Encontraron el cadáver de un mototaxista en una trocha atado, con signos de tortura y varios impactos de bala

La mañana del domingo 3 de diciembre la comunidad de los Montes de María se llevó una macabra sorpresa al descubrir sobre las veredas que unen a El Cocuelo con San Rafael, en el municipio del Carmen de Bolívar, el cadáver de un mototaxista que estaba amarrado y con varias heridas con arma de fuego.

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Se trata del hombre identificado como, Jamer Antonio Guzmán Larios, un conductor de motocicleta de 45 años de edad que había desaparecido de su casa el día anterior. El hombre que era oriundo de Guaymaral en Bolívar residía con su pareja sentimental en el corregimiento El Salado.

De acuerdo con la versión de los familiares Guzmán Larios había salido de su residencia el día sábado para realizar una carrera, pero finalmente fue encontrado sin vida y con múltiples signos de tortura.

El cuerpo del mototaxista estaba atado de manos y tenía varios golpes así como múltiples disparos de bala, incluyendo varios en el rostro de la víctima. De acuerdo con los diarios judiciales de la región el arma con la que pudo haber sido ultimado el hombre de 45 años era una pistola 9 mm según las marcas de las balas.

En relación con los móviles del trágico homicidio, las autoridades están llevando a cabo una exhaustiva investigación para determinar si se trata de un ajuste de cuentas motivado por la violencia infligida al cuerpo, o si más bien se trata de un caso de robo, dado que la motocicleta de Guzmán no fue hallada junto a su cadáver.

Los familiares del difunto, así como la comunidad en la que vivía el reconocido mototaxista, instan a los organismos de investigación a que no permitan que la muerte de Jamer Antonio quede impune.

Al encontrar un cadáver, la inmediata comunicación a las autoridades y la preservación del sitio son acciones clave para la investigación. Ciudadanos deben contactar a la policía local o al número de emergencia, como el 123, sin alterar el entorno que rodea al cuerpo.

Es fundamental proporcionar una descripción detallada y exacta de la ubicación y posibles evidencias encontradas, a la vez que se evita cualquier contaminación de la escena. Se recomienda también evitar la difusión de información que no haya sido contrastada oficialmente para no entorpecer la investigación.

En las últimas dos semanas, el sur del departamento de Bolívar ha sido escenario de violentos enfrentamientos entre tres grupos armados: el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las Farc y el clan del Golfo. La confrontación, centrada en la disputa por el control de la minería ilegal de oro y plata, ha generado el desplazamiento forzado de al menos 858 familias, sumando un total de aproximadamente 2.137 personas en busca de seguridad. Montecristo, Santa Rosa del Sur, Arenal, Morales y Cantagallo son algunas localidades gravemente afectadas por esta situación de crisis humanitaria.

La serranía de San Lucas, rica en yacimientos de oro y plata, se ha convertido en el foco de la lucha armada, que ha forzado la migración masiva de la población civil. La producción de oro en esta región se estima en siete toneladas mensuales, de las cuales se cree que la mitad procede de la extracción ilegal. Las cifras de minería ilegal son alarmantes, con alrededor de 400 minas en operación.

La Defensoría del Pueblo había emitido una alerta temprana el 28 de septiembre sobre el aumento del riesgo para los civiles derivado de la presencia simultánea de múltiples grupos armados en el territorio. La entidad comunicó que la coexistencia de estos grupos amplifica de manera significativa el peligro de infringir los derechos de los habitantes. En respuesta a la escalada de violencia, las autoridades han desplegado Fuerzas Militares especiales con el objetivo de resguardar la zona y facilitar el retorno seguro de las familias desplazadas. No obstante, la inseguridad y el número de desplazamientos continúan en ascenso