Declaran al Estado colombiano culpable por la muerte de una visitante en el holocausto del Palacio de Justicia

Marina Ferrer solo fue a las instalaciones a visitar a una vieja amiga, cuando se encontró con la toma por parte del M-19. Casi cuatro décadas después, sus restos siguen sin encontrarse en su totalidad

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Marina Ferrer solo se encontraba de visita cuando acontenció la toma del Palacio de Justicia - crédito Felipe Caicedo/Colprensa
Marina Ferrer solo se encontraba de visita cuando acontenció la toma del Palacio de Justicia - crédito Felipe Caicedo/Colprensa

El Juzgado 37 Administrativo de Bogotá condenó recientemente al Ejército y a la Policía de Colombia por la muerte de Marina Ferrer durante la toma y retoma del Palacio de Justicia, un suceso envuelto en misterio desde el 6 de noviembre de 1985.

El caso, que ha resonado por décadas debido a la falta de claridad sobre los hechos, tiene un nuevo desarrollo con esta sentencia, la cual también incluye una condena específica hacia Medicina Legal por su manejo de los restos de las víctimas.

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La decisión del juzgado exige reparaciones a la familia de Ferrer, aunque para Sofía Velásquez Ferrer, hija de Marina y fisioterapeuta de profesión, ninguna medida compensatoria es suficiente ante la pérdida irreparable de su madre.

La organización defensora de derechos humanos dhColombia ha brindado asesoramiento legal a la familia Ferrer, que decidió apelar la decisión del juzgado. “Los daños morales que me causó y me sigue causando esta situación son incalculables”, declaró Sofía Velásquez, alegando que la reparación por parte del Estado puede ir más allá de una disculpa pública.

El Ejército, la Policía y Medicina Legal fueron declarados culpables en la muerte de Marina Ferrer - crédito Leonardo Muñoz/EFE
El Ejército, la Policía y Medicina Legal fueron declarados culpables en la muerte de Marina Ferrer - crédito Leonardo Muñoz/EFE

Un elemento central de la demanda y la reciente sentencia ha sido el papel de Medicina Legal en la gestión de los restos de las víctimas del Palacio de Justicia. Según el dictamen pericial del centro forense Equitas, la institución no cumplió con los estándares mínimos internacionales y nacionales para la entrega digna de personas en condición de desaparición.

Esta falla ha sido particularmente dolorosa para la familia Ferrer, según indicó, pues solo recibió unos huesos de los pies de Marina décadas después del incidente, y luego de exhumar un cuerpo erróneamente identificado gracias a investigaciones motivadas por una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2014.

La resolución del juzgado, además, arroja luz sobre las acciones y omisiones de las autoridades colombianas en relación con la toma guerrillera y la respuesta estatal aquel fatídico día. “Las autoridades colombianas conocían la amenaza inminente de la toma del Palacio de Justicia y, estando en la posibilidad de adoptar medidas para impedirla, no actuó”, destacó el juzgado, evidenciando fallas críticas en la prevención y manejo de la crisis, así como en el subsiguiente trato a las víctimas y sus familias.

A lo largo de casi cuatro décadas desde la tragedia del Palacio de Justicia, la resiliencia de los afectados como Sofía Velásquez Ferrer demuestra una persistente búsqueda de verdad y dignidad frente a la adversidad. “Como un ser humano al que le han vulnerado todos sus derechos, solo pido que me vean con justicia, con conciencia y que este fallo sea revisado,” concluyó Sofía, cuyas palabras resuenan como un llamado a la reflexión y acción por parte de las instituciones y la sociedad colombiana.

El drama de la familia de Marina Ferrer

La Fiscalía General de la Nación y Medicina Legal entregaron oficialmente los restos de Marina Isabel Ferrer, víctima del Holocausto del Palacio de Justicia ocurrido en 1985, a su familia en una ceremonia realizada en Cartagena en julio 2022.

Operación Antonio Nariño fue un asalto perpetrado el miércoles 6 de noviembre de 1985 por un comando de guerrilleros del Movimiento 19 de abril (M-19) - crédito Colprensa.
Operación Antonio Nariño fue un asalto perpetrado el miércoles 6 de noviembre de 1985 por un comando de guerrilleros del Movimiento 19 de abril (M-19) - crédito Colprensa.

Después de más de tres décadas de incertidumbre, la identificación de los restos fue posible gracias a una diligencia de exhumación realizada en 2015, aclarando así parte del doloroso episodio que ha marcado a las víctimas y a la Nación.

En noviembre de 1985, Marina Isabel Ferrer de Velásquez, de 54 años, visitó el Palacio de Justicia en Bogotá y se encontró en medio de la toma por el grupo armado M-19. Su familia recibió restos equivocados que creyeron durante más de 30 años correspondían a Ferrer. Fue solo hasta una exhumación en 2015 que se descubrieron los verdaderos restos, revelando una mezcla con los de Cristina del Pilar Guarín Cortés, otra víctima del conflicto.

El Grupo Interno de Trabajo de Búsqueda, Identificación y Entrega de Personas Desaparecidas encontró inicialmente los restos, mientras expertos del Grupo Nacional de Patología Forense confirmaron la identidad de Ferrer. Los restos entregados a la familia constan de 32 piezas óseas, aunque parte del material se agotó en análisis forenses, limitando así la información disponible sobre las causas exactas del fallecimiento de Ferrer.

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