Celebración de piloto al terminar su entrenamiento es blanco de críticas: la nalgueó todo su equipo con una paleta

La joven, además, fue bañada con un valde y le cortaron mechones de cabello a manera de recuerdo

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El video fue compartido ampliamente en páginas de denuncia de habla en inglés, a pesar de haber sido grabado en Colombia - crédito iStock
El video fue compartido ampliamente en páginas de denuncia de habla en inglés, a pesar de haber sido grabado en Colombia - crédito iStock

Celebraciones poco convencionales como las ceremonias de grado de la Universidad de Kyoto, a las que sus estudiantes pueden asistir disfrazados, se quedan en pañales al ser comparadas con las tradiciones de final de entrenamiento de Escuela de aviación del Pacífico, sede Pereira.

O al menos así habría quedado registrado en un video que ha sido ampliamente compartido por canales de denuncia en los Estados Unidos, en los que se cuestiona y ridiculiza el que, incluso, posibles maestros participaran.

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La pieza fue blanco de críticas y bromas en las redes sociales - crédito @PicturesFoIder / X

Y es que, en la pieza se ve como, entre adultos y jóvenes que llevan el uniforme de piloto, se golpea repetidamente a la joven con una paleta nalgueadora para luego bañarla con un balde y cortarle el cabello por mechones para, aparentemente, repartirlo.

“Preferiría simplemente caminar hacia la salida”, “Creo que es momento de conseguir mi licencia de piloto comercial”, “Páginas como PorHub deben ser la inspiración tras celebraciones de este tipo. Quien sea que se inventó esto quería cumplir sus fetiches y fantasías, eso es seguro”, se lee en algunos de los comentarios realizados por ciudadanos norteamericanos que interactuaron con el video.

En otra celebración Polémica, varios estudiantes de último año se presentaron a clases en una tanqueta del Esmad

Estudiantes de último año de un colegio en Sabaneta, Antioquia, llegaron en una tanqueta del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional (ESMAD) a su primer día de clases (2023), según reportó Cambio.

El hecho ocurrió en el Colegio Londres, una institución de prestigio en la región, en lo que aparentemente fue un esfuerzo por parte de la Policía Nacional para acercarse a la comunidad estudiantil. Videos difundidos en redes sociales por los alumnos mostraron una tanqueta escoltada por policías, generando una mezcla de sorpresa e indignación entre los espectadores.

La actividad, descrita como completamente legal por la misma Policía en declaraciones entregadas a Cambio, tenía como objetivo dar a los estudiantes de grado once una experiencia inolvidable en su último ‘primer día de escuela’. Sin embargo, la escena causó preocupación entre organizaciones defensoras de derechos humanos, que consideraron inapropiado el uso de un vehículo asociado al conflicto armado en actividades con menores de edad.

Hilda Molano, miembro de la Coalición contra la vinculación de niños, niñas y jóvenes al conflicto armado en Colombia (Coalico), expresó que, aunque la Policía es una entidad legalmente constituida que vela por los intereses del Estado, “usan armas y material de guerra pensado para contrarrestar a los actores armados no estatales”. Y añadió que, en el contexto colombiano, este tipo de acciones podrían poner en riesgo a la población, rompiendo el principio de distinción del derecho internacional humanitario.

A pesar de la justificación de la Policía Nacional, el evento provocó una ola de comentarios negativos en las redes sociales, muchos de los cuales coincidían con la preocupación de Molano. Usuarios señalaron que “una tanqueta es un arma de guerra y no tiene nada que ver con procesos de formación, recreación o de naturaleza similar”.

Además, esta situación revivió cuestionamientos del pasado hacia el gobierno colombiano. Tanto internos como organismos internacionales reprocharon el uso recreativo de vehículos y armas militares en un país marcado por décadas de violencia y conflicto armado.

En vídeos compartidos antes de ser eliminados, se podía escuchar a una alumna describiendo el evento como “POV: Nuestra entrada de once”. Este tipo de comentarios encendieron alarmas entre colectivos defensores de derechos humanos que recalcan lo inadecuado que pudo haber sido este evento, sobre todo al mirarlo bajo el Código de Infancia y Adolescencia y el mensaje de paz total del gobierno actual.

Ni el Colegio Londres ni los estudiantes implicados en el evento emitieron declaraciones al respecto. De igual forma, los padres de familia se mantuvieron en silencio, aunque el impacto y el debate generado por esta actividad aseguran que será recordada por la generación de 2023.

Aunque el Colegio Londres siempre se ha destacado por ser un referente educativo en la región, este incidente pone en cuestión la manera en que interactúan las instituciones de seguridad con menores y cómo estas acciones pueden influir en la percepción de la policía entre los más jóvenes.

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