calumnia. El acuerdo, según señalaron los propios congresistas, busca enviar un mensaje institucional sobre la posibilidad de resolver los conflictos a través del diálogo y sin necesidad de escalar a instancias judiciales más prolongadas.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
El conflicto entre ambos senadores inició tras una serie de declaraciones cruzadas, tanto en medios como en redes sociales, en las que se acusaron mutuamente de vulneraciones graves a su integridad. En el caso de la senadora María José Pizarro, la denuncia se sustentó en lo que ella interpretó como una serie de publicaciones en redes sociales, realizadas por Jota Pe Hernández, que habrían promovido mensajes de hostigamiento y violencia sexual en su contra.
En su momento, Pizarro afirmó que el senador había contribuido a crear un ambiente de agresión en su contra, lo cual habría derivado en que personas anónimas en redes sociales le enviaran mensajes con contenido violento y misógino. También señaló que, en una sesión plenaria del Congreso, el senador la habría intimidado físicamente, generando un ambiente de amenaza.
Por su parte, el senador Jota Pe Hernández respondió presentando una querella en contra de la legisladora del Pacto Histórico por calumnia e injuria. Según argumentó, las declaraciones de la senadora eran falsas y atentaban contra su honra personal y profesional.
De acuerdo con su versión, nunca existió intención de incitar ningún tipo de violencia contra su colega, y consideró que sus afirmaciones eran infundadas y dañinas. En sus redes sociales, el senador escribió: “Tanto Pizarro como Roy tendrán que probar ante la Corte sus calumnias, sus injurias y sus acusaciones temerarias”, en referencia también al exembajador Roy Barreras, quien había expresado solidaridad con la congresista.
Durante la audiencia de conciliación en la Corte Suprema de Justicia, ambas partes aceptaron retirarse mutuamente las querellas y expresaron públicamente disculpas. La senadora Pizarro fue la primera en manifestar su retractación, con las siguientes palabras: “Ofrezco disculpas al senador Jonathan Ferney Pulido, quien no tuvo la intención de incitar a que yo fuera abusada sexualmente y que consignó en la querella presentada en mi contra”.
Con esta declaración, Pizarro dio por terminadas las acciones judiciales iniciadas en su contra y reconoció que su interpretación sobre la intención de las publicaciones de Hernández no se ajustaba a una incitación directa.
A su vez, el senador Jota Pe Hernández también se dirigió a la Corte para expresar sus excusas formales hacia su colega. Durante su intervención, manifestó: “Le ofrezco disculpas a la senadora María José Pizarro, por los actos en los que ella se sintió violentada”. Esta expresión fue aceptada como suficiente para cerrar la queja penal interpuesta por su colega del Senado en su contra y sirvió para formalizar la voluntad de no continuar con el proceso judicial.
Este caso generó amplias reacciones en la opinión pública y en sectores del Congreso, ya que involucró temas sensibles como la violencia de género, el uso de redes sociales en debates políticos y los límites de la libertad de expresión entre legisladores. Si bien ninguno de los dos congresistas enfrentó sanciones penales derivadas de estas denuncias, el proceso sirvió para sentar un precedente en cuanto a las consecuencias legales que pueden tener las acusaciones mutuas entre funcionarios públicos en ejercicio.