Los fuertes reclamos a Petro por sus mensajes sobre Gaza en lugar de enfrentar la crisis en Cauca

El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, solicitó órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el líder de Hamas, Yahya Sinwar, junto con otros altos funcionarios, por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad relacionados con eventos terroristas. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, rápidamente expresó su opinión sobre el asunto, lo que provocó críticas de varias figuras políticas que argumentaron que el jefe de Estado debería estar más enfocado en los problemas internos de Colombia en lugar de los asuntos internacionales.

En una declaración pública, Khan afirmó que hay “motivos razonables” para creer que ambos líderes tienen responsabilidad penal por los eventos ocurridos durante los ataques contra Israel y la posterior ofensiva militar en Gaza, el 7 de octubre de 2023. Según el fiscal, los cargos presentados contra los líderes de Hamas incluyen una serie de crímenes graves, como exterminio, asesinato, toma de rehenes, violación y tortura.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.

La situación adquirió mayor relevancia con la intervención del presidente de la República, Gustavo Petro, que abordó rápidamente el tema del conflicto en el Medio Oriente, a pesar de la crisis de violencia que atraviesa Colombia en diversas regiones, especialmente en el departamento del Cauca, donde se han reportado múltiples víctimas, incluidos miembros de la fuerza pública, menores de edad y jóvenes.

En Cauca, específicamente en el municipio de Morales, se reportaron ataques de grupos armados contra la estación de Policía, que dejó al menos dos uniformados muertos. Estos hechos de violencia se suman a una serie de incidentes en la región.

El mandatario utilizó su cuenta en la red social X (antes Twitter) para expresar su respaldo a las medidas tomadas por el fiscal, al destacar la importancia de este paso en la lucha contra la impunidad. Su mensaje fue claro: “COLOMBIA SALUDA MEDIDAS DE LA CPI SOBRE LA TRAGEDIA EN GAZA (sic)”.

Sin embargo, esta declaración generó críticas y cuestionamientos por parte de diversos sectores, especialmente en un momento en el que Colombia enfrenta graves problemas de seguridad interna. Una de las primeras en reaccionar fue la senadora María Fernanda Cabal, del Partido Centro Democrático, que señaló la necesidad de que el presidente se enfoque en los problemas de las regiones del país.

“Ocúpese del país que está sumido en una guerra alimentada por su desinterés en atacar el narcotráfico”, señaló la congresista.

Paloma Valencia, también senadora del Centro Democrático, expresó su descontento ante la aparente falta de atención del mandatario hacia los problemas internos de Colombia, durante una conversación con Caracol Radio: “El presidente Petro ha decidido que está más preocupado por los problemas de Israel, Palestina y toda esa región. Por eso en el Cauca le dicen que piense en Caucajistán. Es un chiste muy doloroso que se hace en el departamento para tratar de llamar la atención del presidente y de sus ministros de lo que está pasando en el departamento”.

Juan José Lafaurie, abogado, activista e hijo de la senadora Cabal, se sumó a las críticas, instando al mandatario a enfocarse en los problemas de Colombia y a tomar medidas efectivas para garantizar la seguridad.

“Colombia saludaría que usted se pusiera los pantalones, enfrentara a la guerrilla y nos diera seguridad a todos los colombianos”, se lee en el post del joven.

Por su parte, el periodista Luis Carlos Vélez planteó varias interrogantes sobre la postura del presidente Petro frente a la crisis de violencia en el país, al sugerir que se necesita menos actividad en redes sociales y más acción por parte del jefe de Estado:

“¿Y la guerra en el Cauca? Menos trinos, más gobierno”, publicó el comunicador.

Las reacciones de estos líderes políticos y opiniones públicas evidencian un sentimiento de frustración y descontento ante lo que se percibe como una falta de atención por parte del gobierno hacia los problemas internos de Colombia, especialmente en medio de una escalada de violencia en regiones como el Cauca.